El nordeste de Brasil busca socios
La regi¨®n, la m¨¢s pobre del pa¨ªs, apuesta por la log¨ªstica y la energ¨ªa
¡°Parec¨ªa que el sol tra¨ªa disuelto en su luz un veneno misterioso que venc¨ªa los cuidados m¨¢s pacientes, resecaba la frescura de los regad¨ªos y esterilizaba el poder nutritivo de la simiente, que tanto hab¨ªa costado obtener¡±. El cl¨¢sico de Rachel de Queiroz, O Quinze, le¨ªdo por generaciones de escolares, relataba as¨ª la feroz sequ¨ªa de 1915, que arras¨® el Nordeste de Brasil hasta tal punto que los afectados fueron recluidos en campos de concentraci¨®n. Hist¨®ricamente, el sol y el viento han sido el enemigo de esta tierra, a¨²n hoy la m¨¢s pobre del pa¨ªs y lugar de origen de millones de emigrantes que, durante d¨¦cadas, han viajado a las ciudades del sudeste del pa¨ªs en busca de oportunidades. Pero cien a?os despu¨¦s de la tragedia, el sol y el viento empiezan a traer tambi¨¦n riqueza y calidad de vida a la regi¨®n. De esass posibilidades trat¨® el foro El Nordeste de Brasil: infraestructuras y energ¨ªas renovables, organizado por EL PA?S en Madrid con el patrocinio del Puerto de Itaqui y los Gobiernos de los Estados de Cear¨¢, Maranh?o y Piau¨ª.
El Nordeste est¨¢ formado por nueve Estados (Alagoas, Bah¨ªa, Cear¨¢, Maranh?o, Para¨ªba, Pernambuco, Piau¨ª, Rio Grande do Norte y Sergipe), en los que viven casi 47 millones de personas, m¨¢s de una cuarta parte de la poblaci¨®n de Brasil, pero que en 2013 representaban solo el 13,9% del PIB nacional. Sin embargo, entre 2000 y 2013 (¨²ltimo a?o del que hay datos precisos) la regi¨®n creci¨® un promedio del 4,9% anual frente al 4,2% del conjunto del pa¨ªs.
Y es aqu¨ª donde entran el sol y el viento. Gracias a un proceso de regularizaci¨®n de propiedades agr¨ªcolas y gesti¨®n m¨¢s eficiente del agua, todo un cintur¨®n semi¨¢rido que, hasta ahora, solo se utilizaba para la ganader¨ªa extensiva de bovino y ovino ¡ªel llamado cintur¨®n MATOPIBA, por las siglas de Maranh?o, Tocantins, Piau¨ª y Bah¨ªa¡ª ofrece enormes posibilidades clim¨¢ticas para el cultivo de semillas, especialmente soja, que ha servido de motor econ¨®mico para otras regiones del pa¨ªs. ¡°Es un Ferrari biol¨®gico¡±, explic¨® el embajador de Brasil en Espa?a, Antonio Sim?es, durante la presentaci¨®n del acto. ¡°En tres a?os la producci¨®n de soja ha pasado de 70 millones de toneladas a 100 millones¡±.
Aunque el fin del megaciclo de las materias primas ha reducido el entusiasmo de cultivadores e inversores por la soja, para Ted Lago, presidente del Puerto de Itaqui, toda inversi¨®n dar¨¢ frutos a largo plazo. ¡°El mundo necesita de alimentos y no hay alternativas a las prote¨ªnas¡±, explic¨®. ¡°Asia va a necesitar 60 millones de toneladas de soja m¨¢s al a?o y el ¨²nico pa¨ªs capaz de suministrarlas ahora mismo es Brasil¡±.
Las posibilidades aumentan cuando se sube por la cadena de valor. ¡°Hay que pasar de los granos a la carne¡±, se?al¨® el gobernador de Piau¨ª, Wellington Dias. ¡°Agregando valor a las prote¨ªnas, adem¨¢s, generamos empleos¡±, apostill¨® Lago.
