La mitad de los pa¨ªses de la zona euro ya emite deuda con tipos negativos
El inter¨¦s sigue bajando ante la expectativa de nuevas medidas del Banco Central Europeo
La te¨®rica excepcionalidad de los tipos de inter¨¦s negativos es, cada d¨ªa m¨¢s, la nueva normalidad en los mercados de deuda soberana de la eurozona. El paro galopante y la ingente deuda, que se acerca peligrosamente al 100% del PIB, no han impedido a Espa?a emitir papel a un a?o en negativo por primera vez en la historia. Tampoco las dudas pol¨ªticas que planean sobre Portugal tras las elecciones generales de octubre, ni el estigma de haber necesitado un rescate a sus finanzas p¨²blicas hace solo cuatro a?os, han sido impedimento para que el Tesoro luso haya seguido los pasos de Espa?a. Con estas dos ¨²ltimas incorporaciones, ya son nueve de 19 pa¨ªses de la moneda ¨²nica los que cobran a los inversores por pedir prestado a dos a?os vista.
En poco m¨¢s de 40 meses, la zona euro ha pasado del abismo de una crisis de deuda sin precedentes a la sobreabundancia ¡ªartificial¡ª de papel con rentabilidad negativa. Del verano de 2012, marcado por el ¡°har¨¦ lo que sea necesario para sostener el euro¡± del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, a dos de los pa¨ªses m¨¢s golpeados por el zarpazo de la recesi¨®n ¡ªEspa?a y Portugal¡ª emitiendo letras a un a?o con tasas negativas. Entre medias, dos decisiones, ambos con la r¨²brica del Eurobanco: el lanzamiento del programa de compra masiva de deuda (QE) en marzo de este a?o, que ha inyectado hasta 60.000 millones de euros al mes en el mercado de bonos soberanos, y la rebaja de la facilidad de dep¨®sito ¡ªel tipo que el BCE aplica a los dep¨®sitos bancarios¡ª, que ha pasado del 0% al -0,2% y que Draghi sopesa seguir bajando en diciembre.
A estos factores se a?aden otros dos fen¨®menos de corte global, pero especialmente palpables en el Viejo Continente: la debilidad de la inflaci¨®n, que sigue a a?os luz del objetivo de estabilidad del 2%, y el exceso de ahorro en relaci¨®n con una inversi¨®n todav¨ªa languideciente.La tendencia no es ninguna novedad en los pa¨ªses del norte, los que mejor resistieron los embates de la crisis y menos endeudamiento p¨²blico acumulan. Con un 75% de deuda sobre PIB, Alemania lleva m¨¢s un a?o financi¨¢ndose en negativo a tipos cortos, su bono a dos a?os super¨® este mi¨¦rcoles su m¨ªnimo hist¨®rico y cobra intereses por seis de cada 10 euros de deuda emitida; Holanda tambi¨¦n cobra por financiarse a uno y dos a?os y hasta Francia, que no termina de levantar cabeza tras la Gran Recesi¨®n, se ha acostumbrado a la anomal¨ªa de cobrar por pedir prestado a corto plazo y ya tiene casi la mitad de sus saldos vivos de deuda en terreno negativo. Pero en los pa¨ªses sure?os, aquellos que segu¨ªan con desasosiego el ¡°marcapasos¡± de la prima de riesgo, la evoluci¨®n reciente s¨ª es nueva: Espa?a, cabeza visible de este grupo, ha pasado de retribuir a sus acreedores a dos a?os al 6% en 2012, en pleno rescate financiero, a cobrarles hoy.
Tendencia incierta
¡°Las dudas sobre la ruptura de la eurozona han disminuido¡±, explica por correo electr¨®nico Olivier Garnier, economista jefe de Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale. ¡°Que Alemania o Pa¨ªses Bajos se financiasen a tipos negativos en 2012 o 2013 era normal porque su deuda se consideraba libre de riesgo en un escenario de mucha volatilidad¡±, agrega por tel¨¦fono Jaco Rouw, de la firma holandesa NN Investment Partners. ¡°En cambio, lo de Espa?a, Italia o Portugal tiene que ver con el volumen de liquidez que ha generado el BCE¡±, a?ade.
De la misma opini¨®n es Markus Allenspach, del banco suizo Julius Baer, que deja caer una cr¨ªtica frontal com¨²n a muchas entidades financieras europeas que ven peligrar su negocio en tiempos de excepcionalidad monetaria: ¡°Draghi ha llegado demasiado tarde y ha ido demasiado lejos¡±. Allenspach tambi¨¦n insiste en los efectos perversos de esta situaci¨®n. ¡°Lo hemos visto en Suiza y en Dinamarca: en vez de mejores condiciones de financiaci¨®n, los tipos negativos no solo no activan el cr¨¦dito a empresas y familias, sino que lo ralentizan¡±.
A corto y medio plazo, la media decena de analistas consultados no alberga dudas: los inversores deben olvidarse de recibir intereses por prestar a los grandes de la eurozona. La incertidumbre emerge a medio y largo plazo. Diego Mendoza, de Analistas Financieros Internacionales, cree que los intereses no bajar¨¢n mucho m¨¢s ¡ª¡°el movimiento del BCE ya est¨¢ descontado¡±¡ª, pero seguir¨¢n en terreno negativo hasta, al menos, marzo del a?o pr¨®ximo. ¡°Todo ello, suponiendo que el BCE haga lo que ha dejado entrever: que ampliar¨¢ el QE y que rebajar¨¢ la facilidad de dep¨®sito¡±, a?ade. Rouw, por contra, cree que perdurar¨¢n en el tiempo. ¡°La demanda de activos de bajo riesgo es alta y la mayor parte del papel a dos a?os seguir¨¢ cerca del cero durante todo 2016¡±, zanja.
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