Ojo con los chiringuitos financieros
La estafa sufrida por Josep Borrell pone de manifiesto la importancia de operar solo con entidades registradas


Josep Borrell es catedr¨¢tico de an¨¢lisis econ¨®mico, ingeniero aeron¨¢utico, doctor en ciencias econ¨®micas y m¨¢ster por Stanford. Adem¨¢s, ha sido secretario de Estado de Hacienda, ministro de Obras P¨²blicas y presidente del Parlamento Europeo. Este impresionante curr¨ªculo no le ha servido para esquivar una estafa protagonizada por un falso intermediario burs¨¢til que le ha costado 150.000 euros.
El de ConsortFX ¡ªas¨ª se denominaba el supuesto br¨®ker que tim¨® a Borrell¡ª es un caso de manual de c¨®mo operan los falsos intermediarios y pone de manifiesto el peligro que suponen para los ahorradores, con independencia de su nivel de formaci¨®n. El t¨¦rmino ¡°chiringuito financiero¡± define de manera informal a aquellas entidades que ofrecen y prestan servicios de inversi¨®n sin estar autorizadas para hacerlo. Son peligrosos porque en la mayor¨ªa de los casos la aparente prestaci¨®n de tales servicios es solo una tapadera para apropiarse del capital de sus v¨ªctimas, haci¨¦ndoles creer que est¨¢n realizando una inversi¨®n de alta rentabilidad. ¡°Los elevados rendimientos que ofrecen suelen ser demasiado buenos para ser ciertos: solo son un cebo con el que consiguen que los inversores menos informados o m¨¢s confiados les entreguen sus ahorros. Cuando no pueden justificar las p¨¦rdidas, simplemente desaparecen o cambian de nombre. Sencillamente, son estafadores¡±, explica la CNMV en una gu¨ªa de reciente publicaci¨®n.
T¨¦cnicas de defensa
La principal protecci¨®n frente a un chiringuito financiero es identificarlo como tal. ¡°Debemos huir de todo producto desconocido y sofisticado, desconfiar de rentabilidades m¨¢gicas y, lo m¨¢s importante, comprobar en la CNMV o en el Banco de Espa?a si la entidad que nos ofrece sus servicios est¨¢ dada de alta¡±, resume Javier Niederleytner, profesor del Instituto de Estudios Burs¨¢tiles.
Otro mecanismo de defensa es bombardear a preguntas a los comerciales que nos hacen la propuesta. Ninguna cuesti¨®n puede ser improcedente cuando se trata de c¨®mo invertir nuestro dinero. Algunos ejemplos de posibles preguntas son:
¡ª ?Cu¨¢nto tiempo llevan en este negocio?
¡ª ?Cu¨¢les son los riesgos de la inversi¨®n?
¡ª ?Qu¨¦ comisiones hay?
¡ª ?Puede remitirme copias de los contratos?
¡ª ?Le importa explicarme la inversi¨®n en una reuni¨®n en la que vaya con mi abogado?
¡ª ?Qu¨¦ mecanismos de reclamaci¨®n tengo si surge un conflