Las consecuencias de divorciarse
Romper una relaci¨®n matrimonial presenta una serie de desaf¨ªos financieros
Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) en 2013 se produjeron 95.427 divorcios, siendo la duraci¨®n media de los matrimonios de algo m¨¢s de 15 a?os. Un 75,4% fueron de mutuo acuerdo. Si analizamos las edades que m¨¢s se divorcian, observamos que los hombres entre 40 y 49 a?os son los que m¨¢s se separan, siendo la franja de edad de las mujeres divorciadas menor, entre 30 y 39 a?os.
Si nos fijamos en el afectado m¨¢s d¨¦bil de los matrimonios rotos, los hijos, el INE nos informa de que en el a?o 2013, del total de separaciones, en un 57,2% de los casos se asign¨® pensi¨®n alimenticia. La pensi¨®n compensatoria al otro c¨®nyuge se fij¨® en un 10% de las sentencias, siendo el beneficiario casi siempre la mujer (9 de cada 10 casos).
Las madres siguen siendo las que mayoritariamente se quedan con los hijos, con 76,2% de custodias de los hijos menores. En crecimiento est¨¢ la f¨®rmula de la custodia compartida, en un 17,9% de los casos.
Todos estos datos, analizados en su conjunto, nos permiten prever qu¨¦ complicaciones econ¨®micas y cu¨¢ndo pueden surgir en relaci¨®n a la pareja y su eventual ruptura. A todos nos gusta pensar que el amor de nuestra vida es para siempre, y los afortunados as¨ª lo experimentar¨¢n, pero ello no es ¨®bice para estar preparados por si las cosas vienen mal dadas.
Si uno de los miembros de la pareja no trabaja, siendo su aportaci¨®n al matrimonio b¨¢sicamente las labores dom¨¦sticas y cuidado de los v¨¢stagos, se est¨¢ generando un coste oculto para el que s¨ª trabaja de forma remunerada: la probable pensi¨®n compensatoria a la parte m¨¢s d¨¦bil econ¨®micamente hablando. Lo mismo ocurre si hay una descompensaci¨®n importante entre los ingresos de ambos. Por ello y aunque suene raro, el que m¨¢s gana deber¨ªa ahorrar una parte de su sueldo para este escenario econ¨®mico, si queremos optimizar nuestras finanzas personales al m¨¢ximo.
Por otro lado, est¨¢ el gasto adicional que tendr¨ªamos que soportar de romperse la relaci¨®n. Si se tienen varias viviendas, no tendremos gastos de alojamiento extras (aparte de los suministros y gastos dom¨¦sticos de vivir solos), pero si solo tenemos una casa, hay que tener en cuenta los futuros gastos de alquiler, en su caso.
Si hemos comprado la vivienda habitual mediante un pr¨¦stamo hipotecario, los conflictos financieros se disparan en caso de separaci¨®n. M¨²ltiple es la casu¨ªstica, tan variada como tipos de financiaciones hipotecarias y propiedades del bien inmueble hay.
Si tenemos una vivienda propia comprada mediante un pr¨¦stamo hipotecario, antes o despu¨¦s de casarnos, se producen diferentes escenarios seg¨²n el r¨¦gimen matrimonial. Si estamos en separaci¨®n de bienes y hemos comprado la casa antes del matrimonio, por ejemplo, la propiedad de la casa y la deuda es nuestra exclusivamente; pero si hay hijos menores y se otorga la custodia a la otra parte, podemos acabar viviendo de alquiler, pagando la hipoteca y la pensi¨®n que considere el juez. Un escenario de muchos gastos y una propiedad que no podemos usar.
Tambi¨¦n genera muchos problemas si el pr¨¦stamo hipotecario est¨¢ a nombre de los dos. Lo normal es que tras la separaci¨®n solo uno viva en la casa hipotecada, pero la deuda siga siendo mutua. Por mucho que se pacte una extinci¨®n de condominio (la propiedad de la casa pasa a ser solo de un miembro de la pareja), la hipoteca sigue estando a nombre de los dos. Y el banco puede ir contra los dos hipotecados, indistintamente. Solo negociando el beneficiario de la extinci¨®n de condominio una nueva hipoteca y saliendo el otro de la deuda, se rompe el v¨ªnculo econ¨®mico realmente.
Casarse suele conllevar gastos importantes, pero divorciarse tambi¨¦n. Prever y pactar de la mejor forma posible las consecuencias econ¨®micas de una indeseada ruptura es la mejor forma de vivir tranquilamente la relaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.