La violencia le cuesta a Centroam¨¦rica
La lucha contra la inseguridad genera un gasto anual equivalente al 8% del PIB regional
El marero y su secuaz se limitan a cumplir las ¨®rdenes: mimetizados como transe¨²ntes en la muchedumbre en la capital de Guatemala, y sin despertar ninguna sospecha, suben a un autob¨²s del transporte p¨²blico, muestran con discreci¨®n sus armas de fuego al conductor, le dan un tel¨¦fono m¨®vil y le ordenan que, en menos de una hora, se lo entregue a su jefe.
Es el inicio de una millonaria negociaci¨®n criminal. Cumplido el plazo anunciado, el jefe o propietario de la empresa de transportes recibe una llamada en el m¨®vil entregado a uno de sus ch¨®feres y escucha la demanda: si no paga unos 6.000 d¨®lares por semana, los conductores ser¨¢n asesinados en alg¨²n tramo del recorrido y sus autobuses ser¨¢n incendiados, con o sin ocupantes. La rutina es parte de la cotidianeidad urbana y rural en Guatemala, Honduras y El Salvador, y es ejecutada sobre todo por las maras 18 y Salvatrucha, las pandillas que, en diversas etapas del negocio de la extorsi¨®n, act¨²an como brazos armados del crimen organizado.
Un informe de la C¨¢mara Americana-Guatemalteca de Comercio (AmCham), uno de los principales grupos de la iniciativa privada de Guatemala, revel¨® a finales de junio que las compa?¨ªas del transporte de mercanc¨ªas del pa¨ªs pagan 243 millones de d¨®lares al a?o solo para contratar guardias jurados y aun as¨ª tienen que hacer frente a las extorsiones de las maras. Solo el sector del transporte destina el 12% de su presupuesto anual a la seguridad, pero no es el ¨²nico afectado directamente por la violencia: la alimentaci¨®n, industria manufacturera, agricultura, construcci¨®n y combustibles sufren mucho el acoso del crimen, seg¨²n la Fiscal¨ªa General de Guatemala.
La cadencia de hechos es solo un peque?o detalle del impacto y del costo de la criminalidad y de la inseguridad en los tres pa¨ªses que conforman el Tri¨¢ngulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) y convierten a la zona en una de las m¨¢s violentas del mundo. El Banco Mundial ha calculado que lo que se gasta en seguridad, procesos judiciales y atenci¨®n m¨¦dica derivadas de la violencia extrema consume el 8% del producto interior bruto (PIB) de Centroam¨¦rica, equivalente a unos 19.500 millones de d¨®lares. La cifra se dispara en el caso del Tri¨¢ngulo, donde el coste de la criminalidad y la prevenci¨®n se dispara a m¨¢s del 19% del PIB en el caso de Honduras, m¨¢s del 14% en el caso de El Salvador, y casi el 9% en el de Guatemala; seg¨²n el Instituto para la Paz y la Econom¨ªa (IEP, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s), de Australia.
El aumento del crimen provoca una constante fuga de empresas
¡°La violencia tiene un alto impacto social y afecta a la capacidad de gesti¨®n del Estado, desv¨ªa los fondos del Gobierno para el desarrollo y al mismo tiempo reduce la inversi¨®n nacional y extranjera, aumenta los costos de producci¨®n y potencia el desempleo y la ca¨ªda de la calidad de vida de la poblaci¨®n¡±, dice la costarricense Lina Barrantes, directora ejecutiva de la Fundaci¨®n Arias para la Paz y el Progreso Humano, en San Jos¨¦. ¡°Obviamente, todo esto reduce las opciones de crecimiento y de desarrollo de los pa¨ªses¡±, subraya.
¡°Esta violencia trata de ser combatida con un aumento del gasto militar en la regi¨®n. En 2013 Nicaragua, el pa¨ªs m¨¢s pobre del ¨¢rea, increment¨® su gasto militar el 27%, Guatemala y Honduras el 18%; mientras que Panam¨¢ el 11% y Costa Rica (sin ej¨¦rcito desde 1948) fue el que present¨® menos gastos, con un aumento de 9,6% para comprar equipo de polic¨ªa¡±, informa la fundaci¨®n. La soluci¨®n ¡°no es la represi¨®n, es dar oportunidades a los j¨®venes en educaci¨®n, salud y empleo¡±, puntualizan desde el organismo.
