La pol¨ªtica monetaria no es suficiente
Una vez m¨¢s, el protagonismo de la actualidad econ¨®mica en Europa lo ha tenido esta semana el BCE anunciando la ampliaci¨®n de las medidas extraordinarias en marcha con la finalidad ¨²ltima de que el cr¨¦dito crezca m¨¢s y la inflaci¨®n, hoy muy lejos del objetivo del 2%, converja hacia esa tasa. Precisamente, las medidas del BCE de esta semana hay que interpretarlas no tanto como un intento de tranquilizar a unos mercados financieros agitados, sino como consecuencia de sus nuevas previsiones de crecimiento de la zona euro (1,4% para 2016 frente a 1,7% en las previsiones de diciembre) y de inflaci¨®n (0,1% frente a 1%).
Es loable la tarea y el empe?o de nuestro banco central, pero algo no funciona bien cuando estamos ante tanto activismo por parte de los bancos centrales mientras los gobiernos permanecen en la sombra. Es verdad que algunos gobiernos en Europa est¨¢n llevando a cabo reformas, como es el caso de Francia en estos momentos con su reforma laboral, pero en general se echa de menos una estrategia coordinada de pol¨ªtica econ¨®mica a nivel europeo, ya que la pol¨ªtica monetaria tiene unos l¨ªmites, como continuamente se encarga de se?alar el presidente del BCE. La poca decisi¨®n y escasas actuaciones son palpables en el campo de las reformas estructurales, pero tambi¨¦n en el ¨¢mbito fiscal, donde algunos pa¨ªses de la zona euro tienen amplios m¨¢rgenes que pueden utilizar, pero se niegan a hacerlo.
En todo caso, tambi¨¦n cabe plantearse si el activismo del BCE no est¨¢ siendo exagerado y causa un deterioro de las expectativas (si el banco act¨²a as¨ª, c¨®mo debe estar la situaci¨®n). Un primer punto a considerar es si el mismo puede hacer mucho para luchar contra una inflaci¨®n negativa cuando esta obedece a causas externas, como es el caso de la bajada de los precios del petr¨®leo, que en Europa importamos casi todos los pa¨ªses. Al examinar los componentes del IPC vemos que las tasas negativas no son generalizadas -lo que ser¨ªa una primera condici¨®n para hablar de deflaci¨®n-, sino que est¨¢n concentradas en los carburantes y combustibles, mientras la inflaci¨®n subyacente crece a tasas del orden del 1%. Lo verdaderamente preocupante ser¨ªa que la ca¨ªda de los precios del petr¨®leo se trasladara, v¨ªa efectos de segunda ronda, al resto de bienes y servicios y a los salarios, lo que no est¨¢ ocurriendo. No estamos, por tanto, ante un deterioro de las expectativas inflacionistas, aunque el IPC total haya ca¨ªdo a tasas negativas. Seguir¨ªa en pie el objetivo de acercar la inflaci¨®n subyacente al 2%, pero tambi¨¦n es dudoso que en la actual coyuntura, en la que los agentes econ¨®micos est¨¢n todav¨ªa muy endeudados, la pol¨ªtica monetaria pueda lograrlo. Estamos en una situaci¨®n cercana a la descrita por Keynes que ha venido en denominarse trampa de liquidez. Por eso la pol¨ªtica monetaria necesita el complemento de las pol¨ªticas fiscales y estructurales.
Ventas de viviendas
Entre los datos publicados en la semana, sorprendi¨® negativamente la ca¨ªda del 2,9% en enero respecto al mismo mes del a?o anterior de las compraventas de viviendas, seg¨²n la Estad¨ªstica de Transmisiones de Derechos de la Propiedad que elabora el INE. Esta ca¨ªda no puede considerarse un dato aislado o at¨ªpico, ya que desde mediados de 2015, cuando el ritmo de crecimiento alcanz¨® su m¨¢ximo, se observaba una moderaci¨®n que se ha ido intensificado hasta caer en tasas negativas. Por otro lado, como se ve en el gr¨¢fico inferior derecho, otros indicadores del sector, como las hipotecas constituidas y el cr¨¦dito nuevo a hogares para compra de vivienda tambi¨¦n muestran esta tendencia, si bien las hipotecas a¨²n se sit¨²an en zona positiva. Es posible que la situaci¨®n de incertidumbre pol¨ªtica est¨¦ afectando a las operaciones del sector, que es muy sensible a corto plazo a los cambios normativos.
Un perfecto ejemplo de lo anterior es el caso de Espa?a. Seg¨²n ha publicado el INE, la inflaci¨®n cay¨® cinco d¨¦cimas porcentuales en febrero, hasta el -0,8%. Pero ello fue consecuencia de que la inflaci¨®n de los productos energ¨¦ticos baj¨® a -14,1% desde -10,3% en enero. En cambio, la inflaci¨®n subyacente subi¨® una d¨¦cima, hasta el 1% (gr¨¢ficos superiores). Dentro de esta, la del grupo de servicios aument¨® del 1% al 1,3%. Hace un a?o dichas tasas estaban en el 0,2% y 0,3%, respectivamente. Las causas b¨¢sicas de este repunte son, por un lado, el aumento de los precios de los productos importados al depreciarse el euro y, por otro, la recuperaci¨®n de la demanda de consumo. A este respecto, en el gr¨¢fico inferior izquierdo vemos la tendencia creciente de las ventas al por menor, cuyo dato de enero ha publicado tambi¨¦n esta semana el INE. En esta recuperaci¨®n, la ca¨ªda de los precios de la energ¨ªa ha jugado un papel positivo importante, ya que ha aumentado la renta real de los hogares.
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