La ¡®Orbanomics¡¯ pierde fuelle
El modelo econ¨®mico puesto en marcha en Hungr¨ªa por su primer ministro, Viktor Orb¨¢n, muestra signos de agotamiento
Hungr¨ªa lleva tiempo reduciendo la tasa de crecimiento de su PIB. En el segundo trimestre la econom¨ªa del pa¨ªs magiar creci¨® al 2,7%, por debajo del 3,2% que preve¨ªan los mercados. Esto ha llevado a muchos economistas y a la mayor parte de la oposici¨®n al controvertido primer ministro, Viktor Orb¨¢n, a proclamar el fracaso de la pol¨ªtica econ¨®mica del Ejecutivo.
Sin embargo, la situaci¨®n ha mejorado desde la llegada del conservador Fidesz (parte del Partido Popular Europeo) al Gobierno en 2010. Pese al mediocre crecimiento del PIB (aun as¨ª, consistentemente por encima de la media de la UE), el paro, del 11% en 2011, acababa 2014 en el 7,7%. Tambi¨¦n se redujo la inflaci¨®n, desde el 4,1% de 2011 al -0,9% del a?o pasado. Los tipos de inter¨¦s est¨¢n al m¨ªnimo hist¨®rico del 1,35%.
Los expertos definen la pol¨ªtica econ¨®mica del Ejecutivo h¨²ngaro como un singular c¨®ctel de econom¨ªa de mercado y f¨¦rreo intervencionismo estatal. ¡°Orb¨¢n¡±, dicen en la C¨¢mara de Comercio de Madrid, ¡°ve el creciente papel del Estado como beneficioso para la econom¨ªa, un punto de vista que comparte con Vlad¨ªmir Putin¡±. En la Fundaci¨®n Alternativas, subrayan, sin embargo, que eso no impide que el primer ministro ¡°haya llevado a cabo una pol¨ªtica netamente liberal, en l¨ªnea con el mercado¡±.
AJUSTE DRACONIANO
Orb¨¢n, que se encontr¨® con el pa¨ªs intervenido por el FMI (que hab¨ªa prestado a Hungr¨ªa cerca de 20.000 millones de euros en 2008), nunca escondi¨® que su principal prop¨®sito, al menos durante la primera legislatura (volvi¨® a ganar una segunda en 2014), era estabilizar el caos de las cuentas p¨²blicas existente a su llegada. La receta fue un ajuste draconiano. El d¨¦ficit p¨²blico lleva tres a?os por debajo del 3% del PIB; la deuda p¨²blica, del 80,9% del PIB en 2010, cerr¨® el a?o pasado al 76,9%, mientras que la mayor¨ªa del pr¨¦stamo del FMI se ha pagado.
Por el lado del crecimiento econ¨®mico, el Gobierno h¨²ngaro ha potenciado el pa¨ªs como plataforma industrial en Europa central, aprovech¨¢ndose de la privilegiada posici¨®n geogr¨¢fica del pa¨ªs, al lado de los mercados m¨¢s grandes del continente y centro de la red regional de carreteras. Ahora mismo, la industria supone ya el 22% del PIB y la pr¨¢ctica totalidad de las exportaciones, y el pa¨ªs dispone de un super¨¢vit en la balanza comercial que sigue increment¨¢ndose.
Hungr¨ªa se ha aprovechado de la circunstancia de que, a pesar de pertenecer a la Uni¨®n Europea desde 2004, ni forma parte del euro ni tiene previsi¨®n de incorporarse a la moneda ¨²nica (por la oposici¨®n de Fidesz). ¡°En este momento, formar parte del euro hubiera tenido m¨¢s desventajas que ventajas¡±, explican desde la C¨¢mara, ¡°al suponer riesgos, costes y dependencia¡±. Pero, a la vez, las ayudas comunitarias ascienden a 21.900 millones de euros entre 2014 y 2020.
Orb¨¢n, un conservador nacionalista, ha estado bajo la lupa de la Comisi¨®n Europea por sus intentos de controlar la prensa y los jueces, y al que muchos califican de radical de derechas por sus opiniones sobre la inmigraci¨®n (en contra) y la pena de muerte (a favor). Hace a?os, aprovech¨® una reforma de la Constituci¨®n para adoptar una serie de medidas calificadas de inaceptables en Bruselas. En los ¨²ltimos d¨ªas, su tratamiento de la crisis de los refugiados le ha valido reproches por parte de la opini¨®n p¨²blica.
REPRIMENDAS DE LA UE
No solo las medidas pol¨ªticas de Orb¨¢n le han valido reprimendas de Bruselas. Junto a una subida del IVA (el tipo general pas¨® del 25% al 27%), Budapest decidi¨® transferir parte de la carga impositiva a una serie de sectores, sobre todo los dominados por empresas extranjeras, mediante una serie de impuestos especiales, lo que fue calificado de ¡°discriminatorio¡± por Bruselas.
El Gobierno tambi¨¦n ha tratado de aumentar el consumo de las familias con medidas como obligar a las empresas de servicios p¨²blicos a bajar sus tarifas en un 20%, subiendo sueldos y poniendo en marcha un programa de empleo p¨²blico. Esto ha garantizado al Ejecutivo una continuada popularidad. En las elecciones de abril de 2014, Fidesz gan¨® con un 44%, que, gracias a una muy criticada reforma de la ley electoral, dieron al partido del primer ministro dos tercios de los asientos del Parlamento.
Estas singularidades y rarezas del modelo h¨²ngaro han perjudicado a la inversi¨®n exterior en el pa¨ªs. Adem¨¢s, el impuesto especial a los bancos, que result¨® ventajoso a la hora de reducir el d¨¦ficit, se ha vuelto ahora contra el Gobierno. Las entidades bancarias locales no acaban de abrir el grifo del cr¨¦dito y se justifican con la carga que representa para ellas esas tasas especiales. De modo que, aun cuando no parezca que Orb¨¢n est¨¦ dispuesto a renunciar a su particular modelo y ceder en su intervencionismo, s¨ª que est¨¢ valorando dar marcha atr¨¢s en su legislaci¨®n bancaria.
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