Despedir es un trabajo delicado
Las empresas no suelen afrontar con profesionalidad las medidas que suponen recortes en la plantilla
A Francisco su jefe le comunic¨® su despido a gritos, desde el otro lado de la verja, tras vetarle la entrada en la f¨¢brica de la que era operario. Juan dedujo el suyo porque su tarjeta de acceso al aeropuerto en el que ten¨ªa un puesto de dependiente de un comercio hab¨ªa sido desactivada. La consultora de comunicaci¨®n Laura recibi¨® la noticia en su casa, por burofax, mientras se encontraba de baja por maternidad. Los nombres son figurados, pero los casos muy reales. Son algunos de los muchos en los que ha intermediado el sindicato USO, y una muestra de que cuando se trata de despedir a un empleado las empresas no siempre abordan la cuesti¨®n de la mejor manera posible.
Los problemas con los despidos comienzan ya desde antes de que se produzcan. En la toma de la decisi¨®n. Jaume Gurt, director de Organizaci¨®n y Desarrollo de Personas en Schibsted Espa?a, se?ala que cualquier problema disciplinario o de desempe?o con un trabajador debe estar suficientemente acreditado y documentado en las evaluaciones peri¨®dicas. ¡°Un mando no puede exigir a la alta direcci¨®n que se desprenda de un colaborador sin m¨¢s; tiene que apoyarse en evidencias¡±. Adem¨¢s, antes de llegar a la interrupci¨®n de la relaci¨®n laboral, ¡°el trabajador tiene derecho a que se le informe de lo que est¨¢ haciendo mal y se le ofrezca ayuda para mejorar¡±, a?ade.
Guiarse por amiguismos y consideraciones que nada tienen que ver con criterios objetivos tambi¨¦n puede ensuciar esta fase previa. Fernando Botella, socio director de Think & Action, lamenta la falta de equidad que con frecuencia muestran las organizaciones. ¡°Entre un trabajador que lleva 30 a?os en la empresa y otro al que acaban de contratar se elige echar al m¨¢s barato, sin pararse a pensar en cu¨¢l de ellos aporta m¨¢s valor¡±. Una situaci¨®n que podr¨ªa justificarse bajo ese prisma econ¨®mico, pero que tambi¨¦n puede ser un arma de doble filo que se vuelva en contra del empresario. ¡°Permitir que sigan en n¨®mina personas negligentes o de bajo rendimiento cr¨®nico ser¨¢ algo que los empleados buenos tendr¨¢n muy en cuenta¡±, advierte Juan San Andr¨¦s, consultor en productividad, organizaci¨®n y factor humano.
C¨®mo contarlo a los que se quedan en sus puestos
La manera en que percibe los despidos el resto de la organizaci¨®n puede tener un impacto muy negativo en su motivaci¨®n y productividad. Los empleados no afectados quieren saber si sus compa?eros han sido bien tratados y con justicia¡, y si hay peligro de que sean ellos los siguientes en caer. ¡°La mejor manera de atajar rumores es ser r¨¢pido y transparente en la comunicaci¨®n¡±, recomienda Fernando Botella, director general de Think & Action. La cercan¨ªa y accesibilidad de los mandos ser¨¢ vital para reducir la ansiedad y la incertidumbre.
Adem¨¢s, cuando se trata de despidos colectivos como en un ERE, a los trabajadores que se quedan les interesa conocer las implicaciones operativas de esas salidas. Desde Right Management, Pedro Checa subraya la importancia de ¡°transmitir la nueva direcci¨®n que va a tomar la organizaci¨®n, la situaci¨®n por la que atraviesa la compa?¨ªa y c¨®mo van a afectar los cambios en la estructura a cada uno de los departamentos y personas¡±.
¡°El despido ha de ser siempre la ¨²ltima opci¨®n. Antes se han de buscar f¨®rmulas de organizaci¨®n del trabajo que puedan impedirlo¡±, reclama Sara Garc¨ªa de las Heras, secretaria de Acci¨®n Sindical e Igualdad de USO. Advertencias previas, mediaci¨®n para intentar resolver conflictos abiertos o reasignaci¨®n de los trabajadores se?alados a otros departamentos o proyectos formar¨ªan parte de esas medidas preventivas. Pero, una vez agotados todos los recursos, si el despido es inevitable, mejor hacerlo bien. Porque ¡°despedir con justicia, profesionalidad y humanidad tambi¨¦n es gesti¨®n del talento¡±, afirma Juan San Andr¨¦s.
