Rusia o la amenaza agraria permanente
El peso real de este gran mercado para las producciones espa?olas llegar¨ªa al 5%
Desde el pasado 7 de agosto, producciones agrarias y agroalimentarias comunitarias por valor de unos 5.200 millones de euros, de los que casi 2.000 millones corresponden a 2,4 millones de toneladas de frutas y hortalizas, se han visto bloqueadas y obligadas a buscar nuevos mercados ante la decisi¨®n de Rusia de prohibir durante un a?o su entrada en ese territorio como medida de represalia a los pa¨ªses que acordaron sanciones por la actuaci¨®n de Mosc¨² en la crisis de Ucrania.
Aunque el comercio agroalimentario de la Uni¨®n Europea con Rusia no llega al 4% sobre el conjunto de las exportaciones comunitarias, la falta de salidas inmediatas a esas producciones se ha traducido en una ca¨ªda de los precios por el aumento de los excedentes. En el caso del porcino, donde Rusia cerr¨® las fronteras a la UE en 2013 alegando razones de seguridad alimentaria, los operadores han abierto otras v¨ªas indirectas de entrada a trav¨¦s de algunos pa¨ªses de la Federaci¨®n Rusa. Es probable que, en el futuro, suceda lo mismo con las frutas y hortalizas, pero, por el momento, son producciones que no tienen mercados alternativos. Bruselas ha iniciado las negociaciones con los pa¨ªses miembros para dar respuesta a los problemas de los sectores afectados.
En el caso de Espa?a, Rusia ha sido considerado tradicionalmente uno de los pa¨ªses objetivo de las exportaciones agroalimentarias fuera de la UE, tanto de los productos elaborados como en los frescos, y muy especialmente en frutas y hortalizas, debido al volumen potencial de su demanda, cercan¨ªa y complementariedad en las campa?as de producci¨®n. Se trata de un mercado con grandes posibilidades de crecimiento, pero te?ido con una importante dosis de inseguridad, donde escenarios positivos de crecimiento se pueden ver radical e inesperadamente truncados ante la volatilidad de las decisiones del Gobierno de Mosc¨² en materia de comercio por razones pol¨ªticas o econ¨®micas. En el veto actual a las frutas y hortalizas, los mercados de los pa¨ªses beneficiados sobre los que puedan tener otros intereses las autoridades rusas podr¨ªan ser los latinoamericanos y los del norte de ?frica.
Actualmente, el comercio agroalimentario con Rusia, seg¨²n los datos manejados por el Ministerio de Agricultura, se eleva solo a 65.537 toneladas de productos de origen animal, por valor de 143,6 millones de euros, el 1,50% del valor de todas las exportaciones de este tipo, y 275.000 toneladas de productos de origen vegetal por valor de 298 millones, que suponen el 1,65% de todas las exportaciones de esas producciones. La prohibici¨®n de las autoridades rusas no incluye vinos y aceites, y afectar¨ªa a unas ventas estimadas en 337 millones de euros, de los que 158 millones corresponden a frutas, 72 millones a hortalizas, 16 millones a pescados, 8 millones a carnes de vacuno y 3,6 millones a l¨¢cteos, a los que se sumar¨ªan otros 80 millones que ya se han dejado de exportar en porcino. Esta cifra supone el 1,8% de las exportaciones totales de estos productos, que suman 18.643 millones.
En Espa?a, oficialmente, el peso de las exportaciones directas al mercado ruso ascender¨ªa a unas 230.000 toneladas por valor de unos 250 millones de euros, que solo supondr¨ªan una media del 2% de todas las ventas en el exterior. Sin embargo, el impacto de la prohibici¨®n es mucho m¨¢s grave si se tiene en cuenta que, de forma indirecta, v¨ªa la reexportaci¨®n desde otros pa¨ªses como Holanda, Francia o Polonia, se estima que las ventas a Rusia pod¨ªan ascender hasta el 5% de todas las exportaciones espa?olas y hasta el 30%, unas 600.000 toneladas, de las ventas comunitarias a ese mercado, a las que habr¨¢ que buscar otras salidas.
