Un superviviente de la crisis del cemento

Renta Corporaci¨®n es una compa?¨ªa que pese a tener modelo propio, no se libr¨® de la ca¨ªda tras el pinchazo de la burbuja. En 2006 contabiliz¨® unas ventas de 590 millones de euros y unas inversiones de 864 millones de euros, pero dos a?os despu¨¦s llegaron las p¨¦rdidas (111,5 millones) y una deuda que alcanz¨® los 641 millones. Incapaz de casar esos n¨²meros o de encontrar soluciones, la empresa present¨® el concurso de acreedores en 2013. Sus t¨ªtulos en Bolsa cayeron en picado hasta que la empresa logr¨® evitar la quiebra un a?o despu¨¦s. Sin embargo, la capitalizaci¨®n burs¨¢til a¨²n est¨¢ a a?os luz de los 1.000 millones de euros que logr¨® alcanzar en la ¨¦poca dorada. Actualmente, Renta Corporaci¨®n vale poco m¨¢s de 73 millones.

Pero lejos de rendirse, la empresa inmobiliaria ha vuelto recientemente a la carga con un plan de negocio a cinco a?os con el que pretende recuperar un ritmo normal de actividad, elevar sus ventas hasta los 340 millones de euros (un 88% m¨¢s), y duplicar su beneficio neto. Si en 2016 prev¨¦ obtener nueve millones (datos provisionales a la espera del cierre del ejercicio) de ganancias, en 2020 alcanzar¨ªa los 20,8 millones de euros con una reducci¨®n continuada de la deuda, situada ahora en los 17 millones. Prev¨¦ hacerlo realizando operaciones acordes a su nuevo tama?o pero sin modificar un ¨¢pice su modelo de negocio y confiando en el nuevo contexto econ¨®mico y un sector inmobiliario que vuelve a crecer.

¡°La lectura positiva que podemos extraer de esta crisis es que nuestro modelo de negocio es bueno: la brecha existente entre quien quiere vender y quien quiere comprar ha crecido con la crisis por la desaparici¨®n de operadores locales y ahora hay m¨¢s oportunidades para empresas transformadoras como la nuestra¡±, explica David Vila, consejero delegado. El ejecutivo niega que la empresa empiece de cero su nueva etapa y subraya que su gran suerte ha sido la de no haber dejado de hacer nuevas operaciones. El pr¨®ximo a?o esperan cerrar unas 25 transacciones para ir aumentando esa cifra hasta la cuarentena en 2020.

Compra de activos

La empresa seguir¨¢ inmersa en una estrategia centrada en la compra de activos que, tras transformar con una rehabilitaci¨®n o un cambio de usos, vende. Lo cierto, sin embargo, es que en los ¨²ltimos tiempos tambi¨¦n ha aparecido como un simple mediador en algunas compraventas. Eso s¨ª, siempre en las dos grandes ciudades espa?olas, Barcelona y Madrid. El inter¨¦s de la firma por el mercado internacional se ha enfriado mucho. Quedan lejos operaciones como las que en el pasado les llevaron a Roma y Berl¨ªn, incluso Londres y Nueva York. Ni la capacidad financiera ni la actual estructura de 30 personas dan para m¨¢s.

En Espa?a, en cambio, Vila asegura que los nuevos actores del sector inmobiliario ¡ªespecialmente internacionales¡ª que est¨¢n catalizando buena parte de las operaciones en Espa?a, conocen menos el mercado y compa?¨ªas como la suya pueden volver a ocupar su sitio. Sin la capacidad financiera que le caracteriz¨® hace una d¨¦cada, su negocio se centra en operaciones que se sit¨²en en una horquilla de entre seis y ocho millones de euros.

Para proyectos mayores, Renta Corporaci¨®n tiene que buscar socios externos para no poner en peligro su balance. Su ¨²ltima operaci¨®n es una buena muestra: lidera la reforma del hotel Covadonga, en Barcelona, un proyecto que requiere una inversi¨®n de 23,5 millones de euros. En ese caso, lo ejecuta junto al fondo inmobiliario Kennedy Wilson, un socio estadounidense con el que ha firmado otros tres acuerdos desde 2014.

¡°Estamos abiertos a otras alianzas para complementar ese acuerdo¡±, se?ala Vila. El presidente de la compa?¨ªa, Luis Hern¨¢ndez de Cabanyes, afirm¨® hace dos a?os que negociaba la incorporaci¨®n de un inversor extranjero que pudiera tomar una participaci¨®n de entre el 5% y el 10%. Aquel desembarco no se confirm¨® y ahora no es previsible. El accionariado sigue controlado por la familia del presidente, que posee m¨¢s de un 30% del capital. Le siguen Blas Herrero (5%) y Baldomero Falcones (ex presidente de FCC), que en diciembre pasado adquiri¨® el 5% que controlaba la Sociedad de Activos Procedentes de la Banca (Sareb), fruto del convenio de acreedores suscrito por la empresa para dejar atr¨¢s el concurso de acreedores.

Renta Corporaci¨®n asumi¨® entonces una ampliaci¨®n del 14% del capital social para permitir un canje de deuda por acciones, lo que supuso el desembarco ¡ªadem¨¢s del Sareb, el llamado banco malo¡ª, del Banco Popular, de Caixa Geral e ING. Hoy ¨²nicamente queda la presencia del banco holand¨¦s, con una participaci¨®n muy diluida.

Vila reconoce que el escaso m¨²sculo financiero es una de las debilidades de la compa?¨ªa. Pero, al mismo tiempo, destaca que la firma evita caer en los mismos errores en los que incurri¨® durante la burbuja: gran endeudamiento, una estructura sobredimensionada y una gran exposici¨®n al mercado del suelo. Antes del concurso de acreedores, el negocio de Renta Corporaci¨®n centraba su crecimiento en tres patas: la rehabilitaci¨®n, el suelo y la transformaci¨®n de activos. Hoy solo la primera y la tercera pata son prioritarias. ¡°Creo que es dif¨ªcil que volvamos a la misma situaci¨®n de la crisis debido a que no tendremos la misma la facilidad que tuvimos con el cr¨¦dito¡±, afirma Vila, que da por zanjada la etapa en la que la empresa estuvo a punto de desaparecer y la de las malas decisiones que se tomaron en el sector inmobiliario espa?ol.