FUERZA Y LUZ
Pero la verdadera riqueza del sol y del viento se saca a trav¨¦s de la electricidad. El Nordeste, hist¨®ricamente la m¨¢s ¨¢rida de las regiones brasile?as, no ha podido depender de la energ¨ªa hidroel¨¦ctrica al mismo nivel de otras zonas del pa¨ªs. Una dependencia, adem¨¢s, puesta en riesgo por el cambio clim¨¢tico. Entre 2012 y 2014, una sequ¨ªa inaudita en la regi¨®n sudeste del pa¨ªs puso a la generaci¨®n de energ¨ªa en alerta. Es un problema que no existe en el Nordeste, donde la elevada insolaci¨®n ¡ªque en algunos puntos supera las 3.000 horas de sol al a?o¡ª ofrece enormes posibilidades para establecer centrales fotovoltaicas. ¡°Lo que no nos falta es sol¡±, consider¨® Dias.
El verdadero potencial, no obstante, est¨¢ en la energ¨ªa e¨®lica. La franja costera que va desde la frontera entre Maranh?o y Piau¨ª y Rio Grande do Norte (de unos 900 kil¨®metros en l¨ªnea recta) tiene condiciones ideales para la obtenci¨®n de energ¨ªa e¨®lica. ¡°No solo son las regiones del litoral¡±, se?al¨® el gobernador de Cear¨¢, Camilo Santana. ¡°Tambi¨¦n en zonas de monta?a, como la Chapada del Araripe¡±.
Brasil ya produce un 4,7% de su energ¨ªa del viento, y de los cinco mayores Estados productores cuatro (Rio Grande do Norte, Cear¨¢, Bah¨ªa y Piau¨ª) est¨¢n en el Nordeste. ¡°Muchas empresas est¨¢n instal¨¢ndose en la regi¨®n, no solo por su potencial, sino para abastecer de piezas a las centrales ya existentes¡±, se?al¨® Santana. El Nordeste representa m¨¢s de la mitad del potencial el¨¦ctrico brasile?o, y el objetivo, dentro de los compromisos del pa¨ªs contra el cambio clim¨¢tico, es que la e¨®lica llegue al 12% del total para 2025. Solo eso convertir¨¢ a Brasil en el segundo productor mundial.
El problema, como en tantas otras cosas, es de infraestructuras. Por un lado, lograr inversores privados para construir esas centrales renovables, para lo que tanto los Gobiernos federal como de los distintos Estados ofrecen diferentes t¨¦rminos de concesi¨®n y subasta. Luego, llevar esa energ¨ªa a sus consumidores, tanto dentro como fuera de la regi¨®n Nordeste. ¡°Hay que integrar nuestro sector el¨¦ctrico con el resto del pa¨ªs¡±, apunt¨® Santana. En agosto, el Gobierno federal anunci¨® inversiones de 39.000 millones de reales (9.500 millones de euros) hasta 2018 a trav¨¦s de la subasta a la iniciativa privada de 37.600 kil¨®metros de l¨ªneas de transmisi¨®n.
Los problemas de infraestructuras tambi¨¦n se extienden a la log¨ªstica. Aprovechar la situaci¨®n privilegiada del Nordeste dentro del mapa de rutas a¨¦reas y mar¨ªtimas globales es uno de los objetivos. ¡°El megaciclo de las materias primas puede haber acabado, pero la demanda sigue existiendo; el desaf¨ªo es ahorrar costes¡±, apunt¨® Lago.
¡°El paralelo 16? sur divide el norte y el sur de Brasil; el norte produce el 60% de las exportaciones por volumen pero solo el 16% sale por aqu¨ª¡±, explic¨®. Puertos como el de Itaqui en Maranh?o y Suape en Cear¨¢ (que tambi¨¦n tiene previsto ser un polo sider¨²rgico de primer orden, con facilidades especiales para la exportaci¨®n), necesitan inversiones para complementar a los saturados puertos de Santos y Paranagu¨¢, en el sur del pa¨ªs.
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