A medida de cada pedalada
Los fabricantes artesanos de bicis seducen a los paladares ciclistas m¨¢s exquisitos, sin renunciar a la funcionalidad
Hay quien se toma medidas para hacerse un traje y quien se las toma para hacerse una bicicleta a medida. En realidad la filosof¨ªa es la misma: ?Para qu¨¦ adaptarse a cosas fabricadas en serie cuando se pueden utilizar cosas fabricadas especialmente para adaptarse a uno? Los artesanos que fabrican bicis personalizadas todav¨ªa escasean en Espa?a (al contrario que en otros pa¨ªses) aunque al calor del boom de este medio de transporte, sobre todo para uso urbano, aumenta el inter¨¦s por este producto. Son una peque?a parte de este negocio que emplea a 14.000 personas en Espa?a y cuyas ventas han aumentado un 10% durante los a?os de la crisis (y a pesar de ella), seg¨²n datos de la Asociaci¨®n de Marcas de Bicicletas de Espa?a (AMBE). Hay 250 empresas que se dedican exclusivamente a las dos ruedas.
Los par¨¢metros importantes a la hora de dise?ar una bicicleta a medida son la posici¨®n que el ciclista va adoptar sobre el veh¨ªculo, las dimensiones del usuario y el uso que se le va dar: carretera, monta?a, pista, viajes largos o cortos, etc¨¦tera. En ocasiones, no siempre, se hacen estudios biomec¨¢nicos y partiendo de toda la informaci¨®n recolectada var¨ªan las longitudes de los tubos que forman el cuadro de la bicicleta y los ¨¢ngulos entre ellos. ¡°Esto es lo que le da car¨¢cter a la bicicleta¡±, dice el dise?ador y constructor Andr¨¦s Arregui, fundador del taller Arregui Vel¨¢zquez en 2009, en Madrid.
Con estilo propio
Doctor en Qu¨ªmica F¨ªsica, aficionado al saxof¨®n y autodidacta (aprendi¨® a base de libros, Internet, consejos de sus mayores y a trav¨¦s del m¨¦todo de prueba y error), Arregui tiene algo de sastre a medida, de herrero del siglo XXI, trabajando con tubos de acero y soldaduras, y tambi¨¦n de tatuador: para los constructores de bicicletas, como para los que dibujan bajo la piel, uno de sus grandes activos es su estilo personal, por eso reciben encargos de diferentes partes del planeta.
Su ¨²ltimo pedido viene desde Washington: las suyas son piezas ¨²nicas que surgen de un largo contacto con el cliente en el que se trata de conocer a fondo sus gustos y necesidades. ¡°Si buscas lo ¨²ltimo de lo ¨²ltimo en una bici de competici¨®n yo no puedo competir con una gran empresa de desarrollo, pero puedo permitirme el lujo de prestar m¨¢s atenci¨®n a los detalles¡±, explica. Un cuadro, en el que puede trabajar unos cuatro meses de media, sale por unos 1.500 euros, 3.000 si es la bici completa, aunque alguna de sus piezas ha llegado hasta los 5.000 euros. No le falta trabajo: tiene lista de espera. En 2013 fabric¨® 18 bicicletas. Ese mismo a?o se produjeron en Espa?a alrededor de 375.000.
En Standbikeme tienen predilecci¨®n por las cl¨¢sicas, de los setenta. En Cyclos Bycicles las fabrican de acero y titanio
Aimar Fraga, violinista e inform¨¢tico, es otro de los grandes fabricantes de bicicletas a medida, el ciclista que est¨¢ detr¨¢s de la marca Amaro Bikes, radicada en Bilbao. Es partidario no de ponerse a las ¨®rdenes del cliente sino de crear la bici que ¨¦l considere conveniente para el cliente, seg¨²n su punto de vista y experiencia. Algo as¨ª como ¡°bicis de autor¡±, que ha fabricado para clientes como Luis Enrique o Josef Ajram, indica. ¡°De otra manera la personalidad del fabricante se difumina¡±, opina Fraga. ¡°Aunque no es que esto sea un arte: la bicicleta no deja de ser un veh¨ªculo y m¨¢s importante que la est¨¦tica es la funcionalidad¡±. Sus bicis, de todas formas, son muy hermosas. ¡°Con el boom de la bici urbana que se ha producido, adem¨¢s de los ciclistas de carretera y monta?a, m¨¢s preocupados por aspectos t¨¦cnicos, ha surgido un tipo de usuario al que le gusta tener un objeto ¨²nico, personalizado y producido localmente¡±, afirma.
