Una reforma fiscal en 600 palabras
"Rebaja fiscal para todos¡±. ¡°Mayor rebaja para rentas medias y bajas¡±. ¡°Las rentas del trabajo de menos de 12.000 euros no pagar¨¢n el IRPF¡±. Traducci¨®n: 300 euros (o menos) de ahorro para un pobre, 3.000 euros (o m¨¢s) para un rico, lo que significa 3.300 euros menos en sanidad, educaci¨®n o ayudas a los dependientes (?6.000 millones en global!) ?Qui¨¦n sale ganando? Por cierto, los salarios inferiores a 11.200 euros ya no pagaban el IRPF antes de la reforma. Ah, y si su salario neto (o pensi¨®n, o prestaci¨®n por desempleo, o renta como aut¨®nomo) est¨¢ entre 11.250 euros y 14.450, por cada euro de m¨¢s que gane tendr¨¢ que pagar 43 c¨¦ntimos (raz¨®n: Art¨ªculo 11 del anteproyecto). S¨ª, un tipo real del 43%, casi como si fueses millonario.
¡°Reducci¨®n de la tarifa a 5 tramos y rebaja de tipos¡±. ¡°El tipo m¨ªnimo se reduce del 24,75% al 19%¡±. ¡°Rebaja media de la tributaci¨®n de un 12,5%¡±. Realidad: el IRPF es legalmente un impuesto compartido al 50% por la Administraci¨®n central y las CC AA, cada nivel de gobierno es as¨ª responsable de sus decisiones en cuanto a c¨®mo financiar los gastos que tiene atribuidos (corresponsabilidad), ¨²nica forma de conseguir que funcionen las ventajas de la descentralizaci¨®n, conjugando su cercan¨ªa a los ciudadanos y su control democr¨¢tico. Sin embargo, al Gobierno no parece que esto le importe, ni que respete las competencias de las CC AA; ha vendido la reforma suponiendo que todas seguir¨¢n (gratis) sus pautas. En el anteproyecto, lo ¨²nico que hay es una bajada de la parte estatal de la tarifa, por ejemplo, en 2016 desde el 12,75% (12% m¨¢s el recargo de 0,75% aprobado por el PP desde 2012) al 9,5%, con lo que el tipo m¨ªnimo (sumando el 12% auton¨®mico) quedar¨ªa, en general, en el 21,5%. En resumen, la nueva tarifa el n¨²mero de tramos, la rebaja del 12,5% y todos sus ejemplos de rebaja fiscal son, por ahora, una ficci¨®n.
Si sus rentas son altas o es especulador a corto plazo, no se preocupe, todos los cambios van a su favor
¡°Neutralidad e incentivos al ahorro¡±. Parece que los tipos se reducen, pero cuidado con las sorpresas. Si como peque?o ahorrador decide invertir en acciones, a partir de la reforma el gravamen real de los dividendos va a ser como m¨ªnimo del 40% al eliminarse la exenci¨®n que atenuaba la doble imposici¨®n; por otra parte, si piensa vender un piso que, por ejemplo, hered¨® de sus padres, comprado hace 20 a?os por 60.000 euros, debe saber que si espera a que se apruebe la reforma, tendr¨¢ que pagar unos 5.000 euros m¨¢s por la plusval¨ªa, al eliminarse la correcci¨®n de la inflaci¨®n. Si sus rentas son altas o es especulador a corto plazo, no se preocupe, todos los cambios van a su favor.
Y todo esto (y m¨¢s que no hay espacio para comentar) entrar¨¢ plenamente en vigor en 2016, as¨ª que parte del valor de su voto en 2015 tambi¨¦n se lo han ¡°rebajado¡±. Por supuesto, hay algunas medidas positivas (en relaci¨®n con la daci¨®n en pago, las preferentes o las aportaciones a planes de pensiones privados, por ejemplo) y ser¨ªa injusto no reconocerlo.
Pero lo peor es lo que no est¨¢ en el proyecto. Las rentas del trabajo seguir¨¢n pagando m¨¢s que las del capital, la riqueza continuar¨¢ pudiendo ocultar sus rendimientos a trav¨¦s de Sicavs o sociedades interpuestas, los medios y la legislaci¨®n para la lucha contra el fraude seguir¨¢n siendo insuficientes, las pol¨ªticas de familia o asistencia continuar¨¢n sin llegar a los m¨¢s necesitados. Y para 2016 tenemos que rebajar el d¨¦ficit en 30.000 millones de euros. Vamos a necesitar m¨¢s de 600 palabras¡ y otra reforma fiscal.
Santiago D¨ªaz de Sarralde es profesor de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos.
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