Competir en un mundo en constante cambio
Varios directivos debaten c¨®mo pueden sobrevivir las empresas ante las grandes transformaciones
Que el mundo es cada vez m¨¢s global es una realidad tan evidente que se ha convertido en t¨®pico. Lo que s¨ª es ¡ªrelativamente¡ª nuevo es que no es solo la producci¨®n la que se hace global: si hace 50 a?os el transistor pegado a la oreja solo podr¨ªa haber sido dise?ado en un pu?ado de sitios en todo el mundo, hoy un tel¨¦fono m¨®vil puede estar ideado y hasta fabricado en San Jos¨¦ (California), en la provincia china de Shenzhen o en la ciudad brasile?a de Campinas.
La globalizaci¨®n ya no solo es deslocalizaci¨®n: las empresas de los pa¨ªses emergentes crecen con fuerza y quieren un sitio en la mesa con los mayores. Y es m¨¢s: la propia ebullici¨®n de personas e ideas a escala global ha acelerado a¨²n m¨¢s una econom¨ªa planetaria en constante cambio. ?C¨®mo pueden competir las empresas cuando los productos, las modas, las ideas y los propios rivales est¨¢n reinvent¨¢ndose constantemente? Para intentar encontrar claves y soluciones a esta pregunta, EL PA?S ha reunido a varios altos directivos para hablar del desaf¨ªo de la competitividad en un desayuno patrocinado por Siemens.
La estrategia Horizonte 2020, presentada por la Comisi¨®n Europea en noviembre de 2011, pretende aportar recursos por valor de miles de millones de euros en sectores con potencial de la econom¨ªa europea. ¡°No se sale de la crisis solo con sacrificios¡±, coment¨® en su d¨ªa el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani. ¡°Hay que reindustrializar¡±. El objetivo declarado es sustituir un decadente tejido industrial basado en productos de baja tecnolog¨ªa e intensivos en mano de obra por otros muy tecnificados y de gran valor a?adido.
Pero la tecnolog¨ªa, por s¨ª sola, no es suficiente para alcanzar ese objetivo, defiende Rosa Garc¨ªa, presidenta de Siemens Espa?a. ¡°El software solo no hace nada¡±, afirma. ¡°No construye nada, no salva vidas. De lo que se trata es de adaptarlo a la tecnolog¨ªa industrial. Unificar el software con las herramientas que ya tenemos¡±. Para Garc¨ªa, lo fundamental es poner en marcha la tecnificaci¨®n de sectores industriales hasta ahora sin digitalizar, lo que abre un mundo de posibilidades para las empresas. ¡°Solo hay que pensar en el potencial ahorro energ¨¦tico¡±, pone como ejemplo.
Las empresas m¨¢s innovadoras crecen m¨¢s, seg¨²n un estudio con 3.300 compa?¨ªas espa?olas
Para mantenerse en esa vanguardia tecnol¨®gica es fundamental la innovaci¨®n. ¡°Una investigaci¨®n del Instituto de Estudios de Perspectivas Tecnol¨®gicas (ITPS, en sus siglas en ingl¨¦s), con datos de 3.300 empresas espa?olas, revel¨® que las empresas m¨¢s innovadoras crecen m¨¢s, crean m¨¢s empleo y funcionan mejor¡±, se?ala Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigaci¨®n, Desarrollo e Innovaci¨®n. ¡°La OCDE tambi¨¦n tiene un estudio que apunta a un resultado parecido¡±. Rosa Garc¨ªa est¨¢ de acuerdo. ¡°En el siglo XXI, el principal factor que diferencia a las empresas es su capacidad de atraer a los mejores y que estos quieran florecer como profesionales en ellas¡±, afirma.
