Los negocios ganan espacio frente a los debates en el Foro de Davos
Muchos de los grandes ejecutivos no llegan a pisar nunca el centro de Congresos
¡°He de decir que me ha decepcionado la escasa atenci¨®n que se le presta a los debates. Si te das una vuelta por los hoteles de Davos, te das perfecta cuenta de que es all¨ª donde se cuece lo importante y no en las conferencias, donde hay muy poca participaci¨®n¡±. Esta es la confesi¨®n de uno de los acad¨¦micos que se estrenaba en esta edici¨®n del Foro Econ¨®mico Mundial, que se celebra en Suiza, y que refleja a la perfecci¨®n la creciente separaci¨®n entre la esfera p¨²blica que representan los debates y el ¨¢mbito m¨¢s alejado del ojo p¨²blico que son las reuniones de negocios, que a?o tras a?o ganan peso en las reuniones de la reuni¨®n helv¨¦tica.
Buena prueba de ello es que este a?o, seg¨²n coinciden varios de los habituales, las corbatas y los trajes de chaqueta se han impuesto con creces al exigido atuendo casual que recoge espec¨ªficamente el programa para los participantes. El panorama se parece mucho m¨¢s al propio de la oficina de una multinacional que al de una reuni¨®n relajada en las monta?as suizas. No faltan los tacones, los gemelos y los tonos oscuros.
Banqueros e inversores se dedican realmente a hacer contacto e intentar concretar negocios en una sucesi¨®n fren¨¦tica de reuniones. Muchos de los grandes ejecutivos que vienen a Davos no llegan a pisar nunca el centro de Congresos y solo aquellos m¨¢s vinculados a la organizaci¨®n, por ejemplo como socios estrat¨¦gicos, moderan o participan en alguna mesa de debate.
La separaci¨®n de los dos mundos permite tambi¨¦n al Foro Econ¨®mico Mundial limitar, por ejemplo, el papel oficial de la delegaci¨®n rusa, pero que al mismo tiempo las grandes corporaciones de aquel pa¨ªs tengan un trato preferente por parte de la organizaci¨®n y puedan seguir desarrollando su agenda con clientes e inversores. No en vano, las multinacionales rusas, como Lukoil, el banco VTB o el Sberbank, constituyen un grupo importante entre los socios estrat¨¦gicos del Foro Econ¨®mico, lo que significa que, adem¨¢s de los gastos que pueda suponer su asistencia a Davos, pagan m¨¢s de 600.000 francos al a?o (610.000 euros) para mantener ese estatus preferencial, muy beneficioso en las actuales circunstancias.
Esos dos Davos que conviven de forma paralela durante el d¨ªa se encuentran cada noche a lo largo de las numerosas fiestas que se suceden en los hoteles de la estaci¨®n. ¡°?D¨®nde vas despu¨¦s?¡±, preguntaba un ejecutivo de una multinacional alemana en una de esas fiestas. Y a?ad¨ªa: ¡°Yo me acerco un momento a la fiesta de Bank of America, que me he comprometido a ir, y vamos luego a escuchar m¨²sica a la fiesta de McKinsey, que siempre es la mejor, tiene un grupo de jazz en directo¡±.
La competici¨®n se ha trasladado ahora al ¨¢mbito de las fiestas nocturnas y las multinacionales y las entidades financieras compiten por ser la mejor y atraer a los ejecutivos m¨¢s reconocidos. A modo de apunte, el mismo d¨ªa en que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunciaba las nuevas medidas de expansi¨®n monetaria, la bolsa de Fr¨¢ncfort celebraba una fiesta restringida en el hotel Belvedere bajo el eslogan ¡°Fr¨¢ncfort se encuentra con Davos¡±. Hay que mimar a los inversores.
No hay que dejar pasar la oportunidad de hacer negocio, o al menos intentarlo. Joan Roca, el reconocido chef de El Celler de Can Roca, ha acudido a Davos invitado por la organizaci¨®n a participar en un debate sobre salud y nutrici¨®n y en una cena sobre arte y cocina. ¡°He recibido, de forma indirecta, varias propuestas para hacer negocio y abrir sucursales en hoteles por todo el mundo. Ya saben que no es nuestra filosof¨ªa, pero no dejan de intentarlo¡±, confiesa en una pausa para un caf¨¦.
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