Se trata de una situaci¨®n donde el problema de los excedentes por el cierre del mercado ruso es comunitario y las soluciones deben tener una respuesta global para toda la UE. Esa es la posici¨®n con la que aborda el problema la ministra de Agricultura, Isabel Garc¨ªa Tejerina, para evitar el derrumbe de los precios.
Desde la Administraci¨®n espa?ola, de acuerdo con los planteamientos del sector, se aboga por que Bruselas aplique inmediatamente los mecanismos de apoyo previstos contra situaciones de crisis, que cuentan con un fondo de m¨¢s de 430 millones de euros. Agricultura reclama una pol¨ªtica de retirada de acuerdo con la normativa comunitaria y que la actuaci¨®n afecte no solo a 10.000 toneladas de melocotones y nectarinas, sino tambi¨¦n a otras producciones y, todo ello, de forma r¨¢pida. Espa?a demanda adem¨¢s medidas de promoci¨®n para el consumo.
Ausencia de salidas en terceros pa¨ªses
Frutas y hortalizas, con unas ventas en el exterior en 2013 de 11,8 millones de toneladas por valor de 10.700 millones de euros, constituyen el eje m¨¢s importante de las exportaciones agroalimentarias espa?olas con presencia en todos los continentes. Sobre el papel se trata de un sector marcado por el ¨¦xito y el aumento permanente de ventas.
Sin embargo, se trata de un sector f¨¢cilmente vulnerable con muchos puntos d¨¦biles. Del conjunto de las exportaciones de frutas y hortalizas, aproximadamente un 92% se comercializa en los pa¨ªses comunitarios y otro 5% en el resto de Europa, donde destacan Rusia, Noruega o Suiza. Eso supone que solamente un 3% de las ventas se comercializan fuera de Europa. Se trata de pa¨ªses donde, en opini¨®n del director de la Federaci¨®n Espa?ola de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), Jos¨¦ Mar¨ªa Pozancos, hay una importante demanda, a buenos precios, que Espa?a podr¨ªa cubrir en competencia con las ofertas de otros terceros pa¨ªses si la UE tuviera un mayor inter¨¦s por el sector, suscribir protocolos comerciales y una pol¨ªtica de reciprocidad.
A este problema de una mayor diversificaci¨®n de los mercados, el sector de las frutas y hortalizas se enfrenta a otras tres dificultades. En primer lugar, unas fronteras comunitarias abiertas totalmente a las importaciones en condiciones ventajosas para terceros pa¨ªses, con producciones cultivadas, en muchos casos, sin las exigencias en materia fitosanitaria que se aplican a los cultivadores de los pa¨ªses miembros y que perjudican fundamentalmente al sector espa?ol en su oferta fuera de campa?a. En segundo lugar, un incremento de las producciones propias en los otros pa¨ªses miembros. Por ¨²ltimo, unas barreras artificiales fitosanitarias en terceros pa¨ªses, especialmente Estados Unidos, China, Jap¨®n o Sud¨¢frica, que solo pretenden evitar o dificultar la entrada de productos del exterior que puedan perjudicar a sus propias producciones.
Frente a esta situaci¨®n, desde la Federaci¨®n de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas se ha planteado al Gobierno un plan encaminado fundamentalmente a la apertura o la consolidaci¨®n de nuevos mercados en terceros pa¨ªses como el mejor instrumento para sostener los precios y mantener el incremento de las producciones. En la misma l¨ªnea se halla el plan para la internacionalizaci¨®n del sector agroalimentario impulsado por Agricultura en coordinaci¨®n con el ICEX, las comunidades aut¨®nomas y el propio sector.
Las exportaciones comunitarias fuera de Europa ascendieron en 2012 a 2,6 millones de toneladas, de las que solamente 358.000 correspondieron a Espa?a. El sector, seg¨²n una encuesta realizada entre todos los exportadores, estima que hay grandes posibilidades de vender, tanto a los pa¨ªses americanos como en los asi¨¢ticos, todo tipo de productos perecederos y muy especialmente las frutas frente a Chile, Argentina o Australia.
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