?Y qu¨¦ es la innovaci¨®n? ¡°Es una actitud¡±, se?ala Jos¨¦ Llad¨®, presidente de T¨¦cnicas Reunidas. ¡°La actitud de buscar la creatividad en todas y cada una de tus funciones en la empresa. Se trata de estar abierto a nuevas ideas. La clave es crear equipos y buscar gente que sea mejor que uno mismo. Y que esa gente tambi¨¦n se rodee de los mejores¡±. Llad¨® tambi¨¦n afirma que la innovaci¨®n implica una sensibilidad cultural. ¡°Es trabajar en una cultura extra?a y preguntarse constantemente: ?lo estoy haciendo bien?, ?me est¨¢n entendiendo? Esa actitud ha sido fundamental para tener ¨¦xito en pa¨ªses tan distintos como Argentina, Indonesia o China¡±.
Para tener a los mejores hay que formar a los mejores. La calidad del sistema educativo es fundamental para tener trabajadores capaces de reaccionar r¨¢pidamente y bien a los cambios econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales. Para Jos¨¦ Llad¨®, Espa?a ya forma a esa clase de personal especializado. ¡°Los t¨¦cnicos y cient¨ªficos espa?oles son buenos y competitivos¡±, apunta. ¡°Cuando salen al extranjero lo hacen bien¡±.
Pero los ¨¦xitos no tapan la evidencia de que, en su mayor parte, el sistema educativo espa?ol no est¨¢ pensado para formar una actitud empresarial. Esto se debe, entre otros motivos, a una raz¨®n cultural: la seguridad en el empleo es el santo grial para las familias espa?olas. ¡°Tradicionalmente, los padres quer¨ªan que sus hijos se convirtieran en funcionarios¡±, recuerda Javier Rodr¨ªguez Zapatero, director general de Google para Espa?a, Portugal, Oriente Pr¨®ximo, Turqu¨ªa y norte de ?frica. ¡°Esa situaci¨®n est¨¢ cambiando. Cada vez hay m¨¢s padres que quieren que se hagan empresarios¡±. Y advierte: ¡°la revoluci¨®n tecnol¨®gica lleva a una revoluci¨®n social y puede no gustarnos lo que pueda pasar¡±.
La relaci¨®n entre la universidad p¨²blica y las empresas tiene una fuerte carga ideol¨®gica
Ese cambio de paradigma obliga a repensar la relaci¨®n de las instituciones docentes ¡ªespecialmente las universidades¡ª con las empresas, un tema con una fuerte carga ideol¨®gica. Un importante sector de la comunidad docente ve la participaci¨®n de las empresas en la universidad p¨²blica con circunspecci¨®n ¡ªcuando no con abierta hostilidad¡ª temerosa de la elecci¨®n de criterios de rentabilidad a la hora de decidir qu¨¦ se estudia o investiga.
¡°Las universidades p¨²blicas no contemplan acercarse al sector privado¡±, se lamenta Juan B¨¦jar, vicepresidente y consejero delegado de FCC. ¡°En cambio, las universidades privadas dedican horas a imbricarse con las empresas, y nosotros dedicamos tiempo y recursos a colaborar con ellas¡±.
Para B¨¦jar, la reforma de la educaci¨®n universitaria implica un cambio radical de cultura. ¡°Hay que moverle la silla al estudiante y al profesor, hay que sacarlos de su zona de confort, que la situaci¨®n en la que est¨¢n tienen que gan¨¢rsela d¨ªa a d¨ªa¡±.
Estos incentivos no tienen por qu¨¦ ser negativos. ¡°Los buenos m¨¦dicos ganan m¨¢s¡±, apunta Rodr¨ªguez. ¡°?Por qu¨¦ no pueden los buenos maestros?¡±
¡°Una universidad separada de la econom¨ªa real podr¨ªa tener sentido en la Edad Media¡±, comenta B¨¦jar. ¡°En 2015, no. Un licenciado no puede competir con quien ya est¨¦ integrado en la econom¨ªa real, que quiere moverse, que sabe idiomas¡±.
