La UE vuelve a la carga en Latinoam¨¦rica
Europa ha activado pactos comerciales con nueve pa¨ªses de la regi¨®n desde 2013 y ahora redobla los esfuerzos para ampliar los de M¨¦xico y Chile, y firmar con Mercosur
En julio pasado tres l¨ªderes mundiales visitaron varios pa¨ªses latinoamericanos: los presidentes de China, Xi Jinpping, de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, y el primer ministro de Jap¨®n, Shinzo Abe. Quedaron en evidencia las fuertes relaciones que China ha tejido en tierra latinoamericana en lo que va de siglo, la decisi¨®n rusa de seguirle los pasos y el deseo japon¨¦s de no quedar rezagado. Al mismo tiempo, la Uni¨®n Europea (UE) movi¨® ficha en el mismo tablero. Pact¨® un acuerdo de asociaci¨®n (libre comercio de bienes, apertura de servicios, inversiones y compras gubernamentales) con el Ecuador de Rafael Correa, que cinco a?os antes hab¨ªa cerrado la negociaci¨®n. El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, viaj¨® adem¨¢s a Brasil y urgi¨® a que finalizaran los 15 a?os de negociaci¨®n del tratado entre la UE y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela).
Desde 2013, aparte del pacto con Ecuador, entraron en vigor acuerdos de asociaci¨®n entre Bruselas y ocho pa¨ªses latinoamericanos: los seis centroamericanos, incluidos Nicaragua y El Salvador ¡ªmiembros de la Alianza Bolivariana de Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador y cuatro pa¨ªses caribe?os¡ª, y dos miembros de la Alianza del Pac¨ªfico, Colombia y Per¨². Los 28 ya ten¨ªan en vigor tratados de libre comercio (TLC) con los otros integrantes de la alianza, M¨¦xico (2000) y Chile (2003), y una asociaci¨®n con el Cariforo (2009), que integran 15 pa¨ªses caribe?os, incluida Rep¨²blica Dominicana. Bruselas ha iniciado contactos para ampliar los pactos con M¨¦xico y Chile, pero marcha m¨¢s avanzado con el pa¨ªs norteamericano.
La UE tiene libre comercio con 11 de los 19 pa¨ªses de la regi¨®n y dentro de un a?o y medio o dos llegar¨¢ a 12, cuando se ponga en marcha el convenio con Ecuador. Pero a¨²n le falta el de Mercosur, que representa el 58,6% de la econom¨ªa latinoamericana. EE UU tambi¨¦n liberaliz¨® casi a la par el comercio con 11 pa¨ªses de la regi¨®n, pero no ha negociado con Ecuador. China solo tiene TLC con Chile, Per¨² y Costa Rica, pero se ha convertido en el primer socio comercial no solo de esos dos pa¨ªses sudamericanos, sino tambi¨¦n de Brasil y Venezuela, y en el segundo de Argentina y Colombia.
"La UE y Mercosur son novios desde hace 15 a?os. ?No ser¨¢ el momento de oficializar esa relaci¨®n?", dijo Barroso tras reunirse con la presidenta brasile?a, Dilma Rousseff. No hay otro pa¨ªs o bloque que mantenga una negociaci¨®n tan avanzada con Mercosur como la UE. "Estudios independientes demuestran que un acuerdo con la UE representar¨ªa para los pa¨ªses de Mercosur un aumento de sus exportaciones hacia Europa cercano al 40%", argument¨® Barroso. Entre 2009 y 2013, las exportaciones latinoamericanas que m¨¢s crecieron hacia la UE en t¨¦rminos porcentuales fueron las de Paraguay (200%), Bolivia (150%), Cuba (100%), Colombia (92,5%), M¨¦xico (71,5%) y Per¨² (65,6%), mientras que decrecieron las de Venezuela (-12,8%) y Argentina (-1,2%), y se estancaron las de El Salvador y Panam¨¢, y crecieron las de Honduras y Chile (ambos un 20%), que desplaz¨® a Argentina como tercer socio de la UE en Latinoam¨¦rica. Las exportaciones de Brasil, el mayor socio por encima de M¨¦xico, subieron un 26,4%. Las ventas europeas crecieron m¨¢s r¨¢pido hacia Paraguay, Uruguay, Per¨², Bolivia, Ecuador y Argentina, que desde 2012 impuso trabas a importaciones desde todos los or¨ªgenes.
Barroso irrit¨® a Argentina al proponer un acuerdo directo entre la Uni¨®n y Brasil
Barroso dijo que en la UE "saben" que "Brasil quiere avanzar hacia un acuerdo comercial", pero "no decide solo y los ritmos de los otros miembros de Mercosur son diferentes". Apunt¨® a la Argentina de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner y no a Venezuela. Este pa¨ªs incorporado a Mercosur en 2012 adoptar¨¢ el arancel externo com¨²n en 2016 y no participa de las conversaciones con la UE. De concretarse el acuerdo, podr¨ªa sumarse.
