Peor para ellas, aunque tambi¨¦n tengan un t¨ªtulo universitario
Las universitarias que se licenciaron en plena crisis tardan m¨¢s en encontrar empleo y es de peor calidad que el de hombres con igual formaci¨®n
Sin entrar en demasiados detalles, la de Silvia es una historia de ¨¦xito. Con 28 a?os, esta licenciada universitaria es empleada fija en una aerol¨ªnea con opciones de ascender en poco tiempo. Su carrera, Ingenier¨ªa Industrial, es una de las nueve mejor situadas para encontrar trabajo en plena crisis, seg¨²n la ¨²ltima encuesta del INE que estudia c¨®mo est¨¢n ahora los titulados del curso 2009-2010. Pero tal y como indican tambi¨¦n las estad¨ªsticas, su camino laboral ha sido m¨¢s complicado que el de sus compa?eros varones con una formaci¨®n exacta a la suya.
Silvia, que pide figurar sin apellido, se considera una mujer afortunada aunque le ha costado lo suyo. En una carrera muy dura y predominantemente masculina obtuvo una nota media de siete (¡°soy de las empollonas, de las que curraba mucho¡±, se define). A los cinco meses de licenciarse, entr¨® como becaria en la divisi¨®n de mantenimiento de su empresa. Despu¨¦s encaden¨® un contrato de pr¨¢cticas ¨Ccon una duraci¨®n de dos a?os y cobrando el 80% del sueldo los seis primeros meses- y luego otro de obra y servicio antes de ser indefinida. En ese momento, la brecha de g¨¦nero apareci¨® en su carrera.
A los dos compa?eros (varones) que accedieron con ella a la empresa, no les hicieron pasar los mismos tr¨¢mites. Les ofrecieron un contrato fijo nada m¨¢s acabar las pr¨¢cticas, pese a que ten¨ªan peor expediente acad¨¦mico y hab¨ªan tardado m¨¢s en licenciarse. ¡°Lo primero que pens¨¦ es que todo era por ser mujer¡±, asegura ella al tel¨¦fono, ¡°pero no lo pregunt¨¦¡±.
Silvia nunca sabr¨¢ lo de forma fehaciente. Pero lo que s¨ª dicen las estad¨ªsticas es que esto suele ser as¨ª. El informe del INE, publicado el pasado martes, dibuja una clara brecha de g¨¦nero entre los titulados y tituladas que salieron al mercado laboral en plena crisis.
Ellas tardan m¨¢s que ellos en encontrar su primer empleo. El 5,2% de las universitarias necesit¨® entre a?o y medio y dos a?os frente al 4% de los hombres. Son las que asumen m¨¢s contratos de pr¨¢cticas (un punto m¨¢s, 12,6%) y m¨¢s empleos temporales (11 puntos m¨¢s hasta el 38,5% de las que est¨¢n trabajando). Aunque una buena formaci¨®n acad¨¦mica todav¨ªa es una salvaguarda en un pa¨ªs con un galopante paro juvenil, ellas lo sufren m¨¢s que ellos. En concreto, tres puntos m¨¢s hasta el 19,2%, seg¨²n el citado estudio.
¡°Lo realmente llamativo es que esto siga ocurriendo, aunque lo cierto es que a m¨ª no me sorprende nada¡±, reflexiona Almudena Fontecha, secretaria de Igualdad de UGT. ¡°Hace mucho que las mujeres nos incorporamos a estudiar, pero eso no se ha traducido en mejores oportunidades de empleo¡±.
El informe del INE, como ya detectan otros trabajos internacionales, refleja que salen m¨¢s mujeres de la universidad. En el curso 2009-2010 hubo 197.535 licenciados. El 60,2% eran tituladas y el 39,8%, titulados. La historia se repite en casi todos los pa¨ªses de la OCDE.
Hay m¨¢s mujeres con estudios superiores entre la poblaci¨®n de j¨®venes de 25 a 34 a?os de edad, pero son ellos los que se llevan los buenos empleos. Un informe de este organismo internacional del pasado enero subrayaba que esa diferencia est¨¢ estrechamente relacionada con la escasez de servicios para atender a los hijos, como las guarder¨ªas, o con las diferencias habituales de salarios.
Cuotas tambi¨¦n en la oficina
Para las mujeres m¨¢s j¨®venes, las que entran ahora en el mercado de trabajo, el futuro no pinta bien. ¡°Se empieza a ver que somos las ¨²ltimas en salir de la crisis y las que vamos a tener m¨¢s dif¨ªcil incorporarnos, sin que apenas se hable de ello¡±, a?ade Fontecha. Angels Valls, profesora del departamento de Direcci¨®n de Personas y Organizaci¨®n de ESADE coincide con esa idea: ¡°La crisis no va a suponer cambios a mejor para las mujeres¡±. Esta experta subraya que el mercado de trabajo actual se ha vuelto mucho m¨¢s duro, estacional y precario.
¡°El empleo de menor calidad afecta m¨¢s a la mujer cuando las condiciones de trabajo pasan por adaptarse a contratos m¨¢s cortos y con unos horarios que tensionan m¨¢s el doble rol de la mujer que el del hombre¡±. Valls propone, como medida a corto plazo, que las cuotas ¡°no queden solo en los consejos de administraci¨®n¡±. Pide que las empresas tengan que justificar ¡°con datos y de forma sustentada que si tienen m¨¢s empleados que empleadas no es por discriminaci¨®n¡±. Y recomienda, adem¨¢s, que se premie a las buenas empresas con bonus.
Haya o no m¨¢s trabas en el camino, la ingeniera Silvia con la que empezaba este reportaje se considera una mujer con suerte. Su empresa le est¨¢ pagando un m¨¢ster de formaci¨®n del que solo hay un precedente. La primera persona que lo hizo tambi¨¦n era una mujer. ¡°La cartera de clientes m¨¢s grande tambi¨¦n es para m¨ª¡±, confiesa. Fue la primera ingeniera de su departamento, pero ahora ya son tres. En su empresa hay hasta una mujer mec¨¢nica. ¡°Es la que mejor y m¨¢s r¨¢pido cambia las ruedas¡±, asegura.
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