Lecciones de Jap¨®n
Europa debe urgentemente abrir un debate serio sobre la reestructuraci¨®n de deudas
La ca¨ªda del PIB nip¨®n en el tercer trimestre ha provocado una conmoci¨®n, y los talibanes del austericidio europeo ya lo han aprovechado para negar la necesidad de planes de est¨ªmulo en Europa. Jap¨®n puso en marcha un ambicioso programa de est¨ªmulo fiscal y monetario a finales de 2012. Desde entonces han creado 700.000 empleos. Si se compara con los cuatro millones de empleos creados en EE UU, los resultados de Jap¨®n son mediocres.
Pero, como nos ense?¨® san Agust¨ªn, ¡°cuando me analizo me deprimo, pero cuando me comparo me ensalzo¡±. La eurozona, sin est¨ªmulo fiscal y con el milagro verbal de Draghi, desde 2012 ha destruido 400.000 empleos. Espa?a explica el 100% de la destrucci¨®n de empleo en Europa durante el periodo y encima estamos siendo el ejemplo a seguir por la troika para el resto de pa¨ªses. Si Espa?a es el ejemplo, c¨®mo estar¨¢ Europa. Eliminando el ruido generado por la subida del IVA en Jap¨®n el pasado mes de abril, el PIB y el empleo est¨¢n pr¨¢cticamente estancados desde finales de 2013. Igual que en Europa.
Pero la comparaci¨®n de la crisis del euro con la japonesa confirma que en Europa todav¨ªa tenemos un problema de diagn¨®stico. Y es imposible solucionar una crisis de deuda si ni siquiera la reconoces. Durante los a?os ochenta, Jap¨®n padeci¨® una burbuja inmobiliaria y burs¨¢til, y los bancos, las familias y las empresas se sobreendeudaron. Lo mismo que pas¨® en la eurozona desde 2001 hasta 2007. En 1991, la burbuja japonesa pinch¨®, pero los japoneses negaron la realidad y no sanearon su sistema bancario, paso clave para gestionar una crisis de deuda. Lo mismo que ha hecho Europa desde 2007 y que ha vuelto a hacer el BCE en el estr¨¦s test del pasado mes.
En 1997, estall¨® la crisis asi¨¢tica y los principales competidores de Jap¨®n devaluaron con fuerza sus divisas. Jap¨®n entr¨® en la trampa de la deflaci¨®n, de la que a¨²n no ha salido. El PIB nominal japon¨¦s en 2013 fue el mismo que en 1991. La eurozona est¨¢ en ese momento cr¨ªtico. En el tercer trimestre, la variaci¨®n del deflactor de precios del PIB alem¨¢n fue 0,0% trimestral. Y varios pa¨ªses, liderados por Espa?a, ya est¨¢n en deflaci¨®n con el deflactor en negativo durante varios trimestres consecutivos.
Por lo tanto, la comparaci¨®n correcta de la eurozona no es con el Jap¨®n de 2013, sino con el de 1998. Si Jap¨®n hubiera atacado con contundencia su crisis bancaria y de deuda, como recomienda Richard Koo, y hubiera conseguido un crecimiento potencial del 1% y un objetivo de inflaci¨®n del 2%, su PIB nominal en 2013 ser¨ªa un 50% mayor. Sus ingresos p¨²blicos habr¨ªan crecido, hace a?os que habr¨ªan acabado con el d¨¦ficit y no tendr¨ªan una crisis de deuda p¨²blica.
Europa debe urgentemente abrir un debate serio sobre la reestructuraci¨®n de deudas que no se podr¨¢n pagar. Pero no a la argentina, como propone Podemos o Syriza. Hay que crear un plan Brady europeo como el que sac¨® a Am¨¦rica Latina de su d¨¦cada perdida de los a?os ochenta. Y, a la vez, hacer est¨ªmulo fiscal y monetario como ha hecho EE UU. Cuanto m¨¢s tardemos en hacerlo, mayor ser¨¢ el coste de la deuda p¨²blica que pagar¨¢n nuestros hijos y mayor ser¨¢ la pobreza e infelicidad generada por esta maldita crisis.
Sayonara.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.