Empresas con sapiencia colectiva
Las redes de conocimiento interno ayudan a las compa?¨ªas a innovar y mejorar
Una hormiga no llega muy lejos por s¨ª sola. Pero actuando colectivamente junto al resto de la colonia es capaz de realizar haza?as asombrosas. Desde hacerle frente a enemigos que cuadriplican su tama?o, hasta ejecutar complejas obras de ingenier¨ªa o conseguir y almacenar alimento suficiente para abastecer a la comunidad durante el invierno. Las hormigas y otros insectos como las abejas poseen lo que los cient¨ªficos denominan ¡®inteligencia colectiva¡¯, una cualidad, basada en el trabajo colaborativo autogestionado, que permite maximizar el rendimiento de los individuos en beneficio del grupo; una cualidad que es la envidia y la aspiraci¨®n de muchas empresas.
La gesti¨®n eficaz del conocimiento es un quebradero de cabeza para numerosas compa?¨ªas. Individualmente, sus empleados poseen un enorme bagaje de saber y experiencia, pero muchos no saben o son reacios a compartir ese tesoro con el resto de la organizaci¨®n. ¡°La informaci¨®n es poder y, bajo esa m¨¢xima, los trabajadores tratan con cautela el conocimiento del que disponen. Especialmente en periodos de incertidumbre, en los que aumenta la necesidad de hacerse ¡®imprescindible¡¯, y retener esa informaci¨®n clave les brinda una falsa sensaci¨®n de control y seguridad¡±, explica Susana P¨¦rez de Vries, experta en desarrollo de talento. Pero los tiempos cambian y el hermetismo ya no constituye una ventaja en los entornos laborales de hoy. Por el contrario, se?ala Aitor Goyenechea, responsable de Comunicaci¨®n Interna del Grupo Telef¨®nica, lo que marca la diferencia es la capacidad para establecer ¡®conexiones inteligentes¡¯. ¡°Los perfiles que velan por sus intereses a la vez que defienden los de la compa?¨ªa son los verdaderos agentes del cambio. Aquellos que no tienen miedo de compartir lo que saben y que son capaces de generar una red de contactos que, a su vez, les aporte a ellos¡±, asegura. El objetivo es canalizar esa sabidur¨ªa colectiva de manera que todos los miembros de la organizaci¨®n se beneficien del conocimiento que reside en los individuos que la componen. ¡°Aprender de alguien m¨¢s experto que t¨² en una materia es una excelente manera de gestionar el conocimiento interno y de ayudar a los profesionales a desarrollar todo su potencial¡±, destaca Maureen Manubens, jefa de producto de Office 365 de Microsoft.
Yammer: una red para comprender
Yammer es la red social corporativa para empresas creada por Microsoft. Una herramienta que en la actualidad utilizan 1,7 millones de usuarios en todo el mundo como parte de Office 365. ¡°Yammer conecta a cada persona con los contactos y la informaci¨®n que necesita para realizar su trabajo y tomar mejores decisiones. Es un canal en el que los empleados pueden compartir sus aportaciones profesionales para la mejora del conocimiento global de la empresa. Una gesti¨®n del conocimiento que es clave para la innovaci¨®n y que aumenta la productividad, la cohesi¨®n de los equipos y la satisfacci¨®n de los empleados¡±, afirma desde Microsoft Maureen Manubens.
Adem¨¢s de la propia Microsoft, en Espa?a empresas como Grupo Telef¨®nica o el IE Business School tambi¨¦n han implantado Yammer como su red social interna. La herramienta puede usarse desde cualquier ubicaci¨®n o dispositivo, y sus responsables estiman que las personas que la emplean ganan hasta un 76% de visibilidad, y que el 80% de las mismas est¨¢ m¨¢s y mejor informado de cuanto ocurre en su organizaci¨®n.
Herramientas como redes sociales corporativas, wikis, blogs, MOOCs, agregadores o gestores de contenidos ayudan a crear esas comunidades de conocimiento en las que los profesionales pueden volcar sus opiniones y generar influencia. ¡°Conectividad y colectividad aumentan el poder de los empleados en la organizaci¨®n¡±, afirma Alicia Pomares, socia directora de Humannova. ¡°Hemos pasado de las antiguas intranets unidireccionales a las redes sociales corporativas en las que se puede acceder a la informaci¨®n, compartirla y ampliarla, conversar con otros profesionales con intereses comunes, recibir opiniones de expertos externos o conectar con bibliotecas y publicaciones de referencia¡±, a?ade.
