Tan vulnerables como antes
Espa?a no ha cambiado su modelo de crecimiento y conserva parecidas debilidades
Casi cuatro millones de trabajadores (alrededor del 30% del total) perciben mensualmente menos de mil euros efectivos de salario. Hay 4,8 millones de parados y existe un 22,2% de la poblaci¨®n en riesgo de pobreza. Todos son datos oficiales del Instituto Nacional de Estad¨ªstica en sus diferentes encuestas, no de ONG con metodolog¨ªas heterog¨¦neas. Estas cifras pueden ser consideradas como debilidades estructurales de lo que los economistas denominan el ¡°capital humano¡± espa?ol.
Hay que ponerlas encima de la mesa ya que desde que volvi¨® el crecimiento se ha recuperado el debate, al menos de forma ret¨®rica, sobre el modelo de producci¨®n de Espa?a. La cuesti¨®n es la siguiente: despu¨¦s de tantos a?os de crisis, ?qu¨¦ hemos aprendido?, ?c¨®mo han cambiado los fundamentos de la econom¨ªa m¨¢s all¨¢ de la reducci¨®n obligada del peso de la construcci¨®n?, ?se va a competir en el exterior v¨ªa precios (mayor devaluaci¨®n de los salarios) o por un aumento de la calidad de los productos y los servicios? En definitiva, ?somos m¨¢s o menos vulnerables que en 2007?
El modelo de crecimiento de un pa¨ªs est¨¢ determinado por el hardware y el software de la econom¨ªa. El hardware: conjunto de capital f¨ªsico (geograf¨ªa, infraestructuras, I+D+i,...), humano (personal cualificado) y financiero (dinero). Todos sabemos que para que un hardware sea bueno hay que cargarlo con el software m¨¢s adecuado: calidad del marco normativo, instituciones s¨®lidas que den seguridad jur¨ªdica a los agentes sociales, que reduzcan la incertidumbre, aminoren los costes de transacci¨®n y faciliten la cohesi¨®n social.
En estos a?os de recesi¨®n y estancamiento secular, muchas de las instituciones han dejado de funcionar bien por la corrupci¨®n (confusi¨®n entre lo privado y lo p¨²blico), la lottizzazione (su reparto por parte de los principales partidos pol¨ªticos), o porque se han quedado viejas en la era de la globalizaci¨®n. En cuanto a las distintas modalidades de capital, el modelo de producci¨®n se ha jibarizado (es m¨¢s peque?o) y est¨¢ marcado por el enorme endeudamiento p¨²blico y privado, que en conjunto asciende a alrededor del 300% del PIB.
Cuando se habla de cambio del modelo generalmente se introducen las reformas estructurales necesarias para esa mutaci¨®n: la fiscal, la financiera, la energ¨¦tica, la del mercado de trabajo, la reforma empresarial, etc¨¦tera. En el caso de Espa?a se suele destacar, entre sus fortalezas, la del sector exportador en sectores como la banca, la distribuci¨®n, la agroalimentaci¨®n, las infraestructuras, el turismo, las energ¨ªas renovables o la telefon¨ªa... Pero en el resto del c¨®ctel pocas veces se incluye la debilidad estructural del capital humano.
C¨®mo crecer, c¨®mo incrementar la productividad si aumenta la desigualdad salarial entre los que m¨¢s cobran y los que menos, entre los hombres y las mujeres, entre los j¨®venes y los mayores, y entre todos y los parados y los trabajadores pobres. C¨®mo ser m¨¢s competitivos si el 16% de los hogares llegan a fin de mes con dificultades, el 42,4% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos o el 45% no puede permitirse irse de vacaciones fuera de casa al menos una semana al a?o.
Esto tambi¨¦n es modelo de crecimiento.
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