¡°Ya no hay cad¨¢veres en la banca¡±
La francesa preside el consejo del MUS de la banca europea, que entra en vigor el martes
Es la gran sheriff de la banca europea. La francesa Dani¨¨le Nouy preside el consejo del Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n (MUS) de la banca europea ¡ªintegrado en el BCE¡ª, que entrar¨¢ en pleno vigor el martes. Argumento impecable, voluntad implacable.
Pregunta. En 40 a?os supervisando bancos, en Francia y a nivel internacional ?qu¨¦ ha aprendido?
Respuesta. A ser dura, intrusiva y leal.
P. Los banqueros la temen.
R. Ellos saben que los supervisores tenemos que ser fuertes para conseguir una banca m¨¢s s¨®lida y rentable, para cumplir su misi¨®n, que es financiar la econom¨ªa. Va tambi¨¦n en su inter¨¦s.
¡°Ciertos banqueros tomaron un riesgo excesivo y se apalancaron mucho¡±
P. ?Lo saben todos?
R. S¨ª, todos. Sobre todo despu¨¦s de una gran crisis, como la reciente. Ser¨ªa absurdo pensar que no puede repetirse. Si volviese a ocurrir, lo importante es que los bancos est¨¦n bien capitalizados, con capital de buena calidad, capaces por tanto de absorber p¨¦rdidas. El secreto es muy sencillo: capital suficiente y de buena calidad.
P. ?Qui¨¦n fue culpable de la crisis financiera europea?
R. La responsabilidad est¨¢ repartida entre varios factores. Algunos tomaron un riesgo excesivo, o se apalancaron demasiado. Y esos riesgos no fueron bien identificados ni mitigados, a causa de una regulaci¨®n demasiado escasa y de una supervisi¨®n no suficientemente dura.
P. ¡°Algunos bancos no tienen futuro¡±, declar¨®. El reciente gran examen (pruebas de resistencia y revisi¨®n de calidad de los activos, AQR), ?le ha dado la raz¨®n?
R. El ejercicio a¨²n no ha concluido. Algunos de los 25 bancos que exhibieron d¨¦ficits necesitan a¨²n recapitalizarse, est¨¢n preparando sus planes para ello. Tienen que cambiar, tienen que pensar sobre su modelo de negocio. Lo que hemos procurado con la evaluaci¨®n global (Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n) no solo es que se rellenen algunos vac¨ªos, sino provocar cambios profundos cuando sea necesario, para alcanzar niveles de capital reales, s¨®lidos, cre¨ªbles y que hagan sostenibles sus modelos de negocio.
¡°Espero ayudar en que fluya el cr¨¦dito a consumidores y peque?as empresas¡±
P. Trace un balance.
R. Estoy completamente satisfecha de la calidad del an¨¢lisis de activos realizado, que ha revertido en unos ajustes de 48.000 millones y la detecci¨®n de 136.000 millones de cr¨¦ditos dudosos adicionales. Es un inicio muy bueno, respecto a pruebas anteriores. Empezamos con balances limpios.
P. ?Quedan cad¨¢veres en los armarios?
R. No. No lo creo.
P. Y si queda alguno ?ser¨¢ peque?o?
R. No. El examen ha sido exhaustivo, hasta la saciedad. Otra cosa es que estemos en un per¨ªodo de transici¨®n hasta que se completen todos los requisitos de capital de Basilea-III, exigibles a partir de 2018, y que convenga todav¨ªa armonizar a nivel europeo algunas normas nacionales dispersas. Lo haremos.
P. Los ensayos anteriores acabaron en fiascos: bancos que aprobaron luego se hundieron. ?Por qu¨¦ esta vez ser¨ªa diferente?
R. Porque esta vez, adem¨¢s de las pruebas de resistencia, hemos hecho un an¨¢lisis de la calidad de los activos, que antes no se hizo. La preparaci¨®n, durante meses, y en colaboraci¨®n con la EBA, permiti¨® establecer criterios de clasificaci¨®n de los cr¨¦ditos, que no eran homog¨¦neos en su definici¨®n, y permiti¨® a los bancos aumentar las provisiones.
P. Este ejercicio, ?incentivar¨¢ la concentraci¨®n bancaria?
Tras las pruebas de resistencia los balances bancarios est¨¢n ¡°limpios¡±
R. En las decisiones de fusiones intervienen muchos factores. Si tras este ejercicio alg¨²n banco considera necesario fusionarse, tanto ¨¦l como los mercados saben que su balance est¨¢ perfectamente claro, lo que facilita las posibles inversiones y fusiones. La concentraci¨®n no la decidimos nosotros, sino los mercados.
P. Los banqueros se quejan de que las nuevas reglas y el refuerzo de capital da?an su margen de maniobra para dar cr¨¦ditos.
R. No estoy de acuerdo con eso. No se corresponde con mi experiencia. No lo creo. No tenemos una sobrerregulaci¨®n. En la crisis no hubo suficiente capital, ni su calidad fue siempre la adecuada. Esto est¨¢ cambiando, y es bueno. Solo los bancos bien capitalizados pueden proporcionar cr¨¦dito a la econom¨ªa.
