El quir¨®fano de Brufau
?Tiene raz¨®n el presidente de Repsol cuando afirma que es falso que el coche el¨¦ctrico no emita CO2? La pol¨¦mica est¨¢ servida
Antonio Brufau, presidente de Repsol, ilustr¨® el pasado viernes a los accionistas de la empresa que acudieron a la junta general con una serie de cuatro fotograf¨ªas en las que aparec¨ªa un quir¨®fano con sus m¨¦dicos y enfermeros y todo el equipo completo que debe tener una instalaci¨®n de ese tipo. A medida que se suced¨ªan las fotos, el mismo quir¨®fano iba perdiendo elementos hasta dejarlo vac¨ªo, casi a oscuras y al personal despose¨ªdo de muchos elementos.
Con esta par¨¢bola, el ejecutivo catal¨¢n quiso rese?ar la importancia que tiene el petr¨®leo en la vida diaria y que en un 40% de su consumo mundial est¨¢ libre de emisiones porque se utiliza como materia prima en la fabricaci¨®n de muchos productos de primera necesidad, tanto en el sector saniatrio, como en el quir¨®fano, como en otros sectores. Y, de paso, trat¨® de desmontar muchos t¨®picos sobre la descarbonizaci¨®n ligada a la industria renovable.
Para remarcar la historia Brufau se destap¨® con la afirmaci¨®n rotunda de que ¡°es falso que el coche el¨¦ctrico no emita CO2¡±. Dicho as¨ª genera perplejidad. Pero lo explic¨® inmediatamente: mucha electricidad que alimenta esos coches se genera con carb¨®n y este combustible s¨ª produce muchas emisiones contaminantes. Y, por dar m¨¢s datos, en Alemania, donde se ha desarrollado el coche el¨¦ctrico abiertamente, el 42% de la generaci¨®n el¨¦ctrica es de carb¨®n, un sector que en ese pa¨ªs est¨¢ muy subvencionado. En Espa?a, donde la producci¨®n de carb¨®n ha disminuido paulatinamente sobre todo de carb¨®n nacional, la cifra ronda el 20%.
La intervenci¨®n de Brufau en la junta de accionistas va a marcar un antes y un despu¨¦s
Para abundar en el asunto, aport¨® el dato de que el sector el¨¦ctrico es responsable del 30% del total de emisiones mundiales de efecto invernadero, mientras que el transporte, alimentado por petr¨®leo, se queda en el 16%. Y que las subvenciones dadas en Espa?a a las renovables han supuesto un coste de 230 millones en la pelea contra el cambio clim¨¢tico mientras que su empresa invierte con una rentabilidad de siete euros por toneladas.
La pol¨¦mica esta servida. La intervenci¨®n de Brufau, que era consciente de que la iba a armar, va a marcar un antes y un despu¨¦s. Hasta la fecha, nadie (o al menos nadie de forma tan contundente y p¨²blicamente) hab¨ªa cuestionado el coche el¨¦ctrico, una de las banderas de la pol¨ªtica medioambiental y de la lucha contra el cambio clim¨¢tico frente a los motores de combusti¨®n. Es verdad, como precis¨® el propio Brufau, que no est¨¢ contra el coche el¨¦ctrico. Est¨¢ en contra del uso de combustibles contaminantes.
Llam¨® mucho la atenci¨®n la arremetida contra el sector el¨¦ctrico, sobre todo cuando Repsol es propietario del 30% de Gas Natural Fenosa, compa?¨ªa que cuenta con cuatro centrales t¨¦rmicas alimentadas con carb¨®n (Meirama, en A Coru?a; La Robla y Anllares, en Le¨®n, y Narcea, en Asturias) que tienen una potencia de 2.065 megavatios (MW) y suponen el 17% del total de la producci¨®n de la compa?¨ªa.
Gas Natural, en la que Repsol tiene el 30%, cuenta con cuatro centrales de carb¨®n
No est¨¢ muy claro que el discurso del ejecutivo de Mollerussa fuera conocido por los responsables de la firma gasista ni que incluso lo supiera Isidro Fain¨¦, presidente de CaixaBank, propietario del 36% de Gas Natural y del 10% de Repsol. Fain¨¦, que fue reelegido como consejero, es vicepresidente de la petrolera y estaba sentado muy cerca de Brufau, pero no movi¨® ni una ceja al escuchar las palabras de este.
En todo caso, Brufau precis¨® que el carb¨®n debe ser sustituido por centrales de ciclo combinado, alimentadas por gas natural. De ser s¨ª, y se sustituyese el carb¨®n por el gas, las emisiones se reducir¨ªan una tercera parte. Brufau trataba de barrer a favor de Gas Natural, de la que precisamente fue presidente entre 1997 y 2004 y fue art¨ªfice de la primera opa lanzada por la empresa para entrar en el sector el¨¦ctrico, sobre Iberdrola, que fracas¨®. Luego vendr¨ªas, ya con Salvador Gabarr¨® al frente, la opa sobre Endesa (tambi¨¦n fracasada) y la definitiva sobre Fenosa.
Del resto de las grandes compa?¨ªas el¨¦ctricas espa?olas, Iberdrola apenas tiene centrales de carb¨®n, pero Endesa tiene un parque m¨¢s amplio que alcanza el 33% de este tipo de energ¨ªa. De hecho, la entigua empresa p¨²blica comenz¨® su actividad como empresa generadora de electricidad y ten¨ªa una gran presencia en centrales t¨¦rmicas. Fue despu¨¦s cuando se desarroll¨® en el ciclo completo (generaci¨®n, distribuci¨®n y comercializaci¨®n) cuando ampli¨® su mix entrando en las otras fuentes (hidr¨¢ulica, nuclear y gas) y m¨¢s recientemente en renovables, ya bajo la tutela de la italiana Enel.
Aunque el carb¨®n es la quinta parte del mix nacional, en los ¨²ltimos meses la actividad ha disminuido las horas en funcionamiento en las centrales t¨¦rmicas en beneficio de la energ¨ªa renovable, circunstancia esta que ha originado malestar y protestas en la miner¨ªa nacional. En el consumo el¨¦ctrico se da preferencia a la energ¨ªa procedente de renovables, que incluye la hidr¨¢ulica, y nuclear, para luego dar paso al denominado hueco t¨¦rmico, es decir, gas y carb¨®n.
El talism¨¢n de la nueva Repsol
Hay una palabra que se ha convertido casi en el emblema de la ¡°etapa de transformaci¨®n¡± que Repsol asegura haber comenzado tras la compra de Talisman. Se trata de resiliencia, que es la ¡°capacidad de adaptaci¨®n de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situaci¨®n adversos¡±. En eso est¨¢ Repsol y tanto Antonio Brufau como Josu Jon Imaz la emplearon el viernes con frecuencia para remarcar los intentos del grupo para superar el bache de las p¨¦rdidas del a?o pasado (las primeras de su historia) y de volver a aumentar el dividendo, que el a?o pasado cay¨® de un euro a 80 c¨¦ntimos. Para ello, sin duda, tendr¨¢ que aportar lo suyo el aumento de los precios del crudo, que a juicio de la empresa se producir¨¢ a partir de finales de 2016. Si se porlonga, ser¨¢ un problema para la empresa y para ¡°la econom¨ªa y la situaci¨®n geopol¨ªtica¡±. Quiz¨¢ con la desaparici¨®n de la OPEP como cartel, como pide Brufau, se da un paso importante.
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