El mayor productor de vino de China entra en La Rioja

El vino siempre es una promesa de algo. De alegr¨ªa, de amistad; de negocio. Hace a?os que China descubri¨® ese augurio. Tanto dentro como fuera de su inmenso territorio. En su propia casa, ya hay 38 millones de personas que beben vino. Un n¨²mero enorme y a la vez peque?o para un mercado de cientos de millones de clientes potenciales. Y lejos de ella, el coloso asi¨¢tico se ha lanzado a adquirir bodegas en algunos de los principales pa¨ªses productores del planeta. En Burdeos m¨¢s de 120 ch?teaux est¨¢n en manos chinas. Un fen¨®meno nuevo que se ha entendido mal en Francia, una tierra que vive el vino con el mismo sentido de propiedad que su bandera.

Desde luego, pocas compa?¨ªas en el mundo reflejan tan bien esa ambici¨®n como el grupo chino Changyu. Un emporio de ocio, cepas y vi?as que tiene la capacidad de producir 400 millones de botellas al a?o de una sola de sus marcas. Por comparar, una bodega mediana en Ribera de Duero da 400.000. M¨¢s parece un banco que un pago. Tiene una capitalizaci¨®n burs¨¢til de 5.500 millones de euros, las ventas de vino generan 1.000 millones y solo en su equipo comercial trabajan 10.000 personas. Todo es grande, y quiz¨¢ alguien podr¨ªa pensar que desmesurado. Sobre todo al contemplar las ocho r¨¦plicas de ch?teaux franceses que poseen diseminados, como uvas en un racimo, a lo largo del pa¨ªs. Espacios donde se hace turismo entre cepas, decenas de novios se casan al mismo tiempo y, claro, tambi¨¦n se bebe vino. Porque en la ra¨ªz de esta estructura habitan las dionisiacas expectativas del mercado chino. Un espacio comercial en expansi¨®n que est¨¢ valorado ¡ªacorde con los datos de 2015 de la consultora especializada IWSR¡ª en 10.500 millones de euros.

Pero ese baile de n¨²meros tambi¨¦n lo es de tiempo. La compa?¨ªa se fund¨® en 1892 en Yantai, ciudad de la provincia de Shandong, y como entonces pocos cre¨ªan que en esas tierras pudieran arraigar cepas y vi?as se introdujeron 124 variedades de uvas. Varias, acorde con las leyes b¨¢sicas de la probabilidad, tendr¨ªan que enraizar. Y lo hicieron. Un siglo largo despu¨¦s 35 empresas provinciales, 312 compa?¨ªas municipales y 29 centros de almacenamiento y log¨ªstica pertenecientes a Changyu distribuyen algunas de esas variedades a trav¨¦s del mayor sistema de comercializaci¨®n de vino de China.

Sin embargo, como muchas otras empresas del pa¨ªs, su deseo es ir m¨¢s all¨¢ de su mercado. Poco a poco, los intereses se extienden a los cinco continentes. De Canad¨¢ a Francia. Destino este ¨²ltimo dif¨ªcil, pero irrenunciable, para quienes persigan extraer negocio de las uvas. En 2015, el grupo Changyu compra en Burdeos la bodega Ch?teau Mirefleurs. Una propiedad con vinos de gama media alta por la que paga ¡ªseg¨²n Reuters¡ª unos 3,3 millones de euros. Dos a?os antes adquiere el fabricante de co?ac Ch?teau Frando. Estas instalaciones se suman a la que tiene en Canad¨¢ destinadas a elaborar un vino de hielo (a partir de uvas heladas).

Caballo de Troya

En esta topograf¨ªa de la expansi¨®n, el mismo a?o que llega a Burdeos el emporio chino se fija en La Rioja. En sus laderas compra, por unos 35 millones de euros, el 75% de Marqu¨¦s del Atrio, cuya ense?a m¨¢s conocida es Faustino Rivero. Por fin tiene su particular caballo de Troya para entrar en Espa?a. De hecho, a trav¨¦s de su red est¨¢ empezando a comercializar Changyu Noble Drag¨®n. El vino m¨¢s vendido del mundo, con 450 millones de botellas anuales. Una cifra que supera a toda la producci¨®n conjunta de La Rioja.

Pues bien, ese Drag¨®n es un caldo tinto, afrutado y con un sabor cercano al de una uva carmenere, por el que piden unos nueve euros, y cuyo objetivo inicial es sentarse a la mesa de los 300.000 chinos que viven en Espa?a. Por ahora estar¨¢ repartido en los anaqueles de Carrefour, Dia y El Corte Ingl¨¦s, aunque llegar¨¢ tambi¨¦n a restaurantes. Un vino que es fruto de una uva desconocida por estos pagos: cabernet ger?nischt. Y de un sabor cl¨¢sico: cabernet sauvignon. En una fase inicial desembarcar¨¢n 100.000 botellas. Hablamos de una apuesta arriesgada para ser el primer vino chino que entra en nuestro pa¨ªs. Una incursi¨®n que se basa en un movimiento pendular porque, a la vez, la casa riojana vender¨¢ sus caldos en China a trav¨¦s de Changyu. Y, desde luego, el grupo admite que esta no ser¨¢ su ¨²ltima adquisici¨®n en Espa?a.

En este paisaje, Noble Drag¨®n ilumina las otras geograf¨ªas del mundo de las cepas y las vi?as. Un cambio en la geopol¨ªtica del vino que representa muy bien Changyu, el principal grupo vin¨ªco?la de China y el cuarto mayor del planeta. Un emporio que ambiciona ser el primero en 2020. Sin embargo, a d¨ªa de hoy, ese mapamundi gu¨ªa sus vi?edos hacia Nueva Zelanda y Canad¨¢, as¨ª como a dos bodegas en Espa?a y Francia. Desde all¨ª el viaje termina, por ahora, en Australia y Chile. En ambos destinos tienen previsto adquirir instalaciones y vides. ¡°En el pa¨ªs sudamericano intentamos comprar una de las principales bodegas, pero no nos la vendieron¡±, se lamenta, a trav¨¦s de un int¨¦rprete, Sun Jian, vicepresidente del grupo Changyu. ¡°Nuestra idea es replicar el modelo que hemos utilizado en Marqu¨¦s del Atrio en otras naciones¡±.

Embarcados en un viaje cuyo rumbo lo marcan la ambici¨®n y el volumen, Changyu entiende el negocio del vino como una estrategia vertical. Desde la fabricaci¨®n de las botellas al ocio. Ah¨ª encaja la construcci¨®n de una ciudad (400 hect¨¢reas de extensi¨®n) de las cepas y las vides en la localidad de Yantai. Un proyecto de 1.000 millones de euros que se inau?gura a finales de verano y que dibujan dos ch?teaux (uno dedicado al brandi y otro al vino), un pueblo ¡ªdise?ado por Disney¡ª y una planta de elaboraci¨®n con capacidad para producir, a trav¨¦s de sus 15 l¨ªneas de embotellado, 450 millones de botellas. Unas cifras que marean sin necesidad de probar ni un solo sorbo de vino.