Cuentas claras en los mercados

La calidad de la informaci¨®n es uno de los fundamentos del buen funcionamiento de la actividad econ¨®mica y, desde luego, financiera. En la presunci¨®n de que la informaci¨®n contable refleja la realidad, es la imagen fiel, se adoptan decisiones de inversi¨®n y desinversi¨®n en los mercados financieros. Esa presunci¨®n es tambi¨¦n la condici¨®n necesaria para que los mercados re¨²nan un n¨²mero cada d¨ªa mayor de inversores, con independencia de la magnitud de sus inversiones. Episodios como el de Gowex inhiben la ampliaci¨®n de los mercados al aumentar la desconfianza en ellos y en las instituciones que han de velar por su funcionamiento.

La inequ¨ªvoca declaraci¨®n del presidente de Gowex de que hab¨ªa falsificado las cuentas de su compa?¨ªa ha abierto una crisis en toda regla en el Mercado Alternativo Burs¨¢til espa?ol, aquel destinado a las empresas de menor dimensi¨®n y volumen de capitalizaci¨®n, sin capacidad para cotizar en mercados m¨¢s amplios y exigentes con las empresas cotizadas, como el mercado continuo. Constituye una seria vuelta atr¨¢s en lo que deb¨ªa ser la generaci¨®n de incentivos para que las empresas accedieran a fuentes de financiaci¨®n m¨¢s diversificadas que las dependientes exclusivamente del cr¨¦dito bancario. Tambi¨¦n una inhibici¨®n de potenciales inversores en ¨¦l.

La asunci¨®n de todas las responsabilidades de ese falseamiento contable por parte del presidente de la compa?¨ªa no exime completamente a los miembros del consejo de administraci¨®n de sus responsabilidades como administradores. La calidad en el desempe?o de la funci¨®n de estos ¨®rganos de gobierno es una de las primeras consideraciones que merece este episodio; tambi¨¦n la naturaleza de la evaluaci¨®n que ejerc¨ªan los administradores de la empresa y con qu¨¦ grado de rigor y profesionalidad abordaban la revisi¨®n de la evoluci¨®n de la compa?¨ªa.

La segunda cuesti¨®n est¨¢ vinculada al rigor de la auditor¨ªa de esas cuentas. Las empresas auditoras se supone que han de satisfacer requisitos m¨ªnimos en sus procedimientos de revisi¨®n contable que permitan detectar, en periodos superiores a un ejercicio econ¨®mico, la correspondencia entre lo que reza la contabilidad y la realidad. Es verdad que esa verificaci¨®n, la del valor de los activos o la realizaci¨®n de ventas en firme y la de los correspondientes beneficios, es menos f¨¢cil cuando las empresas auditadas est¨¢n en fase de desarrollo inicial, y especialmente en sectores nuevos, como es el caso de Gowex. Pero la admisi¨®n de que ese falseamiento era continuado durante varios a?os descarta cualquier excusa.

Los reguladores y supervisores tambi¨¦n habr¨¢n de tomar buena nota del caso Gowex. Aspectos como la calidad y homologaci¨®n de las firmas de auditor¨ªa, la adaptaci¨®n de los administradores o la adecuaci¨®n de la evoluci¨®n de la cotizaci¨®n burs¨¢til a la informaci¨®n disponible son aspectos que han de seguirse con rigor. De la calidad de esas funciones de regulaci¨®n y supervisi¨®n depender¨¢ la necesaria transici¨®n hacia mercados financieros verdaderamente fiables. Invalidar, desde la experiencia de este episodio, el papel que han de desempe?ar los mercados de acciones, tambi¨¦n para empresas de menor tama?o o de mayor riesgo, ser¨ªa un error. Lo esencial es garantizar los medios y actuaciones necesarias para algo tan elemental como que las cuentas est¨¦n claras en todo momento.