McDonald¡¯s retira en EE UU unos relojes infantiles porque da?an las mu?ecas

McDonald?s pincha con su ¨²ltima campa?a destinada en Estados Unidos a cambiar la percepci¨®n de los padres hacia la calidad de sus men¨²s y relaciona el Happy Meal, su men¨² para ni?os, con el ejercicio f¨ªsico. La multinacional estadounidense se ha visto obligada a poner fin de manera abrupta, a los pocos d¨ªas de arrancar, a la ¨²ltima promoci¨®n: regalaba una especie de relojes-pulsera que med¨ªan la actividad deportiva, pero los ha tenido que retirar del mercado porque se recalientan y con el calor irritan las mu?ecas de los ni?os.

¡°La actividad f¨ªsica es importante para todo el mundo y todas las edades¡±, explic¨® McDonald?s al presentar la filosof¨ªa de su nueva campa?a. Pero a las pocas horas recibi¨® quejas de los padres alertando de que la pulsera provocaba irritaciones en la piel por la alta temperatura. Se trata de casos ¡°limitados¡±, indica la compa?¨ªa, pero a¨²n as¨ª considera que es motivo suficiente para poner fin a la promoci¨®n. ¡°No hay nada m¨¢s importante para nosotros que la seguridad de nuestros clientes¡±, concluye.

McDonald?s buscaba b¨¢sicamente aprovechar el entusiasmo de los Juegos Ol¨ªmpicos en Brasil. En el reloj m¨¢s simple, se encend¨ªa una luz roja que indicaba cuando el ni?o est¨¢ en movimiento. El ritmo del parpadeo se incrementa cuando el sujeto se pon¨ªa a correr. El otro modelo de pl¨¢stico multicolor era m¨¢s sofisticada y permit¨ªa contar los pasos.

Dos modelos de pulsera

El dispositivo, que se ofrec¨ªa en seis colores y dos modelos, se llamaba Step In Activity Band. A la vista de un ni?o parec¨ªa m¨¢s un juguete que unas de esos sofisticados relojes deportivos que llevan algunos de sus padres para medir la actividad cuando hacen deporte. Se trataba de una promoci¨®n limitada a cuatro semanas en Estados Unidos y Canad¨¢, y los fabricantes de productos electr¨®nicos no lo vieron como una intromisi¨®n,? por ser un juguete muy b¨¢sico.

La campa?a de McDonald's por fomentar el deporte gener¨®, eso s¨ª, un intenso debate, y se cuestionaba su utilidad para cambiar los h¨¢bitos de consumo. Los cr¨ªticos especializados en estos productos electr¨®nicos fueron, adem¨¢s, bastante negativos y los analistas de la compa?¨ªa en Wall Street tampoco entend¨ªan muy bien por qu¨¦ hac¨ªa que en realidad no aportaba nada a la marca. Lo cierto es que la cadena est¨¢ haciendo desde hace cinco a?os un gran esfuerzo de m¨¢rketing para evitar la etiqueta de comida basura, y ha incluido al margen de sus hamburguesas opciones m¨¢s saludables y men¨²s con fruta, menos patatas fritas y cambiando los refrescos por leche y zumos.