En la misma l¨ªnea, la guatemalteca Carolina Castellanos, directora ejecutiva de AmCham, explica que aunque Guatemala representa el 30% del PIB regional, debido a ¡°la criminalidad¡± solo atrae el 9% de la inversi¨®n extranjera directa. La violencia agudiza el deterioro econ¨®mico de una zona en la que, con una poblaci¨®n de poco m¨¢s de 43 millones de habitantes, cerca del 50% sobrevive en variados rangos de pobreza, en la que la subnutrici¨®n y el hambre golpean a 7,7 millones, de acuerdo con los datos de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO).
El panorama de inseguridad ha provocado una lenta pero constante fuga de compa?¨ªas hacia la regi¨®n. En marzo de 2013, la Asociaci¨®n de Industriales de Honduras inform¨® de que por el hostigamiento, 25 firmas hab¨ªan salido del pa¨ªs, principalmente hacia M¨¦xico, en los ¨²ltimos a?os. En El Salvador, el Consejo de la Peque?a Empresa revel¨® en mayo pasado que las extorsiones a compa?¨ªas hab¨ªan aumentado un 20% en los ocho meses anteriores y que el 76% de los perjudicados se absten¨ªa de denunciar los delitos por miedo a represalias. El 90% de los peque?os empresarios sufre alg¨²n tipo de extorsi¨®n y ¡°muchos¡± optan por vender sus bienes y ¡°huir¡± del pa¨ªs, dicen en la patronal salvadore?a.
Los homicidios se ceban con la franja de edad m¨¢s activa de la econom¨ªa
Al aumento de la criminalidad se suma la complicidad o la incapacidad policial. El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, una instituci¨®n privada con sede en la capital guatemalteca y que sigue de cerca la relaci¨®n entre el crimen y el retroceso econ¨®mico, revel¨® en febrero pasado que la cantidad de asesinatos pr¨¢cticamente se duplic¨® en la regi¨®n de 2000 a 2012, a pesar de que el n¨²mero de polic¨ªas por cada 100.000 habitantes subi¨® de 218 a 297. El ¨ªndice de confianza en los cuerpos de seguridad es bastante bajo en toda la regi¨®n Centroamericana, salvo en Costa Rica, seg¨²n el ¨²ltimo ?ndice de Competitividad Global del Foro Econ¨®mico Mundial.
¡°La mayor parte de los muertos est¨¢ en el rango de 18 a 35 a?os y mayormente son hombres. Es decir, en la edad activa. El costo en p¨¦rdida del aporte a la productividad es alt¨ªsimo, sobre todo en Guatemala, El Salvador y Honduras¡±, se?ala la guatemalteca Carmen Rosa de Le¨®n Escribano, directora ejecutiva del Instituto de Ense?anza para el Desarrollo Sostenible de Guatemala. ¡°Hay un alejamiento de la inversi¨®n no solo por la inseguridad sino por los costos que la prevenci¨®n de la misma conlleva a quienes quieren hacer negocios en la regi¨®n. Al final se encarece toda la cadena productiva haciendo que no se pueda ser competitivo en t¨¦rminos globales¡±, explica.
La evoluci¨®n de los homicidios se divide en dos grupos, el del Tri¨¢ngulo Norte, con los escenarios m¨¢s graves y tasas que, en el caso hondure?o, llegaron a 79 asesinatos por cada 100.00 personas en 2013, y el de los menos graves, formado por Nicaragua, Panam¨¢ y Costa Rica, que cerr¨® el a?o anterior con casi nueve homicidios por 100.000 habitantes.
?Y los castigos? Con los tribunales atiborrados y con una ¨¦tica judicial en m¨ªnimos, los criminales act¨²an con impunidad. Por eso, la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala sigue lamentando que no haya procesos penales que acaben con sentencias ejemplarizantes mientras s¨ª aumentan las sentencias que s¨ª hacen pensar que la impunidad es cada vez mayor.
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