Portugal revitaliza sus rutas mercantiles
El pa¨ªs impulsa su sector exterior para recuperar la actividad industrial y el empleo
Teodora Cardoso tiene 73 a?os y no est¨¢ para tonter¨ªas. Ni de ni?a lo estuvo. ¡°Mis ¨²nicas asociaciones afectivas constantes han sido con perros¡±, se sinceraba en una entrevista magistral de Anabel Mota Ribeiro para Jornal de Negocios, all¨¢ por 2007, cuando a¨²n no era importante. Teodora Cardoso es hoy la guardiana de las cuentas de la Rep¨²blica Portuguesa. Y el pasado mi¨¦rcoles, con su habitual frialdad, advirti¨® a los pol¨ªticos: si el pr¨®ximo Gobierno del pa¨ªs, del signo que sea, levanta todas las medidas contra la austeridad, las cuentas se van al carajo.
Cardoso rezuma autoridad aunque no la tenga. Fue la primera mujer que os¨® vestir pantalones en el Banco de Portugal, antes de presidir el Consejo de Finanzas P¨²blicas. Nadie le discute su independencia de pol¨ªticos o de fuerzas oscuras y, desde su p¨²lpito, ha lanzado su mensaje para quien quiera o¨ªr: ¡°Una pol¨ªtica de est¨ªmulo del consumo agravar¨ªa el d¨¦ficit externo y el presupuestario. Quedar¨ªamos expuestos de nuevo a la falta de confianza de los mercados, y eso traer¨¢ una crisis de financiaci¨®n porque los mercados no confiar¨¢n en una soluci¨®n de este tipo¡±.
Las elecciones del pasado 4 de octubre acabaron con la mayor¨ªa absoluta de la coalici¨®n de centroderecha, el Partido Social Dem¨®crata (PSD) del primer ministro Pedro Passos Coelho, y el CDS-Partido Popular de su viceprimer ministro, Paulo Portas. Alumno aplicado de las recetas de la troika, que administr¨® el pa¨ªs de 2011 a 2014, el PSD-CDS gan¨® los comicios pero ahora depende de la posici¨®n del Partido Socialista (PS), ¨¢rbitro de la situaci¨®n. El partido liderado por Ant¨®nio Costa podr¨ªa formar mayor¨ªa con un Partido Comunista (PCP) marxista leninista y un Bloque de Izquierda (BE) que reniega del Tratado Presupuestario con el que se salv¨® al pa¨ªs de la bancarrota.
PCP y BE prometieron en la campa?a electoral que con ellos se acabar¨ªan las medidas de austeridad y los recortes sociales. El PS prometi¨® cumplir con Bruselas, pero tambi¨¦n reponer en dos a?os los salarios de funcionarios y las pensiones de antes de los cortes. La coalici¨®n PSD-CDS fue la m¨¢s cautelosa en aflojar el cintur¨®n: en lugar de dos a?os, en cuatro. Y con esas promesas gan¨®, aunque puede que no gobierne. ¡°Vamos a pasar la p¨¢gina de la austeridad¡±, ha avisado el socialista Costa, dando a entender que, pacte con quien pacte, el fin de los recortes va a ser condici¨®n imprescindible.
Sin presupuestos
La decisi¨®n del presidente Cavaco Silva de convocar elecciones el pasado 11 de octubre ha hecho que Passos Coelho no haya podido presentar (ni, por supuesto, aprobar) un proyecto de Presupuestos para 2016, por lo que el 1 de enero se prorrogar¨¢n autom¨¢ticamente las cuentas de 2015. ?sta extensi¨®n ya rompe con el Tratado de Estabilidad, porque con ella autom¨¢ticamente se anulan los recortes extraordinarios y la sobretasa del IRPF. Sin esas medidas, el d¨¦ficit en 2016 no ser¨ªa del 1,8%, como prev¨¦ el Gobierno, ni siquiera del 2,8% que estima el FMI, sino del 3,2%, se?ala el informe de Cardoso titulado Finanzas P¨²blicas: Situaci¨®n y Restricciones 2015-2019. El Gobierno que salga de las negociaciones, haya pacto o no, tiene 90 d¨ªas para presentar su proyecto de cuentas ante la nueva Asamblea de la Rep¨²blica. Y, seg¨²n la Ley de Estabilidad Presupuestaria, la Comisi¨®n Europea tiene que recibir una copia.
¡°Abrir algo la mano no va a ser malo¡±, asegura Bruno Bobone, presidente de la C¨¢mara de Comercio e Industria de Lisboa. ¡°Pagar algo menos de impuestos significa mayor consumo y eso va bien a las empresas. Lo curioso de todo esto es que la propuesta sea de partidos de izquierda. Creo sinceramente que ha llegado la hora de aflojar. Lo m¨¢s importante se ha hecho, hay que estar vigilante para no repetir errores anteriores y no estropear el camino hecho, pero tambi¨¦n hay que abrir el grifo para poder crecer¡±.
