Vi?edos que se vigilan por sat¨¦lite

Abonar o regar con la cantidad justa de fertilizante y agua que cada planta necesita en cada momento. Detectar una plaga al instante o podar en el instante justo. Saber exactamente qu¨¦ y cu¨¢ndo se ha sembrado. Todo eso es posible gracias a la aplicaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas a la agricultura: desde sensores de humedad hasta el uso del GPS. El proyecto Cultiva Decisiones, coordinado por la empresa asturiana Seresco, es uno de los m¨²ltiples programas que tienen como objetivo llevar esta tecnolog¨ªa a la vi?a, tanto para facilitar la tarea de los viticultores como para mejorar la calidad de la uva.

Seresco, fundada en 1969, no es una novata en esta clase de proyectos. Con filiales en Portugal y Ecuador, la empresa est¨¢ muy centrada en la gesti¨®n empresarial y de infraestructuras. Seg¨²n su director de consultor¨ªa y software, Rub¨¦n P¨¦rez Sobrino, la plataforma ¡°act¨²a como un verdadero concentrador de informaci¨®n¡±, encaminada a ¡°mejorar la calidad de la uva desde la misma parcela¡±.

El acceso a la plataforma cuesta alrededor de cinco euros por hect¨¢rea. A partir de ah¨ª, el viticultor tiene la posibilidad de conocer datos de sistemas como el programa Cop¨¦rnico de la Agencia Espacial Europea y de acceder a mapas elaborados bajo la directiva Inspire, que permite su utilizaci¨®n en miles de programas distintos. Cuanta mayor inversi¨®n (cada sensor cuesta alrededor de 700 euros y cubre entre cinco y seis hect¨¢reas), mayor la precisi¨®n con la que el agricultor puede responder a los problemas de su campo.

Cada sensor cuesta 700 euros y cubre entre cinco y seis hect¨¢reas

Datos fiables

Estos datos no son algo balad¨ª. El cambio clim¨¢tico ha hecho que la sabidur¨ªa popular sobre el clima y los momentos adecuados para plantar y cosechar cada vez sea menos fiable. Acceder a la mayor cantidad de informaci¨®n posible no solo es ¨²til para lograr los mejores rendimientos; puede llegar a suponer la diferencia entre tener cosecha y no tenerla.

La primera experimentaci¨®n sobre el terreno de esta plataforma se ha llevado a cabo en Terras Gauda, una bodega ubicada en O Rosal (Pontevedra), en las R¨ªas Baixas, y que tiene una tradici¨®n de aplicar la tecnolog¨ªa a su producci¨®n. Desde sus inicios, ha estado implicada en el desarrollo de investigaciones en materia de levaduras y en la recuperaci¨®n clonal de la variedad albari?o ¡ªun proyecto que ha contado con la colaboraci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC)¡ª, as¨ª como otras variedades de la zona.

Para su presidente y fundador, Jos¨¦ Mar¨ªa Fonseca, la puesta en marcha de la plataforma Cultiva Decisiones ¡°no solo es una necesidad desde la perspectiva de los intereses de la bodega para ser m¨¢s eficientes y tener una mayor calidad en nuestros productos, sino tambi¨¦n por razones medioambientales¡±.

En esa l¨ªnea, es la ¨²nica bodega espa?ola en el proyecto comunitario Foodie sobre viticultura de precisi¨®n ¡ªdel que forman parte otros siete pa¨ªses¡ª, interrelacionando los datos de los sat¨¦lites de los sistemas de observaci¨®n europeos con los sensores instalados en el propio vi?edo.

Ahora, Terras Gauda y Seresco trabajan conjuntamente para introducir t¨¦cnicas de manejo diferenciadas para cada una de las zonas de sus 90 hect¨¢reas de vi?edo. En una primera fase se han instalado cuatro sensores, aunque el objetivo es llegar a los 17, para acceder a las variables de vigor de las cepas, temperatura del aire, del roc¨ªo y del suelo, humedad relativa del aire, humedad de las hojas, radiaci¨®n solar, velocidad del viento y lluvias. As¨ª podr¨¢n predecirse los rendimientos.