Barroso finaliz¨® su visita a Brasil con declaraciones pol¨¦micas: "Me parece absurdo que la UE tenga acuerdos de libre comercio con el mundo entero menos con Brasil. Traje a Dilma y a Brasil un mensaje: hagamos un acuerdo UE-Brasil". Nunca antes hab¨ªa apoyado un pacto directo con alguno de sus miembros. Funcionarios del Gobierno argentino le respondieron en el peri¨®dico argentino Buenos Aires Econ¨®mico (BAE): "Esto es un claro intento de romper Mercosur, porque no tienen un plan para el bloque que les sirva a sus esclavizantes intereses. Es incre¨ªble c¨®mo Barroso dice esto, cuando estamos en negociaciones entre ambos bloques. Est¨¢ tirando para atr¨¢s todo lo avanzado hasta el momento, que hab¨ªa sido mucho si se lo compara con los ¨²ltimos a?os". Pero la UE anhela un intercambio de ofertas con Mercosur en septiembre u octubre, aunque la renovaci¨®n de la Comisi¨®n Europea en noviembre, las elecciones presidenciales de Brasil el 5 de octubre y la crisis de deuda de Argentina pueden dilatar la negociaci¨®n.
Empresarios del gigante sudamericano presionan a Rousseff para que negocie porque se ilusionan con que la exportaci¨®n de alimentos y manufacturas a la UE reemplace los desgastados motores de crecimiento del pasado reciente: las materias primas y el consumo interno. Tambi¨¦n pesa la red de acuerdos bilaterales que pa¨ªses y bloques han firmado en los ¨²ltimos a?os y que pueden marginar a productos de Brasil o Argentina de ciertos mercados. Un acuerdo con Europa no les supondr¨ªa a ambos pa¨ªses una avalancha de manufacturas baratas, pero pone en riesgo sectores como el de componentes de coches.
La UE hab¨ªa intentado negociar un pacto con la casi desaparecida Comunidad Andina, pero primero avanz¨® solo con Colombia y Per¨². Con Bolivia no hay contactos. ?Por qu¨¦ cambi¨® Ecuador? El modelo econ¨®mico de Correa, al igual que el de Evo Morales, es distinto del de Venezuela: cuentas fiscales algo m¨¢s ordenadas y una menor intervenci¨®n en la econom¨ªa. Ecuador, cuyo 30% de exportaciones a la UE son pl¨¢tanos, ve¨ªa c¨®mo sus competidores en el mercado de esta fruta ¡ª Colombia, Costa Rica y Panam¨¢¡ª pod¨ªan ganarle terreno. Bruselas preve¨ªa quitarle a finales de 2014 a Quito las preferencias arancelarias por la subida de la renta per c¨¢pita ecuatoriana, con lo que las ventas de at¨²n, camar¨®n, flores y otros productos iban a pagar tasas por valor de 240 millones de euros anuales.
En la regi¨®n de la Comunidad Andina, Bruselas solo ha logrado avances con Colombia y Per¨²
Correa busca inversi¨®n extranjera para cambiar la base productiva del pa¨ªs andino, dependiente del petr¨®leo y otras materias primas. La UE alega que los TLC suelen fomentar m¨¢s la inversi¨®n que el comercio porque ofrecen a las compa?¨ªas protecci¨®n jur¨ªdica y apertura al intercambio. Entre 2001 y 2013, la inversi¨®n extranjera acumulada como porcentaje del PIB subi¨® en Chile, Colombia, M¨¦xico y Per¨², pero tambi¨¦n en Brasil, principal receptor de capital for¨¢neo en la regi¨®n. En cambio, retrocedi¨® en Argentina, Ecuador y Venezuela.
Las empresas europeas abogan por los TLC porque pelean por el mercado latinoamericano con rivales locales, de Estados Unidos, China y Rusia. Desde 2000, la UE se ha mantenido como proveedor y comprador de m¨¢s del 10% del comercio latinoamericano, mientras que China ha escalado de una porci¨®n residual a poco menos de lo que importa Europa de la regi¨®n e incluso m¨¢s que lo que exportan los 28. EE UU ha pasado de ser destino de m¨¢s del 60% de las exportaciones latinoamericanas a menos del 40% y dej¨® de ser el proveedor de la mitad de las importaciones del subcontinente al sumar solo el 30%. La inversi¨®n china crece, pero a¨²n representa una porci¨®n menor del capital extranjero que llega a Am¨¦rica Latina: el 5% en 2012, alrededor de la mitad de lo que llega desde EE UU y una octava parte de lo que proviene de la UE. Rusia a¨²n supone poco en la regi¨®n, pero importar¨¢ de esta zona m¨¢s alimentos para compensar los que ha decidido dejar de comprar en EE UU y la UE, y busca, al igual que China, ganar contratos p¨²blicos ofreciendo financiaci¨®n, algo que ni EE UU ni la UE tienen en cartera.
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