Berl¨ªn presiona para rebajar la multa al Deutsche y alerta contra una guerra comercial con EE UU

Las sanciones a los dos pilares de la industria alemana calientan enfrentamientos pasados. Mientras en Berl¨ªn llueven las acusaciones a Washington de usar su m¨²sculo regulador como pretexto para preservar su poder¨ªo econ¨®mico, en Estados Unidos tambi¨¦n se oyeron cr¨ªticas despu¨¦s de que la Comisi¨®n Europea obligara Apple a devolver 13.000 millones de euros a la Hacienda irlandesa. Jack Lew, responsable del Tesoro estadounidense, sugiri¨® que esta reprimenda era una forma de proteccionismo. Ahora, pol¨ªticos alemanes acusan a Washington de actuar por revanchismo, para defender a su industria e incluso de haber iniciado una "guerra econ¨®mica".

"En EE UU hay una larga tradici¨®n de usar cualquier ocasi¨®n para iniciar escaramuzas de guerra comercial con las que beneficiar a su econom¨ªa", se?al¨® la semana pasada Peter Ramsauer, presidente del Comit¨¦ de Econom¨ªa del Bundestag. Este exministro socialcristiano dijo adem¨¢s que las reclamaciones al Deutsche tienen las caracter¨ªsticas de "extorsi¨®n".

En parecidos t¨¦rminos se han expresado otros pol¨ªticos conservadores alemanes e incluso el excanciller socialdem¨®crata Gerhard Schr?der. "Da la impresi¨®n de que multas como las de Siemens, Bosch o Volkswagen buscan perjudicar a la industria alemana. Es evidente que las empresas deben pagar por sus errores, pero dudo que EE UU est¨¦ actuando con la sensibilidad y justicia propia de socios", asegur¨® Schr?der, que acaba de asumir un nuevo cargo directivo en la petrolera rusa Gazprom.

Lectura pol¨ªtica

Hablar de guerra comercial le parece "una exageraci¨®n" a Clement Fuest, presidente del Instituto Ifo y uno de los economistas m¨¢s influyentes de Alemania. S¨ª admite el choque de intereses econ¨®micos contrapuestos, y que la multa europea a Apple eleva la presi¨®n sobre el Gobierno de EE UU. "El castigo europeo incrementa las expectativas en la opini¨®n p¨²blica americana de una respuesta dura al Deutsche. Pero a Washington tampoco le interesa iniciar una guerra ni imponer una multa alt¨ªsima que causar¨ªa serias dificultades al sistema financiero alem¨¢n y europeo", asegura Fuest a EL PA?S.

Frente al cierre de filas con el Deutsche Bank que estos d¨ªas hacen grandes empresarios y pol¨ªticos alemanes, el l¨ªder socialdem¨®crata, Sigmar Gabriel, arremeti¨® con inusual dureza contra la mayor entidad financiera del pa¨ªs. "El banco que ha hecho de la especulaci¨®n su modelo de negocio se presenta ahora como v¨ªctima de los especuladores. No s¨¦ si debo echarme a re¨ªr o enfurecerme", dijo el vicecanciller. El ataque de Gabriel tiene una lectura pol¨ªtica a solo un a?o de las pr¨®ximas elecciones, y muestra lo dif¨ªcil que ser¨ªa para Merkel apoyar con dinero p¨²blico al banco si la crisis se descontrolara.

En EE UU tambi¨¦n recuerdan que si el Deutsche Bank est¨¢ contra las cuerdas es por sus malas pr¨¢cticas con las hipotecas basura. Petter Dattels, responsable de mercado de capitales del Fondo Monetario Internacional, evita comentar sobre litigios; pero s¨ª se?ala que la crisis financiera se debi¨® al comportamiento irresponsable de los bancos. "Las autoridades deben exigir que se rindan cuentas. Las sanciones son necesarias para crear una cultura financiera saludable", asegura.

Otras multas

El responsable del FMI a?ade que la magnitud de las multas a entidades europeas es peque?a en comparaci¨®n con el castigo que recibieron los bancos estadounidenses por sus abusos en el empaquetado de la deuda. Bank of America tuvo que pagar 16.650 millones de d¨®lares hace dos a?os para desprenderse de los expedientes que hered¨® con la compra de Merrill Lynch en plena crisis. JPMorgan Chase, el mayor banco por activos, fue sancionado con 13.000 millones. Goldman Sachs pact¨® el pasado abril 5.000 millones, que se sumaron a los 5.200 millones de Citigroup y los 5.000 millones de Morgan Stanley.

Los 14.000 millones de d¨®lares (unos 12.500 millones de euros) con los que amenaz¨® el Departamento de Justicia a Deutsche Bank son solo una primera referencia. Se da por hecho que la multa se rebajar¨¢ sustancialmente. Pero la cuesti¨®n es si se acercar¨¢ a una cifra asumible por el banco alem¨¢n, cercana a los 5.500 millones de euros provisionados para conflictos legales. Todos los implicados tienen prisa por concluir la negociaci¨®n antes de que en un mes se conozca el nombre del pr¨®ximo presidente, o presidenta, de EE UU.