Los taxistas portugueses toman Lisboa para protestar contra Uber

Desde que se anunci¨® la legalizaci¨®n, la tensi¨®n ha aumentado. Varios miembros del Gobierno han recibido amenazas y su seguridad personal ha tenido que reforzarse en v¨ªsperas de la manifestaci¨®n de hoy. En un a?o, la polic¨ªa ha registrado 45 denuncias por agresiones a conductores que recog¨ªan a clientes con la aplicaci¨®n telef¨®nica de Uber.

La manifestaci¨®n de taxis es la segunda que aguanta este Gobierno, tras la de abril. En la ¨²ltima ocasi¨®n los taxistas se manifestaron en sus ciudades respectivas, principalmente en la capital, Faro y Oporto; en esta ocasi¨®n la convocatoria es unitaria. A las siete de la ma?ana taxis llegados desde Oporto (tres horas de camino) o del Algarve se concentraron en el Parque de las Naciones para desde all¨ª ir recorriendo a marcha lenta el centro de la ciudad para acabar frente a la Asamblea de la Rep¨²blica, de donde prometen no irse hasta que haya una respuesta del Gobierno a sus reivindicaciones.

Mientras la patronal del taxi se manifestaba, Uber enviaba a sus clientes consejos para evitar atascos, como compartir coche entre varios clientes o evitar la ruta de la manifestaci¨®n para la recogida y el destino de los servicios. La polic¨ªa municipal ha aconsejado a la poblaci¨®n que coja el metro o el autob¨²s y ha solicitado a los taxistas, sin ¨¦xito, que la concentraci¨®n final ante la Asamblea fuera peatonal, ya sin veh¨ªculos.

Lo que no han conseguido las pensiones o los impuestos inmobilarios lo han conseguido los taxistas: dividir a los partidos que apoyan el Gobierno socialista. El PC est¨¢ abiertamente con el gremio. ¡°Es una protesta contra la actividad ilegal, contra la legalizaci¨®n de la competencia desleal y contra la consagraci¨®n de un estatuto de privilegio para multinacionales que agrava la precariedad e impone la ley de la selva¡±, ha se?alado el diputado comunista Bruno Dias.

En el caso del otro socio parlamentario del Gobierno, el Bloco de Esquerda, ha recordado que la nueva legislaci¨®n acabar¨¢ con la competencia desleal y recuerda el tr¨¢fico negro de las licencias y la sobreexplotaci¨®n y la precariedad de las empresas del taxi.

El conflicto divide a la coalici¨®n del Gobierno: el PC habla de "privilegios de las multinacionales", el Bloco de la precariedad de los trabajadores

La competencia desleal e ilegal era el gran argumento de la patronal del taxi para exigir la prohibici¨®n de Uber, pero el Gobierno ha elaborado una legislaci¨®n en la que se igualan las exigencias a unos y otros, aunque se sigue primando al taxi tradicional. Por ejemplo, los coches que empleen Uber deben tener menos de siete a?os de antig¨¹edad cuando los taxis portugueses no tienen l¨ªmite alguno y circulan algunos de hace medio siglo; tambi¨¦n seguir¨¢n los taxis disfrutando de beneficios fiscales para su renovaci¨®n y mantenimiento, cosa que no se contemple en el caso de Uber; el taxi seguir¨¢ disponiendo de plazas p¨²blicas para aparcar en la calle y de carriles exclusivos para circular, que los veh¨ªculos de Uber, no.

Los coches de Uber tampoco podr¨¢n aceptar clientes en la calle sin petici¨®n electr¨®nica. Estos privilegios del taxi sirven al Gobierno para justificar el precio de licencia que pagan (400 euros). Tanto unos como otros deber¨¢n tener un seguro de pasajero y sus conductores seguir un curso de formaci¨®n (30 horas para todos).

En Portugal circulan taxis con medio siglo de antig¨¹edad, pero los coches de Uber solo podr¨¢n tener un m¨¢ximo de 7 a?os

Los representantes del taxi exigen que Uber asuma los excedentes del taxi -que estima en m¨¢s de un millar de veh¨ªculos-, una petici¨®n que no est¨¢ en la mano del Gobierno. El ¨®rdago del taxi portugu¨¦s tiene que ver m¨¢s con el riesgo de que la legislaci¨®n portuguesa se tome como ejemplo en otros pa¨ªses para normalizar la situaci¨®n de servicios de transporte a trav¨¦s de plataformas electr¨®nicas.

El ministro de Ambiente, Jo?o Pedro Matos Fernandes, considera que se trata de una protesta injusta; y que los nuevos servicios funcionan porque el p¨²blico los quiere. En Portugal el ¨¦xito de Uber ha sido muy r¨¢pido si se compara con otros pa¨ªses de su entorno, probablemente debido al deficiente servicio del taxi portugu¨¦s.