Comunicar el cese al trabajador es una de las cuestiones m¨¢s delicadas. Los expertos aconsejan que sea el superior directo el que d¨¦ la cara. ¡°Es lo que espera el trabajador afectado, y, adem¨¢s, despedir forma parte de las responsabilidades de un mando¡±, argumenta Pedro Checa, director general de Carreras Profesionales de Right Management. Lo que no quiere decir que sea una tarea f¨¢cil. ¡°No es posible acostumbrarse a despedir; habr¨ªa que ser de una pasta especial. Lo que s¨ª puede hacerse es preparar a los mandos para que lo hagan controlando la situaci¨®n y procurando que el impacto emocional sea el menor posible¡±, resume Checa.
Emociones a flor de piel
Y es que en una situaci¨®n de despido las emociones est¨¢n a flor de piel a ambos lados de la mesa. Aunque hay diferencias significativas dependiendo de la naturaleza de esa extinci¨®n de contrato. En su etapa como director de recursos humanos, Juan San Andr¨¦s vivi¨® experiencias diversas. ¡°Si se trata de un despido disciplinario justificado, a veces lo que te preguntas es por qu¨¦ no lo has hecho antes. Pero cuando est¨¢s ejecutando un despido colectivo por causas econ¨®micas ajenas al trabajador, sientes un gran peso sobre ti. Sobre todo si afecta a personas maduras, con familia y de dif¨ªcil recolocaci¨®n. Literalmente, te quita el sue?o¡±.
Aunque el verdadero shock se lo lleva el afectado. ¡°Un despido es una de las situaciones m¨¢s estresantes que existen. Se lleva a la persona al l¨ªmite¡±, recalca Pedro Checa. En esas circunstancias, es dif¨ªcil adivinar c¨®mo va a reaccionar. Son frecuentes situaciones de enfado, bloqueo o negaci¨®n. ¡°Al empleado despedido hay que acompa?arle durante el proceso. Escucharle. Mostrar comprensi¨®n, discreci¨®n y respeto¡±, destaca este experto. Por su parte, Nekane Rodr¨ªguez, directora de Lee Hecht Harrison, remarca la necesidad de no criminalizar al empleado saliente. ¡°No se le debe despedir de espaldas a la organizaci¨®n, sin darle tiempo para decir adi¨®s o recoger sus cosas¡±.
Aunque tampoco conviene ser tan sutil en la comunicaci¨®n que el empleado salga de la reuni¨®n pensando que a¨²n forma parte de la plantilla. ¡°Los despidos deben ser n¨ªtidos y concretos. Hay que dejar claro al trabajador para qu¨¦ ha sido citado, explicarle las razones de su despido y darle informaci¨®n acerca de cu¨¢les van a ser los pr¨®ximos pasos¡±, explica Nekane Rodr¨ªguez. Cu¨¢ndo suceder¨¢ la salida, cu¨¢l ser¨¢ su indemnizaci¨®n o si la empresa pone a su disposici¨®n un servicio de recolocaci¨®n que le ayude a encontrar un nuevo empleo ser¨ªan algunos de estos pasos. ¡°Es la mejor manera de que esa persona salga del bloqueo inicial y comience a centrarse en el futuro¡±, agrega Pedro Checa.
Jaume Gurt, sin embargo, piensa que las formas y el estilo tambi¨¦n son muy importantes. ¡°En las empresas todo se quiere hacer r¨¢pido y eficaz. Parece que el dinero lo suple todo y que con indemnizar ya es suficiente. Pero se olvida que detr¨¢s de esa ruptura hay una persona que ha dedicado a?os de su vida y esfuerzo a ese proyecto. Vale la pena dedicarle un poco de tiempo y cari?o, elegir las palabras, mirarle a los ojos. Despedir a alguien es como el final de una pel¨ªcula. Si la pel¨ªcula es muy buena pero el final es malo, ser¨¢ con eso con lo que nos quedemos¡±.
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