Aparte de la Econom¨ªa, Cardoso es una amante de la Historia. Y recuerda el mal end¨¦mico de Portugal: una acumulaci¨®n de d¨¦ficit presupuestarios que le llev¨® a necesitar tres rescates financieros en 40 a?os de democracia. ¡°El pa¨ªs necesita encontrar un modelo de crecimiento estable de la econom¨ªa y del empleo basado en el aumento de la productividad y en la competividad, y no en el endeudamiento y en el aumento del gasto p¨²blico¡±, aconseja el CFP.
Y ese crecimiento estable pasa por la inversi¨®n ¡°en los sectores transaccionales y en las exportaciones como motores de crecimiento. (...) La pol¨ªtica econ¨®mica deber¨¢ calibrar sus incentivos para asegurar que las exportaciones lideren la evoluci¨®n econ¨®mica permitiendo reducir el endeudamiento externo¡±, que ahora es del 128% del PIB.
Buenas cifras
Portugal va razonablemente bien. La producci¨®n industrial creci¨® en agosto el 1,3% frente al 0,9% de la zona euro y, en general, un 1,6%, tambi¨¦n por encima de la media; Moody¡¯s ha elevado la calificaci¨®n de la banca a ¡°estable¡±, lo que no ocurr¨ªa desde 2008; crece el consumo y, sobre todo, crecen las exportaciones, un 6% en el ¨²ltimo trimestre, con un destacado 7,5% en el comercio con la Uni¨®n Europea, gracias a Alemania, a Francia y a su vecino ib¨¦rico. ¡°?El consumo crece en Espa?a, pues nosotros tambi¨¦n creceremos?¡±, concluye Jos¨¦ Sotto Mayor Matoso, un empresario con negocios en los dos lados de la frontera. El presidente de la c¨¢mara de comercio saca una lecci¨®n de la crisis, la misma que los navegantes portugueses en el siglo XVI: ¡°El empresario portugu¨¦s se ha atrevido a salir fuera porque no hab¨ªa otra. O salir o cerrar. Tradicionalmente, el empresario estaba pendiente del Gobierno, de su ayudas, de sus obras p¨²blicas, de sus concesiones y subvenciones. Eso se acab¨® con la crisis y el empresariado se ha abierto su propio camino. No hab¨ªa otra, y lo ha hecho¡±.
Destinos naturales
La revitalizaci¨®n del comercio exterior empez¨® por sus destinos naturales, los ocho pa¨ªses de lengua oficial portuguesa, de Timor Oriental a Brasil. Pero, de ellos, el gran negocio era Angola, con crecimientos cercanos al 10% anuales gracias al petr¨®leo. El pa¨ªs africano se convirti¨® en el primer comprador de productos lusos fuera de la UE. Unas 9.000 empresas portuguesas exportan a la excolonia y unas 2.000 sociedades angole?as cuentan con capital luso. Pero la ca¨ªda del precio del petr¨®leo de los 120 d¨®lares a los 50 ha tra¨ªdo una crisis al pa¨ªs africano que ha repercutido en Portugal. Seg¨²n el sindicato de la construcci¨®n, cada mes regresan 500 trabajadores. Las exportaciones han ca¨ªdo este a?o un 26%, para quedarse, hasta julio, seg¨²n el Instituto de Estad¨ªstica, en 1.257 millones de euros.
Estados Unidos es ahora el primer cliente extracomunitario. ¡°La crisis de Angola es un problema circunstancial para el empresario portugu¨¦s¡±, explica Bobone. ¡°Incluso puede ser una ventaja. Con Angola aprendimos a exportar, y una vez que se empieza, luego ya no cambia tanto; ya se tiene la rutina y la valent¨ªa de ir a otros pa¨ªses¡±.
La tendencia es mirar hacia otra excolonia, Mozambique, que a¨²n no ha explotado todas su riquezas naturales. Brasil queda descartado. ¡°Brasil es para los brasile?os. Son muy proteccionistas¡±, a?ade el presidente de la C¨¢mara. ¡°Aunque parezca extra?o, Portugal tiene m¨¢s posibilidades en Estados Unidos y Asia. La historia de nuestros navegantes es un valor en Jap¨®n y China; all¨ª a Portugal se le respeta¡±.
El par¨®n de Angola no ha sido el ¨²nico contratiempo de Portugal en la postcrisis. A la vez que se hund¨ªa el petr¨®leo angole?o, quebr¨® el hist¨®rico Banco Esp¨ªrito Santo (BES). ¡°Eso ha sido peor¡±, reconoce Bobone. ¡°El BES era el banco de las empresas. Su ca¨ªda fue mala por la p¨¦rdida de confianza externa, por el fin del apoyo a las empresas y por la p¨¦rdida del dinero de los empresarios¡±.
