Colch¨®n de liquidez para las empresas
La abundancia de cr¨¦dito permitir¨ªa desencadenar un ciclo de inversi¨®n, productividad y bienestar social
La liquidez disponible en las cuentas de las empresas alcanza niveles hist¨®ricos. Seg¨²n los datos publicados esta semana, las empresas espa?olas tienen una capacidad de financiaci¨®n que supera los 5.000 millones de euros, lo que en base anual ¡ªteniendo en cuenta efectos estacionarios y de calendario¡ª se podr¨ªa traducir en m¨¢s de 33.000 millones de euros de liquidez disponible en las empresas. Si se invirtieran, estos fondos generar¨ªan un importante potencial de crecimiento en el pa¨ªs.
Este exceso de liquidez es un fen¨®meno an¨®malo. La principal vocaci¨®n de las empresas es invertir, lo que en circunstancias normales genera una necesidad cr¨®nica de financiaci¨®n. Es cierto que la crisis provoc¨® que las empresas redujeran sus inversiones y se desendeudaran. Pero en Espa?a, la deuda corporativa ha ca¨ªdo a niveles anteriores a la crisis. Y las empresas siguen generando liquidez. Algo similar ocurre en otros pa¨ªses desarrollados. En 2015, las empresas de la zona euro dispon¨ªan de 205.000 millones de euros de liquidez, es decir, de fondos no utilizados para la inversi¨®n productiva, el monto de liquidez disponible supera el volumen anual de inversiones previstas por el plan Juncker.
En Jap¨®n, las empresas han mantenido una situaci¨®n similar desde 1997, ¨²ltimo a?o en el que estuvieron en situaci¨®n "normal" (cuando las inversiones superan los excedentes empresariales). La acumulaci¨®n de excedentes no es un buen augurio y contribuye a explicar el estancamiento de la econom¨ªa japonesa durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.
Precios
El indicador adelantado del ¨ªndice de precios al consumo presenta un aumento del 0,3% en septiembre con respecto al a?o pasado. As¨ª pues la inflaci¨®n se situar¨ªa en terreno positivo por primera vez desde julio del 2015. El ligero repunte de los precios se debe al encarecimiento de los carburantes y la electricidad. De confirmarse esta tendencia, la inflaci¨®n se acercar¨ªa durante los pr¨®ximos meses a su valor subyacente de en torno al 1%. Ello plantear¨ªa cuestiones de revalorizaci¨®n de las rentas salariales, las pensiones y otras prestaciones sociales, as¨ª como de los tramos impositivos. No obstante, la inflaci¨®n sigue sin alcanzar el objetivo de estabilidad de precios que el Banco Central Europeo sit¨²a en el 2%. En su ¨²ltimo informe, el Fondo Monetario Internacional estima que esta circunstancia se produce en el 85% de los pa¨ªses y alerta de la incapacidad de los bancos centrales para elevar la inflaci¨®n, pese a la aplicaci¨®n de medidas monetarias excepcionales.
El Banco Central Europeo (BCE) no est¨¢ a gusto con los crecientes excedentes disponibles. Procura impulsar la inversi¨®n y la demanda interna para alcanzar los objetivos de inflaci¨®n. Lo que se pretende, mediante la aplicaci¨®n de tipos de inter¨¦s negativos y la compra de t¨ªtulos de deuda p¨²blica y corporativa, es reducir el coste de la financiaci¨®n de la inversi¨®n y estimular la actividad crediticia de los bancos, sobre todo con respecto a las peque?as empresas, las m¨¢s necesitadas.
El resultado ha sido parad¨®jico. Las grandes empresas consiguen financiaci¨®n en condiciones favorables. Incluso algunas cobran a los mercados por endeudarse, algo sin parang¨®n. Sin embargo, las peque?as empresas siguen enfrent¨¢ndose a dificultades para conseguir nuevos cr¨¦ditos. En cualquier caso, la inversi¨®n no despega. En Alemania la tasa de inversi¨®n se mantiene por debajo del 20% del PIB. Y en Espa?a los datos para el segundo trimestre muestran que la inversi¨®n crece, pero menos que los excedentes empresariales.
Mientras que los beneficios empresariales crec¨ªan un 8,2%, los pagos en materia de impuesto de sociedades no financieras se reduc¨ªan en un 38%. La ca¨ªda de la recaudaci¨®n s¨®lo ha servido para aumentar la liquidez disponible. Adem¨¢s, ha sido una de las principales causas del deterioro de las cuentas p¨²blicas. El Banco de Espa?a ha alertado del riesgo de un incumplimiento del nuevo objetivo de d¨¦ficit para este a?o. La relajaci¨®n de los esfuerzos por la hacienda espa?ola en materia de recaudaci¨®n del impuesto de sociedades observada en lo que va de a?o ha sido un paso en la mala direcci¨®n. Y el anuncio del Gobierno de un endurecimiento de este impuesto no deber¨ªa afectar a la inversi¨®n.
Merece la pena fijarse en EE UU. Poco a poco el pa¨ªs est¨¢ saliendo de la situaci¨®n de exceso de liquidez. Las empresas optan por invertir sus excedentes, fruto de los est¨ªmulos p¨²blicos por un monto tres veces superior al plan Juncker, a la recuperaci¨®n del empleo y de las rentas salariales, en l¨ªnea con la productividad. En el caso de Espa?a, pese al aumento en el empleo y ante el estancamiento de los salarios, los hogares reducen sus ahorros.
Con todo, las empresas espa?olas disfrutan de condiciones financieras excepcionalmente favorables que podr¨ªan desen?cadenar un nuevo ciclo de inversi¨®n, productividad y bienestar social. Su aprovechamiento depende del mantenimiento de una senda de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico realista y que preste apoyo a la demanda interna, los desequilibrios estructurales y la cohesi¨®n social.
Raymond Torres es director de Coyuntura de la Fundaci¨®n de Cajas de Ahorro (Funcas).
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