El reto energ¨¦tico de Bolivia
El crecimiento del pa¨ªs andino requiere inversiones en nuevos yacimientos
Es uno de los ¨²ltimos en entrar al temprano avi¨®n que est¨¢ a punto de despegar del aeropuerto de El Alto con direcci¨®n a Santa Cruz. En plena campa?a electoral, la tripulaci¨®n se deshace en saludos hacia ¨¦l y los pasajeros sentados en las filas delanteras ¡ªnada de primera clase en el vuelo de Boliviana de Aviaci¨®n¡ª miran cuando menos de reojo. No falta tampoco quien sonr¨ªa. Cuando el avi¨®n alcanza la altura suficiente, este hombre mestizo de aspecto rollizo, enciende su port¨¢til y repasa una presentaci¨®n sobre el r¨¢pido crecimiento de la econom¨ªa boliviana. ?l, Luis Arce Catacora, ministro de Econom¨ªa, es uno de los art¨ªfices.
Arce est¨¢ considerado el ¡°gran tesorero¡± del Movimiento al Socialismo (MAS), cuyo l¨ªder, Evo Morales, fue reelegido hace dos semanas para un tercer mandato con una amplia mayor¨ªa. El otro hombre al que apuntan todas las miradas es Carlos Villegas, presidente de Yacimientos Petrol¨ªferos Fiscales Bolivianos (YPFB). El reconocimiento de ambos, el ¨¦xito del pa¨ªs, en definitiva, no hubiese sido posible sin el alto precio de las materias primas y del gas.
La nacionalizaci¨®n petrolera decretada por Morales en 2006, nada m¨¢s llegar al Palacio Quemado, permiti¨® a Bolivia controlar el negocio del gas. En aquellas fechas los precios de los hidrocarburos se multiplicaron varias veces. El resultado: los ingresos del Estado aumentaron y disminuyeron los de las empresas privadas. O lo que es lo mismo: en 2005 Bolivia ingres¨® 600 millones de d¨®lares por la venta de sus hidrocarburos. Para este a?o se esperan m¨¢s de 6.000 millones.
Los beneficios de la renta petrolera no se discuten
De los cinco candidatos que aspiraron a la presidencia de Bolivia en las ¨²ltimas elecciones solo uno, el exmandatario Tuto Quiroga, apel¨® a romper con la actual pol¨ªtica econ¨®mica. Ni siquiera el principal aspirante opositor a Evo Morales, Samuel Doria Medina, os¨® criticar la nacionalizaci¨®n de los recursos. En todo caso, siempre defendi¨® que su intenci¨®n era mejorar los errores cometidos por Morales.
La nacionalizaci¨®n de los hidrocarburos fue una decisi¨®n que no solo ha reportado cuantiosos beneficios econ¨®micos al pa¨ªs andino; tambi¨¦n ha contribuido a una mejora del clima pol¨ªtico, inestable durante d¨¦cadas.
La recuperaci¨®n de los recursos ¡ªdescubiertos mucho antes, durante el Gobierno de Jaime Paz Zamora¡ª, junto a su alto precio y el de las materias primas, ha tra¨ªdo beneficios r¨¢pidos para la poblaci¨®n. Por ejemplo, ha propiciado que la pobreza extrema en las ¨¢reas urbanas haya pasado del 24% al 14%. En el caso de las zonas rurales, el descenso es mayor (20 puntos), del 63% al 43%.
Bolivia nunca tuvo tantas reservas internacionales como en la actualidad: 14.000 millones de d¨®lares, el equivalente a cerca del 60 del producto interior bruto (PIB).
Mientras que otros pa¨ªses de la regi¨®n con los que comparte ret¨®rica populista, como Venezuela o Argentina, no han sabido administrar sus recursos naturales, Bolivia s¨ª lo ha conseguido. Por ello, los ingresos por exportaciones han pasado en una d¨¦cada de 2.000 millones de d¨®lares a 10.000 (de 1.600 millones de euros a 7.800).
Desde que Morales lleg¨® al poder, la renta petrolera ha pasado de 300 millones de d¨®lares anuales a los cerca de 6.000 que se esperan para final de este a?o. En 2013, cuando la econom¨ªa creci¨® un 6,3%, el gas supuso el 54% de las exportaciones: 6.589 millones de d¨®lares de un total de 12.042 millones.
