Alemania tambi¨¦n lucha contra su (peque?a) burbuja
El Gobierno prepara medidas para frenar la subida de precios del alquiler
Los tiempos en los que Berl¨ªn era el para¨ªso de los j¨®venes de toda Europa que buscaban una ciudad con pisos baratos y espaciosos han llegado a su fin. Las viviendas de la capital y de otras grandes ciudades alemanas llevan a?os encadenando subidas de precios, tanto para comprar como para arrendar. Ante el creciente descontento de una poblaci¨®n acostumbrada a vivir de alquiler, el Gobierno prepara medidas para detener la escalada.
?Cabalga Alemania sobre una burbuja inmobiliaria? No, si se compara con la que vivieron al comienzo de este siglo Espa?a o Irlanda, y que explica gran parte de los problemas de estos dos pa¨ªses en los ¨²ltimos a?os. Pero la revalorizaci¨®n, que ha afectado sobre todo a las grandes urbes y a las ciudades universitarias, preocupa cada vez m¨¢s. El banco central o Bundesbank lleva tiempo avisando de que el precio de compra en ciudades como Berl¨ªn, M¨²nich, Hamburgo, Fr¨¢ncfort o Colonia se ha inflado desde 2010 un 25%; y algunos de sus miembros han alertado del peligro de una burbuja alimentada por la liquidez.
¡°Tras a?os de ca¨ªdas de precios, la tendencia alcista actual comenz¨® en 2010. Se ve impulsada por los bajos tipos de inter¨¦s, el aumento de la poblaci¨®n urbana y la crisis del euro, que ha hecho que muchos capitales se dirijan a un territorio considerado seguro¡±, explica Konstantin Kholodilin, experto inmobiliario del Instituto Alem¨¢n para la Investigaci¨®n Econ¨®mica.
Despu¨¦s de una revalorizaci¨®n en el ¨²ltimo lustro del 6% anual ¡ªcon grandes diferencias, que van de m¨¢s del 10% en Berl¨ªn o M¨²nich a ca¨ªdas en ciudades que pierden poblaci¨®n¡ª, este centro de estudios prev¨¦ que la tendencia contin¨²e en el futuro pr¨®ximo.
La revalorizaci¨®n del ladrillo y las cifras r¨¦cord de construcci¨®n desde el boom que sigui¨® a la reunificaci¨®n muestran la fortaleza econ¨®mica de la superpotencia europea, pero al mismo tiempo se han convertido en un factor de descontento para los ciudadanos con salarios m¨¢s bajos y los j¨®venes a los que les cuesta independizarse o abandonar un piso compartido. Comprar se ha encarecido m¨¢s que arrendar en los ¨²ltimos a?os. Pero es la subida de los precios del alquiler la que ha generado m¨¢s malestar; y es a este sector al que se ha dirigido el ministro de Justicia, el socialdem¨®crata Heiko Maas, al dise?ar el llamado ¡°freno a los precios del alquiler¡±.
Las medidas planeadas, a¨²n en fase de elaboraci¨®n y previstas para entrar en vigor el pr¨®ximo a?o, incluyen una norma para impedir que los alquileres de segunda mano suban m¨¢s del 10% respecto a los precios habituales en la zona. Adem¨¢s, los inquilinos ya no tendr¨¢n que pagar a los agentes inmobiliarios, que en ciudades como Berl¨ªn pueden cobrar el equivalente a m¨¢s de dos meses de alquiler por ense?ar el piso y gestionar la operaci¨®n. Con las nuevas normas ser¨¢n los propietarios los que tendr¨¢n que costear este servicio.
El Gobierno calcula que estas medidas servir¨¢n para que los inquilinos se ahorren 850 millones de euros, de los que la mayor parte proceder¨ªan de liberarse del pago de los agentes. Pero la iniciativa ha recibido por una parte las quejas de los que consideran que el freno a los alquileres tiene demasiadas excepciones y, en el bando contrario, de los que creen que las restricciones al libre mercado acabar¨¢n por da?ar la salud del sector inmobiliario de un pa¨ªs necesitado de m¨¢s y m¨¢s oferta de viviendas. ¡°La imposici¨®n de un freno espantar¨¢ a los inversores en el mercado de alquiler, que se refugiar¨¢n en otros sectores, como la compra o las oficinas. Y en Alemania es necesario que aumente la oferta¡±, asegura Kholodilin. Las cr¨ªticas al ministro Maas llegaron incluso de sus compa?eros de Gobierno, los democristianos de la canciller Angela Merkel, por no haber consultado con ellos las medidas. Los pr¨®ximos meses se sabr¨¢ qui¨¦n resulta vencedor en esta batalla entre el mercado y los inquilinos.
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