Seg¨²n Carmen Vela, el Gobierno est¨¢ dando pasos para cambiar esa situaci¨®n. ¡°Es un error considerar que la investigaci¨®n y la innovaci¨®n empieza y termina en las universidades¡±, apunta. ¡°Hay que cambiar la actitud. Los estudiantes tienen que tener presente a las empresas durante sus estudios; que estas se hagan visibles¡±. Entre las ideas que baraja el ministerio est¨¢n los doctorados industriales, que se llevan a cabo en los centros de investigaci¨®n de las propias empresas, y que tienen gran ¨¦xito en pa¨ªses como Dinamarca. ¡°La innovaci¨®n no puede ser la hermana peque?a de la investigaci¨®n. Estamos intentando seguir la tendencia europea y buscar una nueva aproximaci¨®n¡±.
?Existe una formaci¨®n adecuada para imbuir esp¨ªritu empresarial? Llad¨® es esc¨¦ptico: ¡°Ser educado para convertirse en empresario me parece un co?azo. Yo soy qu¨ªmico¡±. Uno de los mejores banqueros que conoc¨ª ten¨ªa una formaci¨®n en hongos. Lo importante es aprender¡±.
El sector productivo no puede prosperar sin solventar los problemas de una econom¨ªa tecnificada
¡°Creo que somos buenos a la hora de crear una base de conocimientos¡±, apunta Almudena Rom¨¢n, directora general de ING Direct Espa?a. ¡°Pero nos falta incentivar la creatividad y la curiosidad, as¨ª como ense?ar a gestionar nuestras emociones: a ser asertivos, a tener capacidad de superaci¨®n, a tener una discusi¨®n sana¡±. ¡°Nuestro sistema educativo es demasiado te¨®rico¡±, remacha Rosa Garc¨ªa. ¡°Los estudiantes deber¨ªan dedicarse a aprender a aprender, en lugar de memorizar una tecnolog¨ªa que puede quedarse obsoleta¡±.
Aun culminando este proceso de reorientaci¨®n del sistema educativo para hacerlo m¨¢s receptivo a las necesidades del sector productivo, este no puede prosperar sin solventar ciertos problemas de la econom¨ªa de la innovaci¨®n.
Uno de ellos es el acceso al cr¨¦dito. Apostar por nuevos modelos productivos implica un riesgo que el sector bancario no siempre est¨¢ dispuesto a correr, y m¨¢s en tiempos de crisis. ¡°Veo mucha prudencia, nos falta confianza y autoestima¡±, reconoce Almudena Rom¨¢n. ¡°Estamos ocupados en arreglar las cosas, pero los bancos tenemos que ser parte de la soluci¨®n¡±.
¡°Con la contracci¨®n del cr¨¦dito, las empresas grandes nos seudoapa?amos¡±, comenta Juan B¨¦jar. ¡°Si logramos salir fuera es gracias a los inversores, no al sistema bancario. Eso no es un problema de Espa?a, sino de toda la zona euro. Y es un problema que debe resolverse, porque nuestros rivales tienen un acceso mucho m¨¢s f¨¢cil al cr¨¦dito¡±.
¡°Hay que ayudar a las empresas a desarrollarse a trav¨¦s del cr¨¦dito¡±, apunta Rosa Garc¨ªa. ¡°Pero no hablamos solo del sector bancario. Hablamos de medios alternativos de financiaci¨®n como pueden ser los business angels, o el shadow banking. Y de seguridad jur¨ªdica¡±.
¡°En nuestra empresa no nos jubilamos¡±
Juan Llad¨®, presidente de T¨¦cnicas Reunidas, afirma que en la empresa de ingenier¨ªa el tiempo pasado al servicio de la compa?¨ªa es una virtud.
¡°En nuestra empresa no nos jubilamos¡±, comenta. ¡°A los 70 nuestros empleados se quitan la corbata y se dedican a tareas ejecutivas y de formaci¨®n, y eso te da un saber hacer que no est¨¢ en los libros¡±. Llad¨® se?ala que en su empresa se imparten miles de horas de clase al a?o. ¡°73 de nuestros empleados tienen m¨¢s de 65 a?os. Y presumen de no llevar corbata¡±.