Viejas costumbres
Para Enrique Dans, profesor de Sistemas de Informaci¨®n del IE Business School, las redes sociales colaborativas suponen la virtualizaci¨®n de la vieja costumbre de ir a la m¨¢quina de caf¨¦ para cambiar impresiones con los compa?eros. ¡°El profesional quiere saber qu¨¦ se est¨¢ leyendo en su empresa, cu¨¢les son las tem¨¢ticas que m¨¢s inter¨¦s despiertan. Tener la certeza de que no se est¨¢ perdiendo cosas y de que si se encuentra con su director general en un avi¨®n no les faltar¨¢n temas de conversaci¨®n¡±. Atr¨¢s quedaron los tiempos en los que a un empleado le llamaban al orden por charlar con los compa?eros o navegar por Internet en horas de oficina. ¡°Hoy sucede lo contrario, se necesitan mecanismos para incorporar informaci¨®n de utilidad para la organizaci¨®n¡±, comenta el profesor Dans. Es m¨¢s, tercia Aitor Goyenechea, ese proceso de intercambio de ideas es ¡°una inversi¨®n en productividad colaborativa que puede tener efectos secundarios muy beneficiosos para la empresa como la detecci¨®n de talento oculto¡±.
No obstante, no todas las empresas est¨¢n preparadas para asumir este reto. ¡°Para que los profesionales se abran a compartir lo que saben la propia organizaci¨®n debe tener integrada la transmisi¨®n de conocimientos como parte de su d¨ªa a d¨ªa e incentivar esos comportamientos entre sus empleados¡±, opina Susana P¨¦rez de Vries. Por su parte, los trabajadores, inmersos en sus rutinas y sometidos a la exigencia de resultados, tambi¨¦n necesitan una curva de aprendizaje antes de imprimir ese viraje colaborativo a su forma de trabajar. Alicia Pomares sostiene que conseguir la participaci¨®n fluida de sus miembros es la mayor dificultad a la que se enfrenta cualquier comunidad. ¡°El trabajo colaborativo es m¨¢s efectivo y m¨¢s productivo, pero hasta que no lo descubrimos por nosotros mismos no empezamos a crear ese h¨¢bito¡±.
Uno de los grandes retos para los gestores del saber empresarial es identificar qu¨¦ tipo de informaci¨®n es necesaria y urgente para la organizaci¨®n en cada situaci¨®n. ¡°En lo que llevamos de d¨¦cada se ha producido una gran cantidad de conocimiento que hace inservible buena parte del acumulado en las d¨¦cadas anteriores¡±, indica Luis Lombardero, presidente del Instituto de Talento y Empresa Digital (ITED). En este contexto de volatilidad, el aprendizaje tambi¨¦n ha evolucionado. ¡°Ahora el conocimiento dura menos, y como consecuencia, hemos pasado de poner el ¨¦nfasis en su clasificaci¨®n y almacenaje a focalizarnos en c¨®mo localizar ese saber concreto que se necesita en ese momento¡±, expone Lombardero.
Con todo, a las personas les cuesta todav¨ªa asimilar el potencial de ese enorme caudal de conocimiento disperso a lo largo y ancho de la empresa. ¡°Cuando te enteras de algo que comenz¨® en la red social interna y luego se transform¨® en un proyecto, en la mejora de un producto o en una soluci¨®n para el problema de un cliente, no puedes evitar preguntarte cu¨¢ntas m¨¢s oportunidades como estas pueden estar pasando frente a nosotros¡±, reflexiona Aitor Goyenechea. Y es que, concluye Susana P¨¦rez de Vries, ¡°compartir lo que sabes significa avanzar a una mayor velocidad y llegar m¨¢s lejos. Dicen que una parte de la innovaci¨®n se basa en copiar y en adaptar lo copiado para crear algo nuevo. Y eso no es posible sin compartir conocimiento¡±.
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