Tiempos de relevo en la empresa

De los 35 presidentes de las empresas del Ibex, 19 tienen 65 a?os o m¨¢s. Lo mismo, quiz¨¢ con m¨¢s ¨¦nfasis, puede decirse de los grupos familiares que no cotizan en Bolsa. La tendencia a perpetuarse en las c¨²pulas de las empresas es una caracter¨ªstica habitual en la empresa espa?ola. Por eso, los movimientos que se han sucedido en varios de los grupos empresariales en los ¨²ltimos meses han avivado el debate sobre el relevo generacional en las presidencias y la mayor cesi¨®n de las tareas ejecutivas a consejeros delegados.

Hay quien sostiene que a ra¨ªz del traspaso de poderes del rey Juan Carlos, con 76 a?os, a su hijo Felipe VI, entonces de 46, se cre¨® una conciencia de cambios generalizada que afect¨® tambi¨¦n al mundo empresarial. Una reflexi¨®n m¨¢s profunda apunta a que tiene poco que ver. Aunque los tiempos de cambio han llegado, la mayor esperanza de vida ayuda a mantenerse en el mando.

Salvando casos como el de Amancio Ortega (79 a?os), que en 2011 cedi¨® su silla en Inditex a Pablo Isla (51) despu¨¦s de haberle tenido como consejero delegado seis a?os, y de Esther Koplowitz (61), que el a?o pasado design¨® presidenta de FCC a su hija Esther Alcocer (44), manteniendo en ambos casos el control accionarial, no se ha producido ning¨²n relevo que no responda a causas naturales (fallecimiento del patriarca: Emilio Bot¨ªn, Banco Santander; Isidoro ?lvarez, El Corte Ingl¨¦s, y Jos¨¦ Manuel Lara, Planeta); estatutarias (sustituci¨®n de Jos¨¦ Manuel Mart¨ªnez por Antonio Huertas en 2012 en Mapfre al cumplir los 65 a?os); cambio de propietario (Cepsa, que pas¨® de Total a manos de IPIC del emirato de Abu Dabi, o Endesa, tras pasar a la italiana Enel) o pol¨ªticas (sustituci¨®n de Javier Monz¨®n tras 22 a?os al frente de Indra por Fernando Abril-Martorell a propuesta del accionista mayoritario, la estatal SEPI, o de Mario Fern¨¢ndez por Gregorio Villalabeitia en Kutxabank por parte del PNV).

Son ejemplos que dejan al descubierto la realidad empresarial espa?ola. En pocos casos se debe a razones de gobernanza, lo que cuestiona el relevo y el reparto de funciones entre el presidente y el consejero delegado (CEO, chief executive officer, en su terminolog¨ªa inglesa), pese a que es cada vez m¨¢s valorado y habitual, como lo demuestran los casos recientes de Repsol o ACS y los de otras compa?¨ªas cotizadas, que ya cuentan con ellos.

Pese a ello, existe resistencia a delegar el mando, sobre todo en los grupos familiares. ?Por qu¨¦ voy a mover el banquillo si la gesti¨®n va bien? ?Si esta es mi empresa por qu¨¦ tengo que retirarme? ?Qu¨¦ voy a hacer si me voy? Si me voy, la empresa est¨¢ condenada al fracaso... Ante esas reflexiones, las escuelas de negocios y las consultoras sostienen que la obligaci¨®n de los presidentes es preparar un sucesor. Y destacan el papel que deben jugar los consejos de administraci¨®n en aras de velar por las constantes vitales de las empresas, que son crear riqueza y satisfacer al accionista. En todo caso, resaltan que las empresas dependen de quien las gestiona. Por eso, los cambios deben estar justificados. En los grupos familiares el asunto es m¨¢s complicado porque la primera referencia recae en el heredero, que no tiene por qu¨¦ llevar la l¨ªnea ejecutiva y s¨ª tener un equipo potente.

Seg¨²n datos del Instituto de Empresa Familiar (IEF), casi seis de cada 10 empresas del IEF tienen un protocolo familiar, un consejo de familia y normas escritas para la incorporaci¨®n de familiares. El 39% cuenta con una asamblea familiar, y el 43% tienen family office, que se ha puesto de moda para preparar la sucesi¨®n. El 10% tienen previsto realizar el relevo en los tres pr¨®ximos a?os, contando el 36% con un programa acordado.