Entre los m¨¦ritos de la pol¨ªtica gasista de Evo Morales, el f¨ªsico y analista en energ¨ªa e hidrocarburos Francesco Zaratti apunta al nuevo contrato con Argentina, que actualmente aporta aproximadamente 2.000 de los 6.000 millones de d¨®lares que recibe Bolivia por la exportaci¨®n del gas. ¡°Ese contrato ha permitido que las empresas que ten¨ªan inversiones en el pa¨ªs siguieran invirtiendo, pero s¨®lo para extraer gas destinado al mercado argentino¡±, indica Zaratti, quien tambi¨¦n destaca la recuperaci¨®n de la propiedad estatal de ¡°gasoductos, yacimientos y algunas empresas que hab¨ªan sido capitalizadas en los noventa¡±.
Esas medidas han permitido el control total de la cadena del gas por parte de YPFB. ¡°Hay que reconocer tambi¨¦n el ¨¦xito de la renegociaci¨®n de los contratos petroleros, que contemplan ahora una participaci¨®n variable de YPFB en las utilidades netas de los contratos. YPFB recibe ahora unos 400 millones de d¨®lares por esa participaci¨®n¡±, asegura Zaratti.
El auge econ¨®mico de la ¨²ltima d¨¦cada es la clave para entender la reelecci¨®n de Morales para los pr¨®ximos cinco a?os. Sin embargo, este nuevo mandato arranca con la novedad del estancamiento, o incluso ca¨ªda, aunque no aguda, de los precios de las materias primas, principalmente por el frenazo de la econom¨ªa china y la dificultad mundial para salir de la crisis de 2008. M¨¢s all¨¢, el principal enemigo del modelo econ¨®mico boliviano es que, de momento, no ha sido capaz de reponer las reservas.
Desde 2006, apenas se han perforado alrededor de 20 pozos. El propio Morales asegur¨®, antes de las elecciones, que las reservas ¡ªde 294,5 trillones de litros¡ª solo alcanzar¨ªan hasta 2025. Daniel Monz¨®n, de WoodMackenzie, sorprendi¨® a propios y extra?os en un reciente congreso de YPFB: ¡°Si Bolivia no incrementa seriamente sus inversiones no podr¨¢ sostener su nivel actual de exportaciones a Brasil y Argentina a largo plazo¡±, asegur¨®.
¡°Pr¨¢cticamente desde la nacionalizaci¨®n no se ha descubierto una gota de petr¨®leo y s¨®lo se han explotado campos previamente certificados¡±, apunta Zaratti. En esta l¨ªnea, el analista y escritor Fernando Molina se?ala que en el mejor de los casos, YPFB destina a la exploraci¨®n unos 200 millones de d¨®lares anuales. A ello se le sumar¨ªan los 130 que invertir¨¢n Total y Gazprom.
El exministro ?lvaro R¨ªos, recuerda Molina, cree que ¡°se necesitar¨ªa una inversi¨®n inmediata de unos 5.000 millones de d¨®lares para prolongar carias d¨¦cadas la condici¨®n de Bolivia como proproveedora de Brasil y Argentina, y permitirle entrar en otros mercados regionales. Pero YPFB no tiene tanto dinero, o al menos no para una actividad tan compleja, arriesgada y silenciosa como esta¡±, a?ade Molina.
Durante toda la campa?a electoral, Morales recalc¨® su intenci¨®n de convertir a Bolivia en el centro energ¨¦tico de Sudam¨¦rica. Para ello, la exploraci¨®n deber¨ªa realizarse pronto para poder rentabilizar los futuros yacimientos. Pese a todo, analistas como Zaratti no son nada esperanzadores: ¡°Al margen de las dificultades de certificar reservas de gas para cumplir los compromisos actuales, al margen de la falta de un sistema interconectado de electricidad entre pa¨ªses fronterizos, al margen del costo subsidiado que tiene hoy la generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica, creo, como muchos analistas, que es una utop¨ªa, porque el sector el¨¦ctrico boliviano es un enano frente a sus gigantes vecinos¡±.
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