Una pol¨ªtica que agrava la brecha social
El Gobierno llama reforma fiscal a lo que en realidad es una reforma de los impuestos
El Gobierno ha hecho p¨²blicas las medidas tributarias que pretende aprobar en las pr¨®ximas semanas y que, para el ministro de Hacienda, representan una reforma global e integral de nuestro sistema tributario. Conviene, antes de entrar a valorar dichas medidas, dejar clara una cuesti¨®n conceptual: la pol¨ªtica fiscal hay que analizarla como una unidad, es decir, los ingresos y los gastos conjuntamente porque en su conjunto cumple una de las funciones encomendadas al sector p¨²blico, como es la redistribuci¨®n de la renta y la riqueza. En Espa?a, se confunde en muchas ocasiones pol¨ªtica fiscal con pol¨ªtica impositiva. Consiguientemente. se le llama reforma fiscal a lo que en realidad es una reforma de los impuestos.
?Qu¨¦ grandes decisiones ha tomado el Gobierno en pol¨ªtica fiscal desde que comenz¨® la legislatura? Fundamentalmente tres: incrementar el IRPF, en mayor medida a las rentas m¨¢s altas; ha subido los impuestos indirectos, IVA, copagos, tasas y precios p¨²blicos, y ha reducido a m¨ªnimos hist¨®ricos nuestro Estado del Bienestar.
El ministro de Hacienda ha comunicado a los espa?oles que en la actual coyuntura y puesto que, seg¨²n el propio Gobierno, hay recursos suficientes, va a tomar la decisi¨®n de eliminar la subida del IRPF que aprob¨® en 2012, b¨¢sicamente a las rentas m¨¢s altas. Ello tendr¨¢ un coste recaudatorio normativo que el ministro Montoro estima en alrededor de 7.000 millones de euros, de los cuales pr¨¢cticamente la mitad es para las rentas m¨¢s altas. Por tanto, si se quiere cumplir con la reducci¨®n del d¨¦ficit acordada con la UE, el Gobierno terminar¨¢ subiendo la imposici¨®n indirecta o continuar¨¢ con los recortes del Estado del Bienestar. Es decir, que el Gobierno opta por eliminar el ¨²nico elemento que compensaba parcialmente la injusticia del resto, pero deja igual o peor a las rentas medias y las rentas de los trabajadores.
En definitiva, una pol¨ªtica fiscal tremendamente injusta que incrementa la brecha social y econ¨®mica de nuestro pa¨ªs que ya, de por s¨ª, es grande y creciente, puesto que, los perdedores de la pol¨ªtica fiscal del Gobierno son las rentas m¨¢s bajas y medias que son los principales beneficiarios de los servicios que ofrece el Estado del Bienestar y los que m¨¢s sufren las consecuencias de un incremento de la imposici¨®n indirecta y, por el contrario, los ganadores son las rentas m¨¢s altas. En conjunto, la pol¨ªtica fiscal resultante es una transferencia de renta de los trabajadores y las rentas medias a los m¨¢s ricos.
El Gobierno ha querido remarcar desde el primer momento que su propuesta fiscal es m¨¢s justa que la del Gobierno socialista. Desde mi punto de vista, vuelven a realizar otra jugada m¨¢s propia de trileros, ya que cuando se compara con otro periodo hay que hacerlo de manera correcta. En la etapa socialista, los impuestos indirectos eran menores y las prestaciones del Estado del Bienestar mayores, por lo que el resultado es una pol¨ªtica fiscal m¨¢s equitativa.
Insiste tambi¨¦n el Gobierno que sus medidas impositivas estimular¨¢n la econom¨ªa, pero no tiene en cuenta en sus estimaciones los efectos negativos a corto plazo sobre la actividad econ¨®mica que suponen las reducciones del gasto p¨²blico y el hecho de que no todos los ahorros que obtienen las rentas m¨¢s altas se traducen en mayor consumo.
Una pol¨ªtica fiscal que facilite la creaci¨®n de empleo, que contribuya a reducir la mencionada brecha social (que crece en parte por un modelo de crecimiento basado en la devaluaci¨®n salarial permanente y una pol¨ªtica fiscal que no cumple su funci¨®n redistribuidora), que ayude a estabilizar las cuentas p¨²blicas, necesita al menos dos grandes palancas: incluir la riqueza y la lucha contra el fraude en la reforma fiscal.
Las medidas del Gobierno contenidas en los anteproyectos de ley aprobados por el Gobierno no contienen absolutamente nada sobre fiscalidad patrimonial ( Impuesto de Patrimonio, Impuesto de Sucesiones, SICAV, ¡..), y la progresividad del sistema tributario depende, en gran parte, de la combinaci¨®n del IRPF, Patrimonio y Sucesiones.
La lucha contra el fraude como he se?alado en otras ocasiones es otro de los grandes instrumentos para a?adir progresividad al sistema impositivo, pero adem¨¢s el fraude es la fuente mayor de distorsi¨®n del sistema econ¨®mico y de menor crecimiento. Acabar con el fraude es acabar tambi¨¦n con la distorsi¨®n en las decisiones empresariales. Las empresas con beneficios no declarados dif¨ªcilmente los usan en pol¨ªticas de crecimiento s¨®lidas (desde la innovaci¨®n a la exportaci¨®n).
Ahora bien, acabar con el fraude no es una prioridad para el Gobierno si nos atenemos a las decisiones tomadas durante la legislatura y a tenor de lo que se destila de los aludidos anteproyectos de ley. ?D¨®nde ha quedado el estatuto de la Agencia Tributaria?. ?D¨®nde est¨¢ un Plan para dotar a la Agencia de medios materiales y humanos, cuando en los pr¨®ximos a?os se jubilar¨¢n un tercio de los empleados p¨²blicos y ya estamos a la cola de la UE en medios humanos?. ?Por qu¨¦ no publicar la lista de los defraudadores y los que se han acogido a la amnist¨ªa fiscal, qu¨¦ miedo tiene el Gobierno? Sospecho que en esa lista hay muchos nombres del PP o relacionados con el PP.
En definitiva, hacerle ahora un regalo a las rentas m¨¢s altas, dado que en el horizonte del a?o 2017 hay que reducir el d¨¦ficit p¨²blico alrededor de 44.000 millones de euros, aumentar¨¢ la brecha social y econ¨®mica en nuestro pa¨ªs. El Gobierno ha perdido una gran oportunidad para haber realizado una reforma fiscal integral y se ha limitado a un mero reajuste de tipos en el IRP, pensando que con esa f¨®rmula puede enga?ar a los ciudadanos.
* Pedro Saura Garc¨ªa es Portavoz de Hacienda del Grupo Parlamentario Socialista y Profesor de Fundamentos del An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Murcia.
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