Tierra de sol y comida a buen precio
Espa?a es el segundo pa¨ªs de Europa con los alimentos m¨¢s baratos seg¨²n el nivel de renta
Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s baratos de Europa occidental tanto para la compra de productos alimentarios, como de bebidas alcoh¨®licas y no alcoh¨®licas. En la Europa de los Quince, la que excluye la ampliaci¨®n al Este, s¨®lo en Portugal los precios son m¨¢s bajos. A pesar de que desde la d¨¦cada de 2000 el incremento en Espa?a de los precios al consumo de los productos alimentarios ha sido superior a la media registrada en la UE, estos siguen estando en la casi totalidad de los casos por debajo de la media comunitaria. S¨®lo hay dos excepciones, el pan y los cereales.
El peso de la alimentaci¨®n y las bebidas en la cesta de la compra espa?ola, aunque se ha reducido en los ¨²ltimos a?os, sigue siendo alto. Espa?a, en comparaci¨®n con EU-15, ocupa el tercer lugar, por detr¨¢s de Portugal y Finladia. Estos son los datos m¨¢s significativos de un estudio sobre el peso de la alimentaci¨®n y las bebidas en la cesta de la compra, teniendo en cuenta el poder adquisitivo en la Uni¨®n Europea, elaborado por los economistas Joaqu¨ªn Maudos y Jimena Salamanca en el seno del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas para la Federaci¨®n de Industrias de Alimentaci¨®n y Bebidas (Fiab).
¡°En el estudio, se?ala Joaqu¨ªn Maudos, nos hemos limitado a analizar los datos oficiales de Eurostat, sin entrar en otras valoraciones o razones que puedan dar lugar a esta situaci¨®n, y que pueden estar en los vol¨²menes de la oferta, la regulaci¨®n de los mercados, niveles de fiscalidad, pol¨ªticas de distribuci¨®n o los m¨¢rgenes empresariales. Todo eso hay que verlo y necesita otro estudio¡±.
Quienes, sin recurrir a investigaciones, tienen las cosas claras sobre porqu¨¦ es la alimentaci¨®n m¨¢s barata en Espa?a son los agentes que operan en la cadena, desde que sale un producto en origen hasta que el mismo llega al consumidor. Para las organizaciones agrarias como COAG y UPA, los precios de la alimentaci¨®n barata tienen su principal raz¨®n en las bajas cotizaciones que se pagan en el sector agrario, tanto en momentos de baja oferta, como en periodos de elevadas producciones. Todo ello agravado por importaciones a precios bajos de terceros pa¨ªses, por la entrada de excedentes comunitarios, y por la inexistencia de los necesarios mecanismos de regulaci¨®n de los mercados tras su desmantelamiento por la Uni¨®n Europea. A esta situaci¨®n se suma la existencia de un sector productor que no est¨¢ lo suficientemente organizada para defender los precios en origen, mientras los mismos experimentan unos incrementos de hasta el 1.000% en los productos frescos en su camino hasta el consumidor.
S¨®lo el pan y los cereales son m¨¢s caros que la media comunitaria
Desde la producci¨®n agraria tambi¨¦n apuntan a la batalla por cuota de mercado de los grupos de distribuci¨®n. Su estrategia de competir en precios bajos ha sido denunciada desde el sector agrario ante la Agencia de Informaci¨®n y Control de la Cadena Alimentaria. Otra pr¨¢ctica denunciada por el sector agrario y la propia industria es la pol¨ªtica de alg¨²n grupo de distribuci¨®n de vender productos similares a precios muy diferentes a uno y otro lado de los Pirineos, en funci¨®n de la presi¨®n que puedan hacer en cada territorio los agricultores, ganaderos o las Administraciones P¨²blicas. Esa pr¨¢ctica se ha escenificado, por ejemplo, en precios como el del pollo, que es de 2,20 euros por kilo en Espa?a y de 3,5 euros en Francia. O un litro de leche, que se vende a un euro al norte de los Pirineos y a menos de 0,70 en el sur.
