Algo va a pasar, ya lo ver¨¢s
Se busca una cuarta revoluci¨®n industrial, contra una coyuntura mediocre y pesimista
El comienzo de a?o no est¨¢ siendo precisamente optimista desde el punto de vista econ¨®mico ni geopol¨ªtico. No s¨®lo por la evoluci¨®n de las bolsas de valores mundiales, que tambi¨¦n, sino por la reducci¨®n de las expectativas de crecimiento a nivel global para los pr¨®ximos meses. A la vista de tal reducci¨®n, alguien podr¨ªa pensar que lo mejor de la incierta y peque?a recuperaci¨®n de los ¨²ltimos meses ha pasado por delante de nuestras narices y no nos hemos enterado de ello.
El Banco Mundial acaba de decir que el a?o en curso ser¨¢ un poco mejor que 2015, pero que las posibilidades de crecimiento son menores que hace seis meses. Dentro de unos d¨ªas ser¨¢ el Fondo Monetario Internacional (FMI) quien haga p¨²blicas sus previsiones, pero su directora gerente, Christine Lagarde (que tiene que renovar su cargo durante este ejercicio) ya ha avanzado que espera que 2016 sea ¡°decepcionante¡±. Esta es una coyuntura muy especial: al rev¨¦s que en otros momentos dif¨ªciles de la historia, en los que siempre hab¨ªa una excepci¨®n geogr¨¢fica (EE UU, Europa, Jap¨®n,...) al pesimismo generalizado, ahora no se manifiestan dosis de optimismo en ning¨²n lugar ni en casi ning¨²n sector de la poblaci¨®n (agentes econ¨®micos y sociales, gobiernos, medios de comunicaci¨®n, centros de pensamiento, etc¨¦tera).
Jap¨®n no acaba de salir de sus problemas de deuda p¨²blica y deflaci¨®n; sus reformas (las abenomics, por el primer ministro Shinzo Abe) no acaban de dar resultados. Europa sigue inmersa en esa especie de estancamiento secular, a lo que se ha unido la mayor crisis a la que ha tenido que enfrentarse desde su nacimiento como club regional, que es la de centenares de miles de refugiados intentando instalarse e integrarse dentro de sus fronteras. China, ya lo estamos viendo: el cambio de modelo productivo, desde la exportaci¨®n al consumo interno, topa con una reducci¨®n del crecimiento (las estad¨ªsticas oficiales no son muy fiables y no sabemos, exactamente, a qu¨¦ ritmo est¨¢ aumentando su PIB), con una evasi¨®n muy fuerte de capitales, una evoluci¨®n inestable de su moneda y casos graves de corrupci¨®n.
Los pa¨ªses emergentes (entre ellos, Brasil, Rusia o Turqu¨ªa, tan importantes econ¨®mica o geoestrat¨¦gicamente) est¨¢n en recesi¨®n o pr¨¢cticamente en crecimiento cero. La deuda, el precio del petr¨®leo y de las materias primas, los conflictos regionales, no ayudan a su reactivaci¨®n. Por ¨²ltimo, EE UU, que es la zona del mundo que mejor macroeconom¨ªa disfruta (crecimiento relativamente robusto, pleno empleo) se enfrenta a una campa?a a elecciones presidenciales en la cual todos los candidatos de la oposici¨®n republicana, coinciden en calificar al pa¨ªs como una potencia en declive (la posibilidad de victoria de Donald Trump, que todav¨ªa no se cree del todo mucha gente, agrava pesimismo al pesimismo latente).
No es de extra?ar que, con este panorama, haya algunos inversores importantes (George Soros) que digan, quiz¨¢ con excesiva frivolidad, que el panorama actual recuerda al de 2008, aquel a?o en que todo parec¨ªa posible de suceder. En unos d¨ªas comienza el foro de Davos. Ser¨¢ un buen escenario para conocer si este pesimismo es real o impostado. La reflexi¨®n de las ¨¦lites tratar¨¢ este a?o sobre la cuarta revoluci¨®n industrial, una revoluci¨®n tecnol¨®gica distinta de las anteriores por la velocidad, el tama?o y la fuerza con la que est¨¢ transformando por completo los sistemas de producci¨®n, distribuci¨®n y consumo.
Los historiadores econ¨®micos han destacado que las coyunturas cambian cuando se tienen buenas instituciones (en estos momentos el factor de incertidumbre geopol¨ªtico es muy grande) o cuando un invento transforma la realidad. Veremos lo que da de s¨ª esta cuarta revoluci¨®n industrial. Mientras tanto, la sensaci¨®n generalizada es la misma que expresa el t¨ªtulo de un excelente libro de reciente aparici¨®n (Christos Ikonomu, Valpara¨ªso ediciones), sobre la crisis de Grecia: Algo va a pasar, ya lo ver¨¢s.
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