El BCE baja el tipo general al 0% y ampl¨ªa la compra de bonos
El Eurobanco redobla la penalizaci¨®n sobre el dinero que los bancos depositan al instituto emisor y anuncia dos nuevas barras libres de liquidez
Mario Draghi someti¨® este jueves a un duro examen la profundidad de su chistera: el jefe del Banco Central Europeo anunci¨® una nueva ronda de est¨ªmulo monetario por tierra, mar y aire. El BCE sac¨® todo el arsenal. Elev¨® hasta los 80.000 millones mensuales las adquisiciones de activos y ampli¨® el men¨² de ese bazuca. Volvi¨® a rebajar los tipos de inter¨¦s, adentr¨¢ndose a¨²n m¨¢s en territorio negativo para desesperaci¨®n del sistema financiero, que ve peligrar la cuenta de resultados. Y anunci¨® una nueva barra libre de liquidez, con la que los bancos podr¨¢n acudir a la ventanilla de Fr¨¢ncfort y llevarse dinero cobrando un peque?o inter¨¦s por ello: lo nunca visto. Las Bolsas y los mercados de deuda acogieron la decisi¨®n inicialmente con subidas, aunque se desinflaron y solo los bancos registraban fuertes alzas al acabar la sesi¨®n. De todas formas el objetivo es otro: afianzar la recuperaci¨®n y espantar la deflaci¨®n.
La Gran Crisis ha encerrado a la pol¨ªtica europea en una celda, en una camisa de fuerza de la que solo escapa, y solo a veces, Mario Draghi. Consciente de que Alemania no va a activar la expansi¨®n fiscal que necesita la eurozona, Draghi convenci¨® este jueves a su consejo para usar toda la artiller¨ªa en un ¨²ltimo intento por sacar a la econom¨ªa europea del sopor. El BCE va a por todas. Con el paro por las nubes, los precios flirteando con la deflaci¨®n y un empacho de deuda que se deja notar en el Norte y el Sur, en la banca, los Estados, las empresas y las familias, Draghi desempolv¨® aquel toque m¨¢gico del har¨¦ todo lo necesario. Llevaba semanas guardando silencio: el BCE logr¨® as¨ª sorprender a los mercados con una sacudida a la altura de la ambici¨®n del paquete aprobado.
El BCE llega tarde: ese retraso es casi una marca de f¨¢brica. Pero al final llega: Draghi calific¨® de ¡°paquete completo¡± el conjunto de medidas aprobadas para combatir los dos grandes fantasmas que acechan al euro: una reca¨ªda en la recesi¨®n y un empeoramiento de los precios que pondr¨ªa al continente a un paso de la temida deflaci¨®n (una ca¨ªda sostenida del IPC que retrasa las decisiones de consumo e inversi¨®n y de la que es muy dif¨ªcil salir). ¡°No hay deflaci¨®n en estos momentos¡±, dijo el presidente. ¡°Pero el coste de no actuar ser¨ªa caer en ella¡±, avis¨®.
Aburrido, predecible y extremadamente conservador: ese es el talante del BCE. La intensidad de las medidas extraordinarias que aprueba un banquero central est¨¢ directamente relacionada con el miedo: solo cabe esperar sorpresas cuando hay grandes riesgos al acecho. Y este jueves la sorpresa fue may¨²scula, lo que supone que los peligros tambi¨¦n lo son. De una tacada, hubo medidas novedosas hasta en tres frentes distintos: las compras de activos, los tipos de inter¨¦s y las barras libres de liquidez a la banca.
Draghi ampli¨® m¨¢s de lo esperado, de 60.000 a 80.000 millones mensuales, las compras de activos: la versi¨®n europea del QE estadounidense para luchar contra la baj¨ªsima inflaci¨®n. Eso supone elevar en 240.000 millones ese bazuca, hasta 1,74 billones de euros (casi dos veces el tama?o de la econom¨ªa espa?ola) cuando expire ese programa, en marzo de 2017. El BCE ampli¨® el men¨² de activos que puede comprar para adquirir bonos corporativos, algo que aumenta el riesgo en el balance del banco.
Con ese movimiento, Draghi eleva la potencia de fuego del QE a niveles mensuales parecidos a los que us¨® la Reserva Federal de EE UU. Y demuestra que no va a rehuir el cuerpo a cuerpo con sus cr¨ªticos: el ministro alem¨¢n de Finanzas, el cada vez m¨¢s halc¨®n Wolfgang Sch?uble, hab¨ªa apuntado en las horas previas que el dinero f¨¢cil ¡°lleva a la perdici¨®n¡±.
El QE es el ep¨ªtome de esas pol¨ªticas de dinero f¨¢cil, pero era tan solo uno de los trucos que aguardaban en la chistera de Draghi. Junto con la artiller¨ªa pesada, el jefe del BCE rebaj¨® los tipos de inter¨¦s. Todos ellos: en el caso de la facilidad de dep¨®sito, hasta el -0,4%, para tratar de que la banca preste ese dinero. Los bancos pagan as¨ª el 0,4% por dejar sus fondos ociosos en la ventanilla del BCE. El Eur¨ªbor (el tipo al que se prestan unos bancos a otros) est¨¢ ya en negativo y puede bajar a¨²n m¨¢s: buenas noticias para los hipotecados; malas para la banca, que ve peligrar as¨ª su cuenta de resultados, seg¨²n admite el BCE.
La vieja pregunta ciceroniana: cui bono, qui¨¦n se beneficia. Los mercados descorcharon este jueves el champ¨¢n justo despu¨¦s del anuncio, pero casi todas en rojo. Draghi explic¨® que los tipos negativos hacen m¨¢s dif¨ªcil sostener los niveles de rentabilidad de los bancos, y avanz¨® que los que hayan dado cr¨¦ditos con bajos diferenciales sobre el Eur¨ªbor pueden sufrir. A¨²n quedaba, sin embargo, una ¨²ltima sorpresa: Draghi cerr¨® con una alegr¨ªa para el sector financiero, al anunciar varias barras libres de liquidez (TLTRO, en la jerga imposible de la banca central) a cuatro a?os, que expirar¨¢n en 2021. Los bancos s¨ª registraron subidas en Bolsa. Podr¨¢n acudir a la ventanilla del BCE y pedir prestado al 0%. Si con ese dinero conceden pr¨¦stamos, incluso podr¨ªan cobrar intereses por el dinero que pidan al BCE: eso elimina de un plumazo buena parte de los riesgos de refinanciaci¨®n del sistema bancario en el pr¨®ximo lustro.
?Y la econom¨ªa real?
Como consecuencia, la banca reaccion¨® al alza en Bolsa. Se relajaron las primas de riesgo, y el euro se depreci¨® para volver a su nivel inicial cuando Draghi confes¨® que, de momento, no prev¨¦ m¨¢s rebajas de los tipos de inter¨¦s: est¨¢ cerca de sus l¨ªmites, aunque todav¨ªa le queda alguna bala en la rec¨¢mara. M¨¢s all¨¢ de los mercados, eso s¨ª, est¨¢ por ver si la econom¨ªa real participa de la fiesta. Para ello, en medio de una trampa que deja estancada en el mercado la liquidez del BCE, hace falta una pol¨ªtica econ¨®mica distinta: Draghi asegura r¨¢fagas monetarias ultraexpansivas, pero ni Bruselas ni Berl¨ªn terminan de decir esta boca es m¨ªa por el lado fiscal.
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