"Una bicicleta a medida es como hacer un sue?o realidad", dice Bernat Villagin¨¦s, de Cyclos Bycicles, en Barcelona, fabricante de bicis de acero y de titanio, materiales m¨¢s flexibles que el aluminio y mejores, seg¨²n este fabricante, que la fibra de carbono. Dependiendo del uso, utiliza un tipo de tubos u otros: ¡°Por ejemplo, para una mountain bike que va a sufrir mucho utilizo tubos de acero m¨¢s gruesos¡±, explica, ¡°para un uso tranquilo y de paseo utilizo tubos m¨¢s ligeros, con menos pared¡±. El 75% de su clientela viene del extranjero. ¡°Suelen ser personas con experiencia, grandes conocedores del mundo de la bicicleta, casi siempre mayores de 40 a?os, exigentes, a los que les gusta el ¡®h¨¢galo usted mismo¡±, explica Villagin¨¦s.
Otra opci¨®n a medio camino entre la bici de serie y la personalizada es la bici restaurada, el llamado upcycling. A eso se dedican, entre otras cosas, en Standbikeme, Valencia, donde tienen preferencia por las cl¨¢sicas, de los a?os setenta, aunque no le hacen ascos a nada. ¡°Todo el mundo tiene por ah¨ª una bici llena de polvo y de telara?as, se encuentran aut¨¦nticas reliquias en los garajes¡±, dice Antonio Orero, fundador y socio de la empresa. Si un cliente no tiene una que restaurar, desde Standbikeme le recomiendan preguntar a familia, amigos o conocidos, de esta forma siempre suele aparecer alg¨²n veh¨ªculo abandonado en un trastero o en una casa de pueblo. Si no es as¨ª, ellos se encargan de rastrear. Siempre aparecen.
?Seg¨²n el presupuesto
Una vez finalizada esa aventura de buscar el material de trabajo, comienza la restauraci¨®n. "Tratamos de aprovechar todo lo que podemos, eso tambi¨¦n depende el presupuesto del cliente", dice Orero. La bici se desguaza y se restaura. Otra forma de transformar la bicicleta es utilizar el kit Ebike 75: incluye motor, bater¨ªa, una rueda y un pad de control. Eso s¨ª, hay quien piensa que una bici motorizada no es una bici, sino una motocicleta.
Sus clientes encajan en dos perfiles: los que quieren gastar lo m¨ªnimo para hacer una bici utilizable y lo que quieren ir m¨¢s all¨¢ y hacer una bici especial. As¨ª, los precios pueden variar: el pack m¨ªnimo son unos 295 euros, e incluye la puesta a punto de la bici: desmontaje, cambio de cadena, c¨¢mara, pintura, encintado... Lo m¨ªnimo para rescatarla. "Si intentamos llevar la bici a nuestro terreno, el precio ya sube a unos 500 o 600 euros", dice Orero.
Extra?os pedidos
A veces hay pedidos curiosos. "Con la moda de los food trucks, las furgonetas que venden comida en la calle, nos han encargado tomar una mountain bike de hierro de las de toda la vida y transformarla en una cargo bike para vender pizza de forma ambulante", explica Antonio Orero, de Standbikeme.
O m¨¢s raros, como la bici-batidora que le pidieron a Aimar Fraga: la idea era que la bicicleta sirviera para que los clientes de un establecimiento ecol¨®gico se hiciesen sus propios batidos sin gasto de energ¨ªa y a un precio reducido. El fabricante no acept¨® el encargo. ¡°Podr¨ªa haberla hecho¡±, explica, ¡°pero prefiero no meterme en cosas en las que no tengo experiencia¡±.
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