Relevos por fallecimiento

Precisamente, en los relevos en el Santander y El Corte Ingl¨¦s, aunque fueron por fallecimiento, la presidencia recay¨® en las personas que hab¨ªan sido preparadas para ello. En el caso de Emilio Bot¨ªn (79 a?os) fue su hija Ana Patricia (54), hasta entonces responsable de la filial en Reino Unido y consejera, y en el de Isidoro ?lvarez (79), su sobrino Dimas Gimeno (39). El relevo, en ambos casos, ha tenido su parte morbosa. Ana Bot¨ªn aplic¨® en seguida su librillo y sustituy¨® al consejero delegado, Javier Mar¨ªn (49), por Jos¨¦ Antonio ?lvarez (54), hasta entonces director financiero, adem¨¢s de realizar cambios importantes en la l¨ªnea ejecutiva y en el consejo, rejuvenecido respecto a la etapa de su padre.

En los grandes almacenes, Gimeno se encontr¨® con una vieja guardia reacia a perder poder y unas nuevas accionistas (las hijas de ?lvarez) que quieren m¨¢s preponderancia. As¨ª se puede explicar la pugna que ha habido por controlar la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces, principal accionista de la empresa, que finalmente se resolvi¨® con el nombramiento de Florencio Lasaga (81 a?os) como presidente, rompi¨¦ndose la tradici¨®n de que la presidencia de la empresa y de la fundaci¨®n recayera en la misma persona.

A las mismas directrices parecen responder otros movimientos. En OHL, Juan Miguel Villar Mir (83 a?os) fich¨® al exministro del PP Josep Piqu¨¦ (60) para llevar la l¨ªnea ejecutiva sin que implique que su hijo no sea presidente. En la constructora ACS, Florentino P¨¦rez (68, tambi¨¦n presidente del Real Madrid) ha corroborado que Marcelino Fern¨¢ndez Verdes (60) ser¨¢ su sucesor tras asumir el cargo de consejo delegado. Y en Abertis, el a?o pasado Salvador Alemany (70) cedi¨® funciones a Francisco Reyn¨¦s (52). M¨¢s reciente, Josu Jon Imaz (51) ascendi¨® a n¨²mero dos de Repsol, con las funciones que le deja Antonio Brufau (67), reelegido para los pr¨®ximos cuatro a?os por la junta, en la que invisti¨® a Imaz como ¡°presidente para 15 a?os¡±.

Casos similares han ocurrido en algunas otras entidades como el BBVA, La Caixa y Popular. Primero fue el Popular quien nombr¨® a Francisco G¨®mez Mart¨ªn (51) en 2013 como consejero delegado de ?ngel Ron, que solo tiene dos a?os m¨¢s. En La Caixa, el movimiento fue m¨¢s bronco con la sustituci¨®n el pasado a?o de Juan Mar¨ªa Nin (62) de la vicepresidencia, en la Isidro Fain¨¦ (72) nombr¨® a Gonzalo Gort¨¢zar (49).

En el BBVA, Francisco Gonz¨¢lez (71) protagoniz¨® un cambio sonado con la destituci¨®n de ?ngel Cano (54) y su equipo por Carlos Torres (48) como director de operaciones (chief operating officer, COO) para adaptarse a la revoluci¨®n tecnol¨®gica. Gonz¨¢lez dej¨® claro que la labor ejecutiva queda en su poder. Varios expertos se preguntan las razones para no haber mantenido a Cano ligado a la entidad y aprovechar su experiencia. Lo mismo ocurri¨® con Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri (61), que despu¨¦s de salir del banco en 2009 ha acabado reflotando Bankia con parte del equipo que se fue con ¨¦l del BBVA y lo mismo puede decirse en otros grupos.

Cambio de estatutos

Precisamente, Gonz¨¢lez cambi¨® los estatutos del banco para alargar la edad de jubilaci¨®n, algo que tambi¨¦n hab¨ªa hecho Emilio Bot¨ªn en el Santander (en este caso la suprimi¨®). Circunstancia que pasa pr¨¢cticamente en todas las empresas familiares y que, en la mayor parte de las ocasiones, responde a los deseos de perpetuidad. En muchos casos, se debe a que tampoco han encontrado a la persona id¨®nea para la sucesi¨®n.

Del resto de grandes, como en Telef¨®nica, donde manda C¨¦sar Alierta (70) desde 2000, e Iberdrola, en la que Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n (64) lleva las riendas desde 2006, no se han detectado movimientos. En Gas Natural, Salvador Gabarr¨® (79) forma t¨¢ndem con Rafael Villaseca (63). Y en otros no se esperan movimientos, como las constructoras Acciona y Ferrovial, donde Jos¨¦ Manuel Entrecanales (52) es presidente desde 2004 y Rafael del Pino Calvo-Sotelo (56) desde 2000. Lo mismo ocurre en otros grupos de origen familiar como Mercadona, el imperio creado por Juan Roig (66 a?os), que cuenta con cuatro hijas. Igual que Juan Jos¨¦ Hidalgo (73), con tres hijos, que quiere culminar el proyecto de salir a Bolsa.