¡°Hay que hacer normal el trasvase entre universidad y empresas¡±
Para Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigaci¨®n, Desarrollo e Innovaci¨®n, ¡°los profesores universitarios en Espa?a no tienen problema en irse a las empresas privadas y trabajar all¨ª; pero se habla de traer a directivos de empresas para que den clase en la universidad... Hay que hacer normal ese trasvase entre universidad y empresas¡±. Y concluye: ¡°Dejemos ya de seguir buscando culpables, dej¨¦monos ya de diagn¨®sticos: la soluci¨®n es una industria innovadora y de alto valor a?adido¡±. ¡°Si seguimos mirando hacia atr¨¢s, lo vamos a pagar todos¡±.
¡°Despreciar al enemigo peque?o es perder¡±
¡°Cada d¨ªa creo menos en el tama?o¡±, afirma Juan B¨¦jar, consejero delegado de FCC. ¡°Despreciar al enemigo peque?o es perder¡±. Para B¨¦jar, ¡°las decisiones de movimiento de capital son instant¨¢neas. Una empresa puede destruirse en cuatro d¨ªas. El mundo globalizado no te da un plazo para resolver los problemas. En dos a?os puede haber cambiado todo¡±. ¡°Si no lo aceptamos, los que cuentan dejar¨¢n de contar, y no hay defensa para eso. No se puede elegir no ser parte de la globalizaci¨®n¡±.
¡°Las empresas deben estar listas para que los coches anden solos¡±
Javier Rodr¨ªguez Zapatero, director general de Google en Espa?a, se siente ¡°espa?ol y optimista digital¡±. Para ¨¦l, la tecnolog¨ªa nos obliga a repensar la educaci¨®n. ¡°Decid¨ª aprender a tocar la guitarra. La guitarra la compr¨¦ por Internet, y mis profesores, en YouTube, son un australiano y un malague?o¡±. Eso pide otra clase de profesional.
¡°Los coches ir¨¢n solos. Los sistemas de transportes ir¨¢n solos¡±, pronostica. ¡°Y la poblaci¨®n y las empresas deben estar listas para ello¡±.
¡°Aprender requiere tener curiosidad constantemente¡±
Para Almudena Rom¨¢n, directora general de ING, la b¨²squeda de la competitividad no puede hacerse sin ¡°una misi¨®n¡±. ¡°?Para qu¨¦ queremos competitividad? ?Para qu¨¦ queremos innovaci¨®n?¡±, se pregunta. ¡°Hay que fijarse prioridades y poner el foco¡±. ¡°Tenemos la necesidad de ajustarnos muy r¨¢pido. Aprender requiere otra actitud que no tiene que ver con la edad. Es tener curiosidad constantemente¡±, apunta. Y, sobre todo, querer adaptarse a las nuevas situaciones. ¡°Menos competici¨®n y m¨¢s colaboraci¨®n¡±.
¡°Los pilares de la competitividad son: el entorno macroecon¨®mico, el capital humano y la tecnolog¨ªa¡±
¡°Los pilares de la competitividad son tres: el entorno macroecon¨®mico, el capital humano y la tecnolog¨ªa¡±, defiende Rosa Garc¨ªa, presidenta de Siemens en Espa?a. Para Garc¨ªa, la prioridad, tanto en el sector tecnol¨®gico como en la formaci¨®n del capital humano, es transformar las ideas en resultados pr¨¢cticos. ¡°La sociedad tiende demasiado hacia la universidad¡±, afirma. ¡°La formaci¨®n profesional no est¨¢ en consonancia con las necesidades de la empresa¡±.
Para Garc¨ªa, a¨²n hay tiempo para poner a Espa?a en el camino de la modernizaci¨®n industrial. ¡°No podemos ni queremos ser la China europea¡±, se?ala. ¡°Debemos hacer productos de alta tecnolog¨ªa. Debemos implantar la industria 4.0, la nueva revoluci¨®n industrial. Estamos llevando una reindustrializaci¨®n mirando al retrovisor, y eso no puede ser. Quiz¨¢s hoy pueda ser pronto para actuar, pero dentro de siete a?os puede ser demasiado tarde¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.