Google se encomienda a la mujer que dijo no a Obama
La estrella de Wall Street Ruth Porat puso a raya Morgan Stanley y ahora ordenar¨¢ las cuentas del buscador
Wall Street pierde a su banquera estrella: Ruth Porat. La victoria es para Silicon Valley. La directora financiera de Morgan Stanley llevar¨¢ las cuentas de Google, la compa?¨ªa m¨¢s potente en Internet. Formar¨¢ as¨ª parte de una ¨¦lite de mujeres en el mundo tecnol¨®gico que abanderan Meg Whitman (HP), Virginia Rometty (IBM), Safra Catz (Oracle), Marissa Mayers (Yahoo), Sheryl Sandberg (Facebook), Amy Hood (Microsoft) y Angela Ahrendts (Apple).
Se trata de una vuelta a sus ra¨ªces, como ella dice. Porat, de 57 a?os, se cri¨® en California. All¨ª estudi¨® en la Universidad de Stanford, la incubadora de genios que nutre el tejido de negocios que emergen en la bah¨ªa de San Francisco. Es un universo donde el dinero se mueve en masa, casi sin control, o al menos sin la vigilancia a la que iconos progresistas como Elizabeth Warren someten a la banca desde Washington.
Ser¨¢ en cierta medida como llevar una supervisi¨®n adulta al valle. Para eso se embolsar¨¢ 70 millones de d¨®lares (unos 65 millones de euros) entre bonus y acciones hasta 2017, adem¨¢s de 650.000 d¨®lares anuales como salario. Ruth Porat es sin¨®nimo de disciplina. Pero tambi¨¦n es una de las mentes m¨¢s creativas en el sector financiero. Empez¨® a trabajar para Morgan Stanley en 1987, en el departamento de fusiones y adquisiciones. De ah¨ª pas¨® a ponerse al frente de las inversiones en el sector tecnol¨®gico. A su lado ten¨ªa a la reputada analista Mary Meeker, que acab¨® siendo la madrina de sus tres hijos.
El Gobierno de EE UU le propuso ser n¨²mero dos del Tesoro P¨²blico
Juntas verificaron 750 ofertas de venta de acciones de empresas entre 1995 y 2001. Participaron en las rondas de captaci¨®n de fondos que llevaron al estreno burs¨¢til de Amazon, eBay, Netscape, Priceline y Verisign, entre las colocaciones que Morgan Stanley dirigi¨® en aquella ¨¦poca.
Porat mantuvo adrede un perfil bajo. Es una trabajadora incansable, hasta el punto de que los clientes pensaban que no ten¨ªa vida privada porque siempre estaba a su disposici¨®n. Pero, sobre todo, es conocida por haber sido capaz de reinventarse y de superar las situaciones m¨¢s complejas. Se sum¨®, por ejemplo, al banco justo antes del colapso de los mercados a finales de los 80. Tambi¨¦n sobrevivi¨® al estallido de la burbuja tecnol¨®gica y una d¨¦cada despu¨¦s al peor colapso financiero desde la Gran Depresi¨®n.
Hace cinco a?os se puso al frente de las finanzas de uno de los bancos m¨¢s importantes de Wall Street, en un momento en el que deb¨ªa demostrar que pod¨ªa ser rentable tras estar a punto de derrumbarse. Fue la encargada de poner en orden las cuentas de Morgan Stanley tras los estragos de la crisis. Adem¨¢s, asesor¨® al Departamento del Tesoro en el saneamiento de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, y en el rescate de la aseguradora AIG.
El puesto de director financiero en un banco de inversi¨®n global como Morgan Stanley es realmente complejo. La atenci¨®n es constante y sus resultados dependen de lo que hacen miles de personas en la entidad, adem¨¢s de ser la figura que rinde cuentas ante los inversores. En su caso tuvo que superar el list¨®n de otras dos mujeres que reinaron en Wall Street antes que ella y que sucumbieron mientras se gest¨® la crisis: Erin Callan, de Lehman Brothers, y Sallie Krawcheck, de Citigroup.
Es una trabajadora infatigable que ha capeado el colapso financiero
"Ha sido toda una aventura", se?alaba la propia Porat en la carta que dirigi¨® a los empleados de Morgan Stanley, en la que destac¨® que lo mejor que hab¨ªa hecho era "restaurar la preeminencia" del banco. Para ello tuvo que limpiar el balance y quitar todos los activos de riesgo que casi lo hundieron hace seis a?os. Esa purga le permiti¨® superar las estrictas pruebas de resistencia a las que somete la Fed a la banca.
Tiene un fuerte instinto de supervivencia que le lleg¨® a batir un c¨¢ncer de mama. Le diagnosticaron la enfermedad en 2001, en pleno estallido de la burbuja tecnol¨®gica. "Es una las llamadas m¨¢s horribles que uno puede recibir", coment¨® en un acto dedicado a la lucha contra el c¨¢ncer. Le reapareci¨® unos a?os despu¨¦s. En todo momento trat¨® de que la enfermedad no le afectara. El trabajo "me hizo sentir que controlaba mi vida", explic¨®.
Esa solidez llev¨® al presidente de EE UU, Barack Obama, a plantearse hace dos a?os la posibilidad de encomendarle el segundo cargo m¨¢s alto en el Tesoro. Pero ella declin¨® porque no quer¨ªa enfrentarse a un proceso de confirmaci¨®n en el Congreso que sab¨ªa que iba a complicarse al proceder de un banco proscrito. En el pasado, fue activa en el plano pol¨ªtico y fue una aliada clave de Hillary Clinton en la campa?a de 2008.
Wall Street se lame las heridas y admite la victoria de Google al arrebatarle a Porat. No es la primera baja de la industria financiera en su pulso con las tecnol¨®gicas, aunque s¨ª la m¨¢s importante. Anthony Noto dej¨® en julio Goldman Sachs para llevar las cuentas de Twitter. Es lo que hizo Sarah Friar, que dej¨® tambi¨¦n Goldman para el ocupar el puesto de directora financiera en Square, o James Michell, que se fue a la china Tencent Holdings.
Ruth Porat asumir¨¢ el cargo de directora financiera el pr¨®ximo 26 de mayo. Curiosamente no es contable ni ejerci¨® antes puestos relacionados con las finanzas. La economista complet¨® sus estudios en la Universidad de Stanford con t¨ªtulos de gesti¨®n por la Wharton School, de la Universidad de Pensilvania, y la London School of Economics. Hasta junio del a?o pasado fue vicepresidenta del Economic Club de Nueva York y actualmente es vicepresidenta del patronato de Stanford, su alma m¨¢ter.
Que Google fiche ahora a Porat podr¨ªa cuestionar la falta de diversidad de la que se critica Silicon Valley. Pero la realidad es que solo el 11% de los cargos ejecutivos de las tecnol¨®gicas que integran el Fortune 500 est¨¢n ocupados por mujeres. En el caso de la compa?¨ªa de Mountain View, el 70% de los empleados son hombres. El papel de la mujer en Wall Street es a¨²n menor, con ninguna consejera delegada al frente de un gran banco.
Solo el 14% de los cinco cargos de direcci¨®n m¨¢s importantes en una compa?¨ªa del S&P 500 est¨¢n ocupados por mujeres. Y ¨²nicamente 24 corporaciones que integran ese ¨ªndice burs¨¢til tienen una consejera delegada. Pero cada vez m¨¢s mujeres ejecutivas con el perfil de Porat son m¨¢s demandadas San Francisco y Nueva York o en cualquier otra industria porque demuestran que pueden competir.
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