Berl¨ªn responsabiliza al BCE del auge populista en Alemania
Sch?uble abogar¨¢ en el G20 de Washington por acabar con los bajos tipos de inter¨¦s
El descontento alem¨¢n con el Banco Central Europeo (BCE) y su presidente, Mario Draghi, alcanza cotas in¨¦ditas. Encabeza la batalla contra Fr¨¢ncfort el ministro de Finanzas, Wolfgang Sch?uble, que esta semana tratar¨¢ de convencer en Washington a sus colegas del G20 de la necesidad de acabar con la pol¨ªtica de bajos tipos de inter¨¦s.
Los recados de Berl¨ªn a Fr¨¢ncfort
- Draghi, orgulloso. "Dije a Draghi que pod¨ªa estar muy orgulloso. Que pod¨ªa atribuirse el 50% de los resultados de un partido nuevo y exitoso (los populistas de AfD)", asegur¨® el viernes el ministro de Finanzas, Wolfgang Sch?uble. Antes alert¨® de que la pol¨ªtica de dinero barato "podr¨ªa llevarnos a todos a la infelicidad".
El BCE expropia. "Lo que el BCE est¨¢ haciendo es una expropiaci¨®n para muchos ahorradores, gente sencilla, empleados, jubilados... Pero la culpa no es suya. La responsabilidad est¨¢ en la incapacidad europea para impulsar de forma conjunta un programa de crecimiento", dijo Sigmar Gabriel, vicecanciller, ministro de Econom¨ªa y l¨ªder de los socialdem¨®cratas, el 8 de abril.
Sch?uble, el ministro m¨¢s poderoso en el Gobierno de Angela Merkel, es tambi¨¦n la cara visible del intento de torcer el brazo a Draghi, al que ha llegado a atribuir ¡°el 50% de la responsabilidad¡± en el ascenso del partido populista conservador y eur¨®fobo Alternativa para Alemania (AfD). Pero no est¨¢ solo. Otros miembros del Gobierno han elevado la voz. Y aunque Merkel mantiene un diplom¨¢tico silencio, de su Gabinete se filtran reproches contra el italiano. Las cr¨ªticas al BCE llegan tambi¨¦n de economistas, periodistas y del sector financiero alem¨¢n, que alertan al un¨ªsono de un supuesto proceso de expropiaci¨®n que estar¨ªan sufriendo los ahorradores.
Pese a que la batalla entre Berl¨ªn y Fr¨¢ncfort es ya antigua, el discurso reciente de Sch?uble supone un salto cualitativo. ¡°Tan solo hizo una descripci¨®n de la situaci¨®n. Es un hecho que en Alemania y en otros pa¨ªses hay una leg¨ªtima discusi¨®n sobre los efectos de la pol¨ªtica monetaria. Pero no se puede confundir como un intento de influir¡±, dijo el lunes el portavoz de Sch?uble, haciendo equilibrismos para justificar que la sacrosanta independencia del BCE no quedaba en entredicho.
¡°Dije a Draghi que pod¨ªa estar muy orgulloso. Que pod¨ªa atribuirse el 50% de los resultados que obtuvo un partido nuevo y exitoso¡±, dijo Sch?uble el viernes al recoger un galard¨®n. Se refer¨ªa obviamente a AfD, cuyo ¨¦xito en las elecciones regionales de marzo hizo temblar los cimientos de la pol¨ªtica alemana. Los populistas de derechas se han beneficiado sobre todo de la crisis migratoria, pero este partido es tambi¨¦n un cr¨ªtico ac¨¦rrimo de los rescates en la eurozona y del BCE. Y los gobernantes en Berl¨ªn temen que AfD convierta ahora los bajos tipos de inter¨¦s en la siguiente arma arrojadiza con el que ampliar su apoyo en unas clases medias que miran preocupadas los rendimientos m¨ªnimos de sus ahorros.
Retirar la droga
La pol¨ªtica con la que Draghi trata de cumplir su mandato de acercarse a una inflaci¨®n del 2% ¡ªobjetivo que incumple sistem¨¢ticamente desde hace m¨¢s de tres a?os¡ª es, seg¨²n el ministro alem¨¢n, equiparable a los estupefacientes que se inyecta un toxic¨®mano y conviene retirarlos cuanto antes.
La animadversi¨®n alemana hacia Draghi y sus pol¨ªticas heterodoxas se recrudeci¨® hace un mes, cuando el BCE anunci¨® un nuevo paquete de est¨ªmulo para una econom¨ªa que no termina de desperezarse. La portada del diario Handelsblatt con un Draghi encendiendo un puro con billetes de 100 euros ¡ªdinero que pertenece a los esforzados alemanes, se sobrentiende¡ª ser¨ªa un buen resumen del estado de opini¨®n generalizado. Los cada vez m¨¢s habituales art¨ªculos sobre el tema suelen hacer referencia a las p¨¦rdidas que sufren ¡°los ahorradores alemanes¡±, como si fueran los ¨²nicos con dep¨®sitos en los bancos de los 19 pa¨ªses de la eurozona.
Alemania ¡ªque forz¨® la creaci¨®n de un BCE independiente a imagen y semejanza de su Bundesbank¡ª trata ahora de buscar la cuadratura del c¨ªrculo: por una parte quiere reducir el margen de maniobra de Draghi y, al mismo tiempo, proclamar que el Gobierno no se inmiscuye en la pol¨ªtica monetaria. La revista Der Spiegel aseguraba en su ¨²ltima edici¨®n, citando fuentes oficiales, que si Draghi se atreviera a dar un paso m¨¢s all¨¢ e inundara de dinero la econom¨ªa, el Gobierno podr¨ªa demandarle ante la Justicia por sobrepasar los l¨ªmites de su mandato. Una declaraci¨®n de guerra que hasta ahora Berl¨ªn nunca se ha atrevido a lanzar.
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