La recuperaci¨®n econ¨®mica llega a los hogares
Tras varios a?os de retrocesos, la renta disponible bruta (RDB) de los hogares empez¨® a notar el pasado a?o la mejora de la econom¨ªa y registr¨® un aumento nominal del 1,4%, una d¨¦cima m¨¢s en t¨¦rminos reales dada la ligera ca¨ªda de los precios de consumo. Los 693.116 millones de euros a que ascendi¨® dicha renta supusieron el 64% de toda la renta nacional disponible. Tras ese aumento, la renta familiar en t¨¦rminos reales a¨²n fue inferior en un 10% al m¨¢ximo del a?o 2009, lo que quiere decir que a¨²n falta mucho camino para que las familias den por concluida la crisis.
La recuperaci¨®n de la RDB vino de la mano del aumento de las remuneraciones salariales, como no pod¨ªa ser de otra forma, dado que las mismas suponen casi las dos terceras partes de ese agregado antes de impuestos. Tras cinco a?os seguidos de descensos, las remuneraciones crecieron un 1,4%, desdobl¨¢ndose dicho aumento en un avance del empleo del 1,6% y un descenso del salario medio del 0,2%. En una situaci¨®n con la tasa de paro por encima del 24% parece m¨¢s razonable que el aumento de las rentas salariales se obtenga m¨¢s por la creaci¨®n de empleo que por el alza de los salarios de los que ya lo tienen. Las rentas no salariales crecieron algo m¨¢s que las salariales, lo que fue debido al fuerte ascenso de las rentas netas de la propiedad (intereses, alquileres, dividendos¡). Ello, a su vez, fue consecuencia fundamentalmente de los dividendos recibidos y de que los intereses pagados cayeron m¨¢s que los recibidos. El saldo neto de las operaciones de distribuci¨®n secundaria de la renta afect¨® negativamente, aunque de forma modesta, a la renta disponible en un contexto en el que las prestaciones y otras transferencias recibidas disminuyeron m¨¢s que las cotizaciones, impuestos y otras transferencias pagadas.
?A qu¨¦ dedicaron los hogares su renta disponible? El 90,3% al consumo y el 9,7% al ahorro. En 2013 la tasa de ahorro fue superior, un 10,4% de la RDB, explic¨¢ndose esta ca¨ªda porque el consumo aument¨® en 2014 m¨¢s r¨¢pidamente que la renta [gr¨¢fico superior izquierdo]. Esto es coherente con un contexto en el que las expectativas de los hogares van mejorando (disminuye el ahorro precauci¨®n) y en el que los aumentos de la renta provienen en gran medida de la creaci¨®n de empleo de bajos salarios, cuya propensi¨®n a consumir es m¨¢s elevada que el resto. Con el ahorro generado, m¨¢s las transferencias de capital recibidas, los hogares financiaron su inversi¨®n en capital fijo, que en su gran mayor¨ªa es inversi¨®n en viviendas. Esta aument¨® por primera vez en seis a?os, un 2,1%, pero su nivel fue casi la mitad que el ahorro, por lo que los hogares generaron un super¨¢vit (capacidad de financiaci¨®n en la jerga de la contabilidad nacional). En relaci¨®n al PIB, este super¨¢vit ascendi¨® al 3,2%, cuatro d¨¦cimas menos que en 2013. Es el quinto a?o con super¨¢vit desde que las cuentas familiares registraron un ajuste r¨¢pido e intenso a comienzos de la crisis [gr¨¢fico superior derecho].
El PIB de marzo
En marzo, los precios de consumo aumentaron un 0,6% respecto al mes anterior. Este elevado aumento en un contexto de inflaci¨®n negativa se explica casi a partes iguales por el de los precios de los carburantes (asociado al del petr¨®leo) y por motivos estacionales. Excluyendo la energ¨ªa y en t¨¦rminos desestacionalizados, el aumento mensual fue nulo. La variaci¨®n acumulada en los doce ¨²ltimos meses (lo que se conoce por inflaci¨®n anual) pas¨® de -1,1% en febrero a -0,7% en marzo, tal como hab¨ªan previsto los modelos. La inflaci¨®n subyacente se mantuvo pr¨¢cticamente sin variaciones, as¨ª como la de los alimentos sin elaborar, por lo que todo el cambio se debi¨® a la energ¨ªa, cuya tasa anual pas¨® de -10,2% a -7,4%. Las previsiones apuntan a que la inflaci¨®n se mantenga en -0,7% en abril, para ir aumentando progresivamente hasta terminar en el 0,7% en diciembre, lo que dar¨ªa una media anual de -0,5%. Tales previsiones est¨¢n hechas bajo la hip¨®tesis de que el precio del petr¨®leo Brent se mantenga estable en torno a 56 d¨®lares por barril.
Las cuentas financieras que esta semana ha publicado el Banco de Espa?a completan la contabilidad no financiera del INE y por ellas sabemos c¨®mo utilizaron los hogares ese super¨¢vit el pasado a?o [gr¨¢fico inferior izquierdo]. La capacidad de financiaci¨®n de la contabilidad nacional es equivalente al saldo de operaciones financieras (tambi¨¦n llamado ahorro financiero), si bien en la pr¨¢ctica hay peque?as diferencias entres ambas magnitudes que podemos despreciar. Ese ahorro financiero (32.000 millones de euros) lo destinaron los hogares en su gran mayor¨ªa a adquirir activos financieros. Disminuyeron los dep¨®sitos, pero aumentaron en mayor medida las compras de acciones y de fondos de inversi¨®n. La parte restante fue a disminuir pasivos, especialmente los pr¨¦stamos, es decir, lo que a nivel internacional se entiende por deuda. El pasado a?o la deuda de los hogares, expresada en porcentaje de la RDB, descendi¨® 6,7 puntos porcentuales, hasta el 108,8% [gr¨¢fico inferior derecho]. Desde el m¨¢ximo de 2007, este porcentaje ha disminuido casi 25 puntos porcentuales. A¨²n se sit¨²a por encima de la media de la zona euro, pero es similar a la de EE UU y bastante inferior a la de Reino Unido.
Puede concluirse, por tanto, que la econom¨ªa de los hogares tambi¨¦n empieza a recuperarse y que el proceso de saneamiento est¨¢ bastante avanzado, aunque no concluido. Ello significa que el aumento del consumo no deber¨ªa ser superior al de la renta, con el fin de que la tasa de ahorro no baje.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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