La f¨¢brica que ilumina a BMW

La f¨¢brica de BMW en Rosslyn, en las afueras de Pretoria, no es la m¨¢s moderna ni puede ser la m¨¢s sostenible de todas las plantas del grupo en el mundo dada su antig¨¹edad. Pero s¨ª tiene algo especial que ilumina el rostro de los directivos de la marca cuando hablan del recinto. Inaugurada en 1974, fue la primera planta de BMW fuera de Alemania. En esta se intent¨® que los trabajadores blancos y negros convivieran del mejor modo posible durante el apartheid, y all¨ª se pusieron en marcha muchos de los avances que han contribuido a que la marca encabece el ¨ªndice Dow Jones de sostenibilidad a escala mundial en su sector.

BMW tiene m¨¢s de un motivo para haber organizado un viaje de prensa a Sud¨¢frica en el marco de su primer centenario, puesto que el grupo alem¨¢n presenta a Rosslyn como un ejemplo de la cada vez m¨¢s demandada responsabilidad social corporativa. La planta aparece como un ecosistema que sostiene proyectos de energ¨ªas renovables, educativos y sanitarios. La empresa financia un emprendimiento de biomasa que le suministra el 30% de su energ¨ªa, una escuela que prepara a los alumnos para empleos cualificados y un centro de salud que, adem¨¢s de atender a los 1.800 empleados de la f¨¢brica, da apoyo a sus familias, sobre todo en la prevenci¨®n y tratamiento del sida; un flagelo especialmente acusado en Sud¨¢frica, que afecta al 11% de sus casi 53 millones de habitantes. ¡°El objetivo es ampliar esta atenci¨®n sanitaria a la mayor cantidad de poblaci¨®n posible del entorno de la f¨¢brica, m¨¢s all¨¢ de los empleados y sus familias¡±, dice la doctora Vuyelwa Vatsha-Mahlaba, alias Doctora V, responsable del ¨¢rea de salud.

El proyecto de la filial de BMW en Sud¨¢frica parece muy paternalista a primera vista, pero Matthew Hodes, director de la Alianza de las Civilizaciones de Naciones Unidas, asegura que las empresas tienen que ser socialmente responsables. ¡°Es verdad que estos proyectos pueden parecer una estrategia para que un gran grupo industrial lave su imagen, pero le aseguro que ya nadie compra eso. O lo haces de verdad, con convicci¨®n y no como d¨¢diva, o tu empresa lo acabar¨¢ pagando. Y cr¨¦ame, muchas compa?¨ªas ya son muy conscientes de esto. No se trata de suplir las funciones del poder p¨²blico, se trata de contribuir al bienestar general, de devolver algo a la sociedad que te lo est¨¢ dando¡±.

¡°El comprador de un coche o de cualquier otra cosa ya no s¨®lo exige un buen producto final, sino que quiere saber con qu¨¦ y c¨®mo se produce¡±, explica Milena Pighi, portavoz de responsabilidad social corporativa de BMW. ¡°En la industria del autom¨®vil ya no basta con que el veh¨ªculo genere menos emisiones, tambi¨¦n tiene que fabricarse contaminando menos y utilizando menos recursos¡±, a?ade.

En esto de ahorrar, la planta de Rosslyn presenta buenas notas. Desde 2006, la f¨¢brica ha rebajado el consumo de energ¨ªa un 34,4%, en l¨ªnea con los objetivos del resto de las instalaciones del grupo BMW en el mundo. Y no s¨®lo la planta, tambi¨¦n las oficinas centrales del pa¨ªs obtuvieron las cinco estrellas del Consejo Sudafricano de Edificios Ecol¨®gicos. ¡°Para 2020, todo lo que se utiliza para producir un veh¨ªculo BMW en cualquier parte del mundo, desde la energ¨ªa, el agua, los disolventes, los residuos, tiene que reducirse un 45% respecto a 2006¡±, certifica Tim Abbot, consejero delegado del grupo para Sud¨¢frica y ?frica Subsahariana.

La f¨¢brica de Rosslyn es tambi¨¦n pionera, entre otras cosas, en uno de los desarrollos clave para el futuro de los veh¨ªculos el¨¦ctricos: los puertos de recarga solar (solar carports). El grupo prev¨¦ instalar varios de estos puertos en lugares del mundo que, como Johannesburgo o Ciudad del Cabo, cuentan con muchas horas de sol a lo largo del a?o, como en Los ?ngeles o Madrid, donde la empresa ya ha iniciado las gestiones para instalarlos.

BMW no est¨¢ solo en la expansi¨®n de las infrestructuras para veh¨ªculos el¨¦ctricos e h¨ªbridos enchufables en Sud¨¢frica, ya que se ha aliado con Nissan para dise?ar y construir el sistema para potenciar el uso del i3 e i8 alem¨¢n y del modelo Leaf del fabricante japon¨¦s. Las estaciones de carga tendr¨¢n los tipos de puertos de conexi¨®n de ambas marcas. Abbott est¨¢ convencido que este tipo de cooperaci¨®n es clave para acelerar la movilidad sostenible a escala global.