Una guerra fr¨ªa para la econom¨ªa rusa
Rusia, con una deuda y d¨¦ficit bajos, maniobra para sobrevivir a la crisis con Occidente
Los datos sobre la econom¨ªa rusa disponibles a finales del pasado agosto ¡ªen plena vigencia de las sanciones impuestas por Occidente y las restricciones a las importaciones decretadas por el Kremlin en respuesta¡ª dibujan un panorama un poco mejor del sufrido por el pa¨ªs en el peor momento de la crisis financiera mundial, entre 2008 y 2009. El producto interior bruto (PIB) ha crecido el 0,9% y el 0,8% interanual en el primer y segundo trimestre, respectivamente. La tendencia, aun contando con que se a?adir¨¢ una contracci¨®n de la econom¨ªa de medio punto en el tercer trimestre y de un punto en el cuarto, es que la actividad se estanque este a?o y crezca como mucho medio punto porcentual en 2015 y 2016, seg¨²n los expertos consultados.
¡°Las sanciones costar¨¢n a la econom¨ªa rusa una rebaja del crecimiento y un aumento de la inflaci¨®n y del coste del cr¨¦dito en los pr¨®ximos dos a?os¡±, explica Anton Tabakh, economista jefe del Instituto de Energ¨ªa y Finanzas. ¡°Las econom¨ªas, a menos que se trate de un bloqueo total a un pa¨ªs peque?o, acaban adapt¨¢ndose a las sanciones, aunque es verdad que en los primeros a?os el precio de la adaptaci¨®n es alto, tanto para las empresas como para los ciudadanos¡±, concluye.
El optimismo de Tabakh se debe, en buena parte, a que el consumo sigue activo a pesar de las sanciones. Las ventas minoristas crecieron un 2,7% en el primer semestre de 2014, seg¨²n Rosstat, la agencia estad¨ªstica. Desde la llegada de Vlad¨ªmir Putin al poder en 2000, el consumo se ha ido convirtiendo en uno de los motores del crecimiento, impulsado a su vez por una mayor redistribuci¨®n de las ganancias por ventas de energ¨ªa. Gracias a la exportaci¨®n de petr¨®leo y al auge de sectores como la distribuci¨®n, los servicios financieros o la construcci¨®n (localizada sobre todo en las ciudades), los ingresos de la poblaci¨®n aumentaron de forma constante desde 2001 hasta alcanzar una tasa media anual del 5% en 2013.
Las sanciones han disparado los precios y hundido el rublo y la inversi¨®n
Sin embargo, esta dependencia del consumo es, al mismo tiempo, uno de los flancos m¨¢s d¨¦biles del Kremlin en el pulso que mantiene con Occidente. ¡°Las sanciones est¨¢n presionando al alza los precios. En especial en las grandes ciudades, donde hay mucha dependencia de la importaci¨®n de alimentos. Las urbes medianas se abastecen de alimentos producidos en el pa¨ªs, por lo que all¨ª no se nota mucho la escasez de productos. No obstante, tambi¨¦n hemos observado un incremento de la inflaci¨®n en esas ¨¢reas¡±, explica Natalya Zubarevich, directora de programas regionales del Instituto Independiente de Pol¨ªtica Social.
Tras registrar una tasa anual del 6,5% a finales de 2013, la inflaci¨®n super¨® el 7,5% en agosto, cifra a¨²n muy por debajo del 15% que lleg¨® a registrar el pa¨ªs en agosto de 2008, en plena crisis. La cifra no incluye las sanciones rusas aprobadas el 7 de agosto a importaciones de alimentos como la carne, pescado, frutas, verduras y l¨¢cteos procedentes de la UE, EE UU, Australia, Canad¨¢ y Noruega. Estas restricciones, junto con el desplome del rublo, amenazan con mantener el ¨ªndice de precios en el 7% a corto y medio plazo. Para Darya Isakova, analista de VTB Kapital, la inflaci¨®n se situar¨¢ entre el 8% y 9% en 2015.
El rublo marc¨® a mediados de septiembre valores m¨ªnimos frente al d¨®lar y el euro al superar la barrera de 38,7 rublos por d¨®lar y 50 rublos por euro. Teniendo en cuenta la decisi¨®n del Banco Central de dejar de intervenir para defender la moneda y la bajada de los precios del petr¨®leo, muchos analistas prev¨¦n que el rublo siga depreci¨¢ndose. ¡°Despu¨¦s de la anexi¨®n de Crimea, mucha gente acomodada en Rusia empez¨® a gastar dinero en cualquier cosa, comprando pisos, coches, electrodom¨¦sticos; arrojaban el dinero ahorrado temiendo la devaluaci¨®n del rublo... Y esa devaluaci¨®n lleg¨®¡±, a?ade Zubarevich.
