Mazazo a la ¡®Pikettyman¨ªa¡¯
Un art¨ªculo de ¡®Financial Times¡¯ acusa al economista de c¨¢lculos torticeros
El libro revelaci¨®n, la obra econ¨®mica m¨¢s popular sobre uno de los temas calientes del momento, la desigualdad, ha sufrido un rev¨¦s esta semana. The Financial Times ha publicado un an¨¢lisis en el que aflora una retah¨ªla de errores y pone en duda incluso las grandes conclusiones de la obra. Un extenso art¨ªculo publicado el viernes por el editor econ¨®mico del rotativo, Chris Giles, atribuye al economista franc¨¦s Thomas Piketty (Par¨ªs, 1971) c¨¢lculos torticeros en El capital en el siglo XXI, una obra de 600 p¨¢ginas en la que analiza la evoluci¨®n de la riqueza en Europa y EE UU en los ¨²ltimos 200 a?os.
Las cr¨ªticas se centran b¨¢sicamente en el cap¨ªtulo 10 de la obra, sobre la distribuci¨®n de riqueza. Giles detecta diferentes incorrecciones: algunos parecen un simple error de transcripci¨®n, como tomar mal el dato de concentraci¨®n de riqueza de Suecia. Le reprocha tambi¨¦n que no justifica los ajustes que realiza en las proyecciones para ¨¦pocas en las que no hab¨ªa datos; o que no usa el mismo m¨¦todo para todos los pa¨ªses. Adem¨¢s, le acusa de no ponderar la poblaci¨®n cuando calcula la media europea (que hace solo con tres pa¨ªses, Suecia, Gran Breta?a y Francia) y de utilizar las comparaciones de a?os que m¨¢s conviene a su tesis sobre el incremento de la brecha social.
Piketty, que public¨® en Internet las hojas de c¨¢lculo en las que basa sus explicaciones, respondi¨® el viernes al Financial Times que ¡°la disponibilidad de datos sobre riqueza [donde se concentran los reproches] son menos sistem¨¢ticas que para ingresos¡±. Y que para homogeneizar las diversas fuentes de informaci¨®n (entre pa¨ªses, ¨¦pocas, etc.) eran necesarios los ajustes. ¡°No tengo duda de que mi base de datos hist¨®rica puede mejorar y mejorar¨¢¡±, apunt¨®, si bien sostiene que no ha hecho uso sesgado de la informaci¨®n ni queda alterada la conclusi¨®n: la diferencia entre ricos y pobres crece.
El caso recuerda al sonado error descubierto en un estudio de dos prestigiosos economistas de Harvard, Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, publicado en 2010 y en el que alertaban del lastre que el exceso de deuda p¨²blica supon¨ªa para el crecimiento de los pa¨ªses. En concreto, calculaban que la actividad se frenaba de forma muy abrupta cuando el lastre del pasivo superaba el 90% del PIB y la teor¨ªa ¡ªcon porcentaje exacto incluido¡ª fue utilizado como gran argumento intelectual por los principales defensores de los recortes de gasto p¨²blico en las primeras fases de la crisis de la zona euro. El a?o pasado un estudiante de doctorado de la Universidad de Massachusetts descubri¨® que Reinhart y Rogoff hab¨ªan omitido por error algunos datos de calado y usado metodolog¨ªas m¨¢s que discutibles.
Si entonces los reputados economistas admitieron los fallos pero salieron al paso recalcando que estos no pon¨ªan en tela de juicio sus conclusiones, la respuesta de Piketty es muy similar ahora. Pero igual que entonces los detractores de la austeridad a ultranza sacaron el m¨¢ximo provecho del error de Rogoff y Reinhart, los cr¨ªticos con la Pikettyman¨ªa y sus alarmas contra la brecha social tambi¨¦n tienen ahora d¨®nde rascar a golpe de art¨ªculos y blogs.
En medio del fuego, el Nobel Paul Krugman opin¨® hoy que algunos errores concretos puedan ser ciertos, pero defendi¨® la idea global: ¡°No es plausible que el aumento en la concentraci¨®n de los ingresos del capital no reflejen un aumento m¨¢s o menos comparable de la concentraci¨®n del capital en s¨ª mismo¡±.
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