Las causas de esos bajos precios est¨¢n igualmente claras para el conjunto de las empresas alimentarias cuya patronal, la Federaci¨®n de Industrias de Alimentaci¨®n y Bebidas, fue la responsable de encargar el estudio comparativo de los precios para constatar lo que ya se estaba viendo en los lineales de la gran distribuci¨®n en Espa?a y en los dem¨¢s pa¨ªses comunitarios: precios diferentes para un producto similar. Desde la federaci¨®n se atribuyen estas variaciones al poder y la presi¨®n de los grandes grupos de la distribuci¨®n.
A Ignacio Magarzo, director general de la Asociaci¨®n Espa?ola de Distribuci¨®n de Autoservicios y Supermercados, Asedas, no le sorprende que los precios en Espa?a sean m¨¢s baratos y considera que es un beneficio para los consumidores. En su opini¨®n, esto es consecuencia de una distribuci¨®n que tiene una fuerte competencia, ¡ªno habla de guerras¡ª, a la vez que tiene una gran capacidad competitiva como resultado de un sector agrario con elevadas producciones y de una industria innovadora. Para Magarzo, en esta situaci¨®n de precios m¨¢s bajos desempe?an un papel muy importante los grandes grupos, pero, sobre todo, muchas cadenas peque?as y medianas de distribuci¨®n regional. Para el representante de Asedas, este escenario de bajos precios para el consumidor requiere ¡°que nos pongamos todos las pilas, que se mejore en eficiencia en tama?o y en estructura para que toda la cadena est¨¦ debidamente remunerada¡±.
Los productores se quejan de las bajas cotizaciones que se pagan en origen
Sobre el papel, los precios bajos que se pagan en Espa?a est¨¢n beneficiando a los consumidores. Sin embargo, esto no lo tiene claro Isabel ?vila, presidenta de la Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU). Considera que si los precios fueran tan baratos no se habr¨ªa producido una ca¨ªda de la demanda. La responsable de la organizaci¨®n no se cree igualmente las comparativas de precios y de renta media porque, en el caso de Espa?a, existe un amplio colectivo de la poblaci¨®n con unos ingresos m¨ªnimos, lejos de los salarios de otros pa¨ªses, por lo que las conclusiones no responden a la realidad de una gran parte del pa¨ªs.
Mientras tanto, los que sin duda sufren la pol¨ªtica de precios bajos son los productores en origen. Desde la industria se estima que ello supone una reducci¨®n permanente de los m¨¢rgenes de beneficio en comparaci¨®n con las empresas que operan en otros pa¨ªses comunitarios y una menor capacidad para invertir e innovar. Igualmente, vender barato se ve como un punto negativo para la imagen de Espa?a a efectos de las exportaciones.
Al margen de las posiciones de unas y otras partes, la realidad es que los precios m¨¢s bajos en Espa?a constituyen un modelo sobrevenido cuyo cambio no parece factible. En pa¨ªses como Francia, en algunos momentos de crisis de precios en origen, la Administraci¨®n llama a cap¨ªtulo a la industria y a la distribuci¨®n para poner orden. En Espa?a no existen antecedentes de medidas similares ni se esperan actuaciones en esa direcci¨®n. A lo m¨¢s que ha llegado la actual Administraci¨®n agraria, algo que nunca antes se hab¨ªa puesto en pr¨¢ctica, es a la firma de protocolos de buena voluntad con organizaciones de la distribuci¨®n para que no se vendieran productos como leche y aceite a precios de oferta por debajo de coste.
Fernando Burgaz, director general de Industrias Alimentarias, ve los precios bajos como la consecuencia de ser un gran productor agrario, de tener una industria competitiva y de poseer adem¨¢s un modelo ya muy instalado de distribuci¨®n. ¡°Lo importante¡±, se?ala, ¡°es que funcione de una forma correcta la cadena de valor, que cada una de las partes de la misma puedan percibir lo que le corresponde para desarrollar adecuadamente y con rentabilidad su actividad. Y para ello tenemos en marcha la Ley de la Cadena Alimentaria y la Agencia de Informaci¨®n y Control de la Cadena Alimentaria¡±.
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