P. Consumidores y pymes critican la restricci¨®n de cr¨¦dito.
R. Espero que el MUS pueda ayudar en esto. Una supervisi¨®n ¨²nica contribuir¨¢ a acercar la situaci¨®n de unos y otros pa¨ªses y mitigar la dispersi¨®n, la fragmentaci¨®n. Si los supervisores hacemos nuestro trabajo, procurar que los bancos est¨¦n bien capitalizados, los otros actores deben asumir sus responsabilidades.
P. ?Qu¨¦ hay que mejorar en las pr¨®ximas pruebas de resistencia?
R. Todav¨ªa no est¨¢ decidido cu¨¢ndo se har¨¢n.
Cuarenta a?os vigilando bancos le ense?aron ¡°a ser dura y leal¡±
P. ?Est¨¢n preparados, por ejemplo, para 2015?
R. Las pruebas de resistencia son una herramienta habitual de la supervisi¨®n. La diferencia en este caso es que los resultados se han hecho p¨²blicos. Estamos preparados para seguir realizando este tipo de pruebas.
P. Una supervisi¨®n poderosa con un fondo de rescate m¨¢s d¨¦bil puede generar nuevas crisis: se detecta el problema pero no hay dinero para resolverlo.
R. Se ha hecho mucho, y extraordinariamente r¨¢pido. Yo misma no estaba segura de que podr¨ªamos disponer ya del MUS, ni de los instrumentos legales previstos en la directiva sobre reestructuraci¨®n y resoluci¨®n de entidades de cr¨¦dito, de los que ahora disponemos para afrontar los posibles problemas. El Parlamento Europeo trabaj¨® a destajo y bien. Ahora estamos en un per¨ªodo de transici¨®n hasta la plena entrada en vigor de las normas de rescate en 2016. El fondo de resoluci¨®n tardar¨¢ un tiempo en estar plenamente financiado, pero si conviene podr¨¢ acudir al endeudamiento.
P. La supervisi¨®n detecta problemas, y al BCE le toca allegar los recursos para resolverlos. Pueden entrar en contradicci¨®n, mantienen un conflicto de inter¨¦s.
R. No exageremos. Durante 40 a?os como supervisora en un banco central jam¨¢s he asistido a este tipo de conflicto de inter¨¦s. Y adem¨¢s, el Parlamento estableci¨® una clara separaci¨®n entre la supervisi¨®n y el manejo de la pol¨ªtica monetaria. El proceso de toma de decisiones est¨¢ muy claro: el supervisor propone las medidas de supervisi¨®n y el Consejo de Gobierno del BCE solo puede asumirlas o rechazarlas en bloque. Las agendas de las reuniones son distintas. Y hay normas estrictas de funcionamiento interno sobre acceso a la informaci¨®n y similares para evitar ese tipo de conflicto.
P. El MUS s¨®lo supervisa directamente a los bancos grandes, sist¨¦micos, pero s¨®lo indirectamente a los peque?os: tambi¨¦n pueden generar contagios y p¨¢nicos.
R. Somos un mecanismo ¨²nico. No supervisamos directamente a las entidades menos significativas, pero monitorizamos su supervisi¨®n, y los supervisores nacionales que se encargan de su supervisi¨®n directa lo hacen aplicando la misma metodolog¨ªa, reglas, manuales, y recomendaciones. Se har¨¢ exactamente de la misma manera. Y si no estamos completamente satisfechos en alg¨²n caso, tenemos la competencia para asumir la supervisi¨®n directa.
P. No le temblar¨¢ el pulso en asumir esa funci¨®n.
R. No dudar¨¦, en absoluto. Y adem¨¢s, una de nuestras cuatro direcciones generales se ocupar¨¢ de que la supervisi¨®n directa de las entidades significativas y la indirecta de las menos significativas sean equivalentes.
P. Alg¨²n d¨ªa deber¨ªan fusionarse, ?No?
R. El sistema est¨¢ bien pensado. Un sistema ¨²nico, pero descentralizado para bancos menos sist¨¦micos, que como grupo podr¨ªan ser de efectos sist¨¦micos, como aprendimos con las cajas espa?olas. Tendremos lo mejor de ambos mundos: los conocimientos t¨¦cnicos y la experiencia de los supervisores nacionales y cierta distancia en el proceso de adopci¨®n de decisiones.
P. ?Qu¨¦ es lo que los europeos a¨²n no han aprendido de EE UU en este ¨¢mbito?
R. Probablemente hayamos sido demasiado lentos en realizar nuestra evaluaci¨®n global despu¨¦s de la crisis. Ahora estamos en condiciones muy similares.
P. ?Evitaremos ahora que los contribuyentes paguen la pr¨®xima crisis?
R. Es el objetivo primordial de esta construcci¨®n. Nunca hemos estado tan bien equipados para lograrlo. Recordemos que el fondo de resoluci¨®n se alimentar¨¢ con cuotas de los propios bancos.
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