Paseo por las entra?as de Manhattan
Dragados excav¨® dos cavernas masivas bajo la ic¨®nica Grand Central que acogeran una nueva estaci¨®n para el ferrocarril de cercan¨ªas
El diminuto parque en el que comen ensalada los empleados del rascacielos de Burberry, en la calle 50 con la avenida Madison, tiene una puerta de servicio que lleva directa a las entra?as de granito que soporta el vertiginoso perfil de Manhattan. Hay que descender a¨²n el equivalente a 15 pisos para tener una idea de la magnitud de lo que discurre ah¨ª abajo, porque el proyecto p¨²blico de infraestructura de transporte m¨¢s importante en Estados Unidos no se ve.
La temperatura a 45 metros de profundidad es constante, aunque la humedad hace que se sienta m¨¢s calor del que en realidad hay. ¡°Lo peor es la falta de luz¡±, comenta Benjamin Stivala, uno de los operarios que trabaja en la doble caverna abierta bajo la centenaria Grand Central y que se extiende cinco calles al norte por Park Avenue. Es un hueco masivo, de casi 20 metros de altura y 345 de longitud. El espacio es tan grande que cuesta encuadrarlo en el objetivo de la c¨¢mara.
Las dos cavernas formar¨¢n una estaci¨®n con ocho andenes, en dos niveles, para los trenes de cercan¨ªa que conectan con Long Island. Tendr¨¢ capacidad para operar 24 trenes la hora y servir¨¢ a 162.000 viajeros al d¨ªa, la mitad del tr¨¢fico que va ahora hacia la estaci¨®n de Pensilvania. Para realizar la excavaci¨®n se ejecutaron m¨¢s de 2.400 detonaciones. Pese a esta sucesi¨®n de peque?os terremotos, el neoyorquino no not¨® el ingente trabajo en curso.
¡°Hasta hace unos d¨ªas pr¨¢cticamente nadie en la ciudad sab¨ªa que exist¨ªamos¡±, comenta Bill Goodrich, encargado del proyecto, ¡°ahora vamos a empezar a molestar un poco¡±. La obra, de hecho, aflor¨® el pasado lunes en la planta baja de la ic¨®nica estaci¨®n terminal neoyorquina. Unas lonas de pl¨¢stico blancas tapan los trabajos para la construcci¨®n de la estructura que soportar¨¢ las escaleras mec¨¢nicas y los ascensores que conectar¨¢n con la futura estaci¨®n.
Es una an¨¦cdota comparado con todo el acero que se va a utilizar en el proyecto, con el que Boeing podr¨ªa ensamblar 1.000 bimotores de la familia B737, y las 23 piscinas ol¨ªmpicas que podr¨ªan llenarse con el cemento utilizado para revestir la piedra. De la excavaci¨®n sali¨® material con un volumen similar al de un rascacielos que en tama?o se colocar¨ªa entre el Empire State Building y el Chrysler. Podr¨ªan haberse utilizado 75.000 camiones para transportar toda la piedra molida.
Siete a?os m¨¢s
El conocido como East Side Access es un proyecto que lleva fragu¨¢ndose seis d¨¦cadas, cuando empezaron los debates en la ciudad de los rascacielos sobre c¨®mo hacer frente a la congesti¨®n del transporte p¨²blico. El presupuesto asciende a 10.178 millones de d¨®lares, 6.500 millones m¨¢s de lo previsto, y acumula 14 a?os de retraso en su ejecuci¨®n. La obra est¨¢ completada al 60%. El objetivo es que la estaci¨®n est¨¦ operativa para finales de 2022.
La compa?¨ªa espa?ola Dragados fue la encargada de excavar los t¨²neles que bajan desde la calle 63 hasta Grand Central, casi una treintena de metros por debajo de los ra¨ªles de la l¨ªnea de trenes de cercan¨ªa Metro North. Para ello utiliz¨® dos ¡°gusanos¡± de 640 toneladas que devoraban el granito avanzando a un ritmo de 15 metros cada d¨ªa. Esa parte de este ingente proyect¨®, que consta de m¨¢s de siete kil¨®metros de t¨²neles, llev¨® 10 meses completarla.
El recorrido desde el norte empieza con dos t¨²neles que se ramifican cuando llega a la zona de Midtown. De ah¨ª vuelven a dividirse otra vez en dos a la altura de la calle 50. Al sur de la estaci¨®n vuelven a concentrarse en cuatro desde Gran Central hasta la calle 37. Ese trozo se utilizar¨¢ para aparcar los trenes. Ah¨ª reposa una de las dos tuneladoras de Dragados. ¡°La hemos dejado como testamento, para que las futuras generaciones puedan ver c¨®mo se hac¨ªan estas obras¡±, comenta Michael Horodniceanu, el m¨¢ximo responsable de los proyectos de la MTA, la agencia que gestiona la red metropolitana de transporte.
Dragados fue tambi¨¦n la encargada de excavar las dos cavernas y ahora de su revestimiento, junto a la construcci¨®n de las galer¨ªas de acceso a la estaci¨®n. Aunque Grand Central es el coraz¨®n del proyecto, los trabajos se desarrollan de manera simultanea en Queens y el Bronx. Y como en Nueva York est¨¢ todo conectado, el alivio se notar¨¢ por todo el sistema. La estaci¨®n de Pensilvania podr¨¢ acomodar los trenes de Metro North y se reducir¨¢ la carga en la l¨ªnea 7 de metro.
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