Frenazo mundial
Cuando Europa y Estados Unidos fueron golpeados por sus crisis, gran parte de la liquidez privada se fue a los emergentes¡ y ahora sale de ellos
Todo parece apuntar a que la econom¨ªa mundial se est¨¢ frenando. El crecimiento global (viejo mundo incluido) parece condenado a resentirse. China es el gatillo que ha lanzado el primer disparo y el impacto est¨¢ siendo muy importante en todos los emergentes. El lunes negro que se ha vivido este lunes en las bolsas suena a preludio de tempestad. Aunque agosto pueda ser un mes vol¨¢til de por s¨ª, el batacazo ha sido de nota.
No es que lo que ocurra con la econom¨ªa china sea la causa de todos los males en otros pa¨ªses pero s¨ª que est¨¢ dejando a la vista las debilidades que llevan a?os acumul¨¢ndose. Como si no quisiera ser agorero o lanzar mensajes poco alentadores, el FMI observa que hay solo una ralentizaci¨®n y dice que es ¡°prematuro¡± hablar de crisis en China. Esta visi¨®n se antoja algo ros¨¢cea.
Casi todos los emergentes vienen experimentando un deterioro en sus principales magnitudes macroecon¨®micas desde 2010 o 2011, dependiendo del caso. Tomados estos pa¨ªses en su conjunto, la desaceleraci¨®n ha sido casi continua en la tasa de variaci¨®n del PIB, la producci¨®n industrial o el consumo privado y, m¨¢s recientemente, se est¨¢n observando incluso variaciones negativas en las exportaciones.
Parte de lo que ocurre es que muchas de estas econom¨ªas se enfrentan a la cl¨¢sica trinidad irreconciliable del modelo Mundell-Fleming porque con movilidad de capitales sufren para evitar la volatilidad de los tipos de cambio o para realizar una pol¨ªtica monetaria m¨¢s o menos independiente. Cuando Europa y Estados Unidos fueron golpeados por sus crisis, gran parte de la liquidez privada se fue a los emergentes¡ y ahora sale de ellos. Y la correlaci¨®n y velocidad de transmisi¨®n de los mercados es muy elevada: una devaluaci¨®n acumulada del 3% del yuan fue seguida por una p¨¦rdida de valor superior al 4% en las divisas de otros 17 emergentes.
Hay una cierta probabilidad de que las cosas se precipiten a peor y hay varios candidatos a aceleradores. Uno de ellos son las posibles tensiones sociales en China. Uno de los indicadores m¨¢s dif¨ªcilmente cre¨ªbles de ese pa¨ªs es que, pase lo que pase, el desempleo se encuentra siempre en el entorno del 4%. Incluso crey¨¦ndolo, el paro podr¨ªa aumentar r¨¢pidamente si las exportaciones siguen cayendo y si se resiente a¨²n m¨¢s la producci¨®n industrial. La China de hoy es m¨¢s urbana pero no cuenta con garant¨ªas para dar cobertura social si las cosas se ponen especialmente feas. Los accidentes industriales tampoco est¨¢n ayudando.
De momento, China aguanta a base de vender reservas de divisa for¨¢nea y de inyectar liquidez equivalente en sus bancos. Pero esas reservas no son eternas y las inyecciones de liquidez acabar¨¢n por presionar los tipos al alza. Solo falta que Estados Unidos suba los tipos de inter¨¦s para que las cosas se precipiten a¨²n m¨¢s. Todas estas ca¨ªdas en los emergentes no son compensadas por los avances en las econom¨ªas de Estados Unidos o Europa que, en todo caso, siguen cuestion¨¢ndose como sostenibles a medio plazo. Hoy por hoy, si frenan los emergentes, frenamos todos.
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