Otro serio problema que atenaza la econom¨ªa es la fuga de capitales privados, que ha sido masiva en lo que va de 2014. En el primer trimestre salieron del pa¨ªs unos 48.000 millones de d¨®lares y en el segundo trimestre la cifra baj¨® a 26.000 millones, seg¨²n el banco emisor. El Ministerio de Desarrollo Econ¨®mico prev¨¦ que la fuga de capitales llegue a los 100.000 millones de d¨®lares en 2014.
El problema de la inversi¨®n tiene una dimensi¨®n doble en Rusia. En primer lugar, la econom¨ªa depende de los ingresos petroleros, que representan dos tercios de las exportaciones. Y ese sector energ¨¦tico, ya muy maduro, necesita grandes desembolsos para producir m¨¢s. El 90% de la extracci¨®n de petr¨®leo procede de pozos que datan de antes de 1998 y de Siberia Occidental, que produce el 66% del total. Estos yacimientos ya han superado el punto m¨¢ximo de producci¨®n, seg¨²n un estudio del Grupo Coface. En 2013, la extracci¨®n petrolera alcanz¨® un r¨¦cord (10,5 millones de barriles diarios), pero la actividad est¨¢ ralentiz¨¢ndose. La mala nueva a?adida es que las sanciones europeas, endurecidas el pasado 11 de septiembre, han cerrado la venta a Rusia de equipamiento para la exploraci¨®n y producci¨®n en el ?rtico de gas esquisto.
El crecimiento se ha congelado pero est¨¢ lejos del par¨®n sufrido en 2008
En segundo lugar, Rusia no es solo una econom¨ªa dependiente solo de la energ¨ªa, as¨ª que tambi¨¦n necesita grandes inversiones para el sector manufacturero. El gas y el crudo en Rusia representan el 30% del PIB frente, por ejemplo, al 50% en Arabia Saud¨ª, un pa¨ªs netamente petrol¨ªfero. En lo relativo a las exportaciones e ingresos, las ventas de crudo suponen el 70% y el 50%, respectivamente, frente al 90% en el caso saud¨ª. Rusia produce autom¨®viles, maquinaria y productos alimentarios y agr¨ªcolas. No obstante, el sector industrial est¨¢ lejos de ser competitivo y necesita la inversi¨®n extranjera para revertir la situaci¨®n. En el caso del sector del autom¨®vil, por ejemplo, la entrada de grupos como Renault, Volkswagen, Ford y General Motors permiti¨® que en 10 a?os las marcas extranjeras aumentaran la fabricaci¨®n de coches de 0 al 45% del total de la producci¨®n rusa. Sin embargo, las sanciones frenar¨¢n la inversi¨®n y la entrada de materiales y tecnolog¨ªas clave para aumentar la competitividad.
Las sanciones tambi¨¦n est¨¢n haciendo mella en la banca y las grandes empresas. ¡°Todo el sector financiero afronta dificultades para acceder al cr¨¦dito. Habr¨¢ problemas de financiaci¨®n a largo plazo y la mayor¨ªa de los recursos destinados a proyectos de larga duraci¨®n se los tragar¨¢n las compa?¨ªas afectadas por las sanciones, como las energ¨¦ticas Rosneft o Novatek¡±. Ambas empresas ya han solicitado cuantiosos pr¨¦stamos al Gobierno para hacer frente a la falta de financiaci¨®n externa y compensar p¨¦rdidas.
El m¨¢s reciente informe del FMI dedicado a Rusia prev¨¦ un crecimiento d¨¦bil a medio plazo (1,6% de media entre 2014 y 2019). Esta predicci¨®n, sin embargo, no ha considerado la ¡°glaciaci¨®n¡± pol¨ªtica y econ¨®mica del pa¨ªs tras el recrudecimiento de la batalla geoestrat¨¦gica contra Occidente. Todo depende, opinan el grueso de los expertos, de lo que dure la crisis. Con una deuda p¨²blica del 10,8% y un d¨¦ficit presupuestario del 1,3% del PIB en 2013, el Gobierno tiene margen de maniobra para incrementar el gasto p¨²blico y dar aire al consumo ¡ªaumentando los salarios p¨²blicos y las pensiones¡ª y estimular la producci¨®n. El Kremlin parece contar con que la econom¨ªa soportar¨¢ una crisis de corta duraci¨®n, aunque se duda de si ser¨¢ capaz de no alargarla demasiado.
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