Estar con Grecia y con Europa

Dani Rodrik es un economista turco que da clases en Harvard. Est¨¢ considerado uno de los m¨¢s influyentes del mundo. Forma parte de esa peque?a tribu de cient¨ªficos sociales, junto a gente como Piketty o Varoufakis, hoy muy de moda, cuyos estudios tanto ayudan a entender lo que est¨¢ ocurriendo entre nosotros, aunque no pertenezcan a las ortodoxia acad¨¦mica que ha sido hegem¨®nica hasta ahora y que tantas veces ha pecado de falta de acierto.

Hace unos a?os, en su libro de referencia La paradoja de la globalizaci¨®n (Antoni Bosch editor), Rodrik expuso su ya famoso ¡°trilema¡±: existiendo la soberan¨ªa de los Estados naci¨®n, la democracia y la globalizaci¨®n, s¨®lo dos de estas tres alternativas son compatibles entre s¨ª al mismo tiempo. No las tres juntas. En su caso, los pueblos habr¨¢n de renunciar a decidir aut¨®nomamente su pol¨ªtica econ¨®mica, o a la toma democr¨¢tica de las decisiones, o a integrarse en un espacio superior, como por ejemplo el de la Uni¨®n Europea.

Este esquema te¨®rico de discusi¨®n es el que se ha proyectado ahora en Grecia cuando un nuevo Gobierno pretende ejercer las tres premisas a la vez: la democracia, la soberan¨ªa nacional y respetar las reglas de juego de la eurozona. El caso contrario ser¨ªa, por ejemplo, el de Gran Breta?a, que prefiere alentar su soberan¨ªa en un marco democr¨¢tico, desinflando su relaci¨®n con la Uni¨®n Europea.

El proyecto europeo naci¨® para evitar las grietas que ha ampliado la austeridad

Seguramente Rodrik no pensaba precisamente en Grecia, un pa¨ªs que s¨®lo es el 2% de la econom¨ªa europea, como escenario de su ¡°trilema¡±. ?Por qu¨¦ ha sucedido as¨ª? Por la conjunci¨®n de dos astros ¨ªntimamente relacionados: porque all¨ª se ha producido el austericidio m¨¢s potente durante los a?os de la crisis (paro del 25%, p¨¦rdida de riqueza de otro 25% y un crecimiento exponencial de su deuda p¨²blica hasta el 175% de su PIB); y porque un nuevo Ejecutivo pretende corregir la tendencia, demostrando que no es indiferente qui¨¦n gobierne en los pa¨ªses.

Esta semana es decisiva para el pa¨ªs heleno. Alexis Tsipras presenta su programa de Gobierno. Inmediatamente despu¨¦s, ¨¦l y sus representantes se confrontar¨¢n en las reuniones org¨¢nicas oficiales de las instituciones europeas, Eurogrupo, Ecofin y Consejo Europeo. Coincidiendo con ello, un numeroso grupo de economistas, fundamentalmente europeos y norteamericanos, ha hecho p¨²blico un manifiesto titulado Estamos con Grecia y con Europa (en Espa?a ha sido asumido por Economistas frente a la Crisis, que es quien lo ha hecho p¨²blico: www.economistasfrentealacrisis.com) que pide, sobre todo, que se respete la decisi¨®n del pueblo griego de elegir un nuevo camino y que se negocie lealmente con sus nuevos representantes la resoluci¨®n del problema de una deuda impagable, so pena de acabar con el futuro de las pr¨®ximas generaciones.

Este manifiesto abunda la idea de quienes sostienen que la austeridad impuesta ha ensanchado las grietas en Europa. Del mismo modo que la extrema desigualdad en el interior de los pa¨ªses socava a sus sociedades y debilita los sistemas pol¨ªticos, la divergencia entre Estados (Norte y Sur, centro y periferia, acreedores y deudores,¡­) genera rivalidades y hace peligrar el proyecto europeo, que naci¨® precisamente para evitarlas. Hasta la Gran Recesi¨®n se cre¨ªa que el proyecto de integraci¨®n europea era un juego de suma positiva en el que todos los participantes ganaban: unos ganaban m¨¢s que otros, pero todos ganaban. En la medida en que la crisis econ¨®mica y su gesti¨®n ha introducido problemas redistributivos generales y generado entre los ciudadanos percepciones de suma cero (o negativos) ¡ªlo que unos ganan es a costa de otros¡ª las fricciones se han generalizado y se ha multiplicado el euroescepticismo.

Por ello, lo que est¨¢ en juego en este envite no es s¨®lo el destino de Grecia sino tambi¨¦n el futuro de Europa en su conjunto. Es la oportunidad de revisar una arquitectura institucional y una pol¨ªtica econ¨®mica que han fallado a los ciudadanos. Ha fallado en su objetivo de crear prosperidad, empleo, igualdad, solidaridad y porque no ha difundido su raz¨®n de ser, la propuesta de Europa a los europeos y al mundo: el Estado de Bienestar. Es una oportunidad de resolver el ¡°trilema¡± de Rodrik y decidir si el tri¨¢ngulo pol¨ªtico es equil¨¢tero, is¨®sceles o escaleno. Otra vez Grecia como laboratorio.