Las ayudas a la contrataci¨®n cuestan 2.100 millones a la Seguridad Social
El Gobierno tendr¨¢ que pagar adem¨¢s otros 1.600 millones por bonificaciones
Los est¨ªmulos a la contrataci¨®n y al empleo no le salen gratis a la Seguridad Social. El instituto de previsi¨®n dejar¨¢ de ingresar 2.100 millones en 2016 por reducciones directas de cotizaciones que no ser¨¢n compensadas por el Estado, seg¨²n el proyecto de presupuestos. La cantidad supera en 500 millones lo previsto en 2015. Este aumento de exenciones en las cotizaciones se da cuando el Gobierno en los presupuestos del pr¨®ximo a?o plantea buscar m¨¢s v¨ªas financiaci¨®n del sistema de pensiones, prev¨¦ recurrir al Fondo de Reserva por otros 6.283 millones y pronostica un d¨¦ficit de un 0,3% del PIB.
Las reducciones directas de cotizaciones, sin compensaci¨®n alguna a la Seguridad Social por ello, tienen cada vez m¨¢s peso en la pol¨ªtica de incentivos a la contrataci¨®n indefinida y el empleo. Para 2016, el Gobierno calcula que el coste total de estas ayudas subir¨¢ a 3.735,8 millones, unos 500 millones m¨¢s que este a?o. De la cantidad agregada, 2.100 millones ser¨¢n, simple y llanamente, reducci¨®n de cotizaciones, el 56,2% del total.
Se consolida as¨ª el vuelco que el Gobierno ha dado este a?o a los criterios de ayudas al empleo. Hasta este ejercicio predominaban las llamadas bonificaciones, esto es: el empresario paga menos a la Seguridad Social durante un tiempo determinado por los nuevos contratos que cumplen una serie de condiciones y esta recibe del Servicio P¨²blico de Empleo lo que deja de ingresar. En 2015, est¨¢ presupuestado que por primera vez las reducciones de cotizaciones sin compensaci¨®n alguna superen a las bonificaciones. Y para 2016, la previsi¨®n es que la distancia crezca.
El motivo de este incremento se da, principalmente, por la reducci¨®n de cotizaciones puesta en marcha por el Gobierno el pasado marzo, que consiste en la exenci¨®n de la cotizaci¨®n de los primeros 500 euros del sueldo en los nuevos contratos indefinidos que, en principio, suponen aumento de plantilla. Esta medida correg¨ªa la tarifa plana de 50 euros puesta en marcha el a?o anterior y la hac¨ªa mucho m¨¢s progresiva al beneficiar m¨¢s a los salarios bajos que a los altos. Esto ha aumentado el impacto de la ayuda en las cuentas de la Seguridad Social.
Los ingresos no remontan
Tanto el m¨ªnimo exento como la tarifa plana para aut¨®nomos, vigente desde hace m¨¢s de dos a?os, prueban la apuesta del Gobierno por este tipo de exenciones de cotizaciones pese a que los ingresos de la Seguridad Social por este concepto, el m¨¢s cuantioso con mucha diferencia (en torno al 75%), no acaben de levantar cabeza o, al menos, no al mismo ritmo que lo hace el empleo: un 0,77% m¨¢s hasta junio cuando la afiliaci¨®n a la Seguridad Social crece al 3,4%.
El hecho de que los ingresos por cotizaciones no se recuperen a buen ritmo frente al incremento inexorable de los gastos por el incremento de la pensi¨®n media y del n¨²mero de pensionistas llev¨® el d¨¦ficit de la Seguridad Social al 1,1% del producto interior bruto en 2014. Para este a?o, la Autoridad Fiscal espera uno similar y, como apunta en su informe publicado el mes pasado, por motivos similares.
La aportaci¨®n de impuestos a las pensiones
La Seguridad Social recibir¨¢ 13.142 millones en 2016 procedentes del Ministerio de Hacienda. Una parte son las pensiones no contributivas. Pero m¨¢s de la mitad corresponde a los 7.409 millones de complementos para las pensiones m¨ªnimas contributivas, que precisan una aportaci¨®n adicional.
Esta partida, que por segunda vez asume Hacienda, cierra la separaci¨®n de fuentes de financiaci¨®n (pensiones contributivas se pagan con cotizaciones; gasto no contributivo con impuestos). Ahora el Gobierno quiere ahondar en esa divisi¨®n y plantea llevarlo al Congreso.
Estos abultados d¨¦ficits, que se suceden desde 2012, han provocado que el Ministerio de Empleo, departamento del que depende el instituto previsor, tenga que recurrir al Fondo de Reserva de las pensiones y al excedente generado por la gesti¨®n de las mutuas de accidentes de trabajo. Entre ambas huchas, en tres a?os y medio se han consumido 45.828 millones. Y para 2016 la situaci¨®n no cambia, los presupuestos pronostican un d¨¦ficit del 0,3% del PIB en la Seguridad Social y contemplan usar 6.283 millones m¨¢s, una cantidad que podr¨ªa ser sensiblemente menor si en lugar de apostar por reducciones directas de cuotas se optase por las bonificaciones.
La situaci¨®n ha llevado al Gobierno, a pesar de sus optimistas previsiones de aumento de ingresos en los ¨²ltimos ejercicios (6,8% en 2015 y 6,7% en 2015), a mostrar su preocupaci¨®n en p¨²blico. El presidente Mariano Rajoy afirm¨® el viernes pasado que este era ¡°el gran reto de futuro¡± en Espa?a.
Siguiendo estas palabras, el proyecto de presupuestos presentado el mi¨¦rcoles contiene una disposici¨®n adicional, la n¨²mero 65, que habla de financiar con impuestos (IVA, IRPF, Sociedades) y no con cotizaciones algunas de las prestaciones que ahora tienen car¨¢cter contributivo. La disposici¨®n no concreta m¨¢s y deja esa tarea para el Pacto de Toledo. No obstante, ya hay propuestas en esa l¨ªnea que se centran, sobre todo, en dos de los cinco tipos de pensiones que ahora corren a cargo de las cuotas: viudedad y orfandad, que en los presupuestos de 2016 suman 22.850 millones.?
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