El crac del Esp¨ªrito Santo cost¨® en su momento 4.900 millones de euros: 500 del desgastado Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos portugu¨¦s y 4.400 de un pr¨¦stamo europeo, la primera vez que se pon¨ªa a prueba el nuevo sistema comunitario de rescates bancarios. La idea de Passos Coelho era devolver ese pr¨¦stamo en un a?o a trav¨¦s de la venta de la parte sana del BES, el llamado Novo Banco. Pero en septiembre, Portugal suspendi¨® la subasta al no encontrar ofertas. Eso oblig¨® a encajar el pr¨¦stamo europeo en el d¨¦ficit de 2014, que, seg¨²n el servicio de estad¨ªstica luso, salt¨® del 4,5% al 7,2%.
Tambi¨¦n del caso del BES el presidente de los empresarios saca su moraleja: ¡°Es el empresario quien tiene que invertir en su empresa, y no los bancos¡±. Una singularidad portuguesa: el endeudamiento no es tanto de las familias, como en el caso de Espa?a, como de las empresas (el 150% del PIB)¡±.
Afortunadamente, no hay un sector econ¨®mico del que dependa el pa¨ªs. ¡°La diversificaci¨®n empresarial es buena para sortear las crisis¡±, se?ala Bobone. Nunca fallan los sectores tradicionales como el m¨¢rmol y el corcho, pero ahora el turismo es m¨¢s que de sol y playa, el sector textil mucho m¨¢s que toallas de rizo ¡ªaunque sigue sin crear marca¡ª y el calzado es un ejemplo de milagro econ¨®mico. Y en la industria agroalimentaria, aunque Jorge de Mello lo quiera ocultar, su Sovena es el primer embotellador mundial de aceite; Rui Nabeiro exporta el caf¨¦ Delta por medio mundo y las pizzas que nos comemos llevan tomate portugu¨¦s, de Sugalidal, segundo productor mundial de pulpa.
Para seguir produciendo y exportando, el presidente de los empresarios le pide al futuro gobierno una sola cosa: que baje el precio de la energ¨ªa ¡ªcar¨ªsima, con un 23% de IVA¡ª una medida que cuenta con el rechazo frontal de Cardoso. ¡°A¨²n es prematuro¡±, afirma la presidenta del CFP.
El Banco de Portugal, mientras tanto, pide medidas para repoblar el pa¨ªs. La baja fecundidad m¨¢s la emigraci¨®n abocan a Portugal a perder el 20% de su poblaci¨®n en 35 a?os; en t¨¦rminos econ¨®micos eso son 20 puntos porcentuales del PIB, seg¨²n la entidad. La poblaci¨®n en edad activa (de 15 a 64 a?os) tiene previsto reducirse en un tercio hasta 2060. Mientras menguan los j¨®venes, crecen los viejos, con lo que el ratio de dependencia de los jubilados pasa del actual 31% a un preocupante 64% en 2060.
Para¨ªso fiscal
A falta de un flujo de inmigraci¨®n suficiente, empiezan a verse los resultados de las pol¨ªticas de beneficios fiscales para residentes no habituales. La consultora Deloitte calcula que unos 4.000 extranjeros se han acogido a este r¨¦gimen, franceses principalmente, pero tambi¨¦n suecos, belgas y espa?oles.
Este r¨¦gimen fiscal semiparadis¨ªaco exime a los residentes no habituales de pagar cualquier impuesto. Y, en el caso de que trabajen, solo un 20% sobre los rendimientos en Portugal. Eso se a?ade a que en la Hacienda lusa no se tributa por donaciones, sucesiones ni por ganancias en venta de acciones. ¡°Espa?a ha hecho algo parecido pero solo para trabajadores; el sistema portugu¨¦s es mejor porque no exige trabajar¡±, explica Lu¨ªs Le¨®n, socio de la consultora Deloitte. ¡°Los que se acogen a este r¨¦gimen fiscal relanzan el consumo con rendimientos que vienen del extranjero; es un efecto en la econom¨ªa equivalente a las exportaciones¡±, analiza Le¨®n.
El consultor de Deloitte, como la economista Cardoso, ven en la exportaci¨®n un alivio a los problemas de Portugal. ¡°El riesgo del pa¨ªs es no hacer lo que tiene que hacer; es volver a encerrarse en s¨ª mismo¡±, reflexiona Bobone. ¡°Si el empresario vuelve a vivir del Gobierno, acabaremos mal¡±. El presidente de la patronal del calzado, Fortunato Frederico, resume en siete palabras el futuro de Portugal: ¡°Tenemos que viajar m¨¢s, y m¨¢s lejos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.