Draghi dice que la eurozona est¨¢ ¡°en punto muerto¡± y prepara m¨¢s medidas
El BCE inicia una transici¨®n ¡°hacia pol¨ªticas m¨¢s activas en la gesti¨®n del balance¡±
Contra el discurso triunfalista de las ¡°ra¨ªces vigorosas¡± que no terminan de arraigar, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, hizo este lunes un ejercicio de realismo: admiti¨® que la econom¨ªa europea ¡°pierde impulso¡± y de hecho est¨¢ ya ¡°en punto muerto¡±. Y para salir de ah¨ª, insisti¨® en que Europa necesita tener fe en una especie de trinidad: debe activar est¨ªmulos monetarios y fiscales, inversi¨®n y reformas. Las tres cosas, y las tres a la vez. Draghi, que repite ese nuevo estribillo desde el verano tras varios a?os reclamando reformas y recortes (pero no est¨ªmulos e inversiones), anunci¨® en la Euroc¨¢mara a¨²n m¨¢s activismo: el BCE est¨¢ iniciando ¡°una transici¨®n desde una pol¨ªtica monetaria b¨¢sicamente pasiva a una gesti¨®n m¨¢s activa del balance¡±. Traducci¨®n libre: a la corta habr¨¢ compras de activos privados (c¨¦dulas hipotecarias y t¨ªtulos financieros asegurados, los ABS), pero a la larga, si la inflaci¨®n sigue dando disgustos y la econom¨ªa sigue en ese tono mortecino, el BCE ¡°est¨¢ listo para usar m¨¢s instrumentos no convencionales¡±. Es decir, compras de deuda p¨²blica y privada a la americana.
Draghi conoce como nadie las tripas de la banca, que est¨¢ a punto de diseccionar con los ex¨¢menes de calidad de los activos. Mima su relaci¨®n con la canciller Angela Merkel, de la que necesita luz verde a cada paso. Y es quiz¨¢ el ¨²nico l¨ªder europeo que ha entonado un mea culpa por las recetas equivocadas, que han acabado con la eurozona al borde de una tercera recesi¨®n ¡ªtres ca¨ªdas del PIB que en realidad son tres cortes de la misma herida¡ª, la inflaci¨®n desaparecida y el riesgo de una enfermedad japonesa. Pero ha sabido cambiar el discurso: frente al acento en las pol¨ªticas de oferta de los ¨²ltimos a?os, ahora admite que la demanda interna europea no arranca. Y avisa de un cat¨¢logo de riesgos abrumador: Draghi apunt¨® ante los parlamentarios que los indicadores econ¨®micos son ¡°m¨¢s d¨¦biles de lo esperado¡±, a los que se unen ¡°tensiones geopol¨ªticas, un nivel de paro inaceptablemente alto y un d¨¦bil crecimiento del cr¨¦dito que frenan la reactivaci¨®n¡±.
El BCE ya ha empezado a disparar. La semana pasada activ¨® la manguera de liquidez, con resultados menos brillantes de lo esperado (pese a que Draghi explic¨® que las cosas fueron seg¨²n lo previsto). Y en octubre empezar¨¢ con las compras de activos privados. El Eurobanco ¡°controla de cerca los riesgos para la inflaci¨®n¡±, y para ello ¡°est¨¢ listo para usar medidas extraordinarias adicionales¡±, dijo, en un discurso en el que siempre figuran la necesidad de reformas y de mantener la credibilidad de las reglas fiscales, aunque con m¨¢s flexibilidad. Y la vuelta de un cap¨ªtulo casi desaparecido de los presupuestos: ¡°Las inversiones est¨¢n bajo m¨ªnimos¡±. Alemania y los pa¨ªses con margen fiscal deben invertir m¨¢s, se?al¨®. Aunque lo dijo muy a su manera: ¡°Deben seguir las recomendaciones espec¨ªficas de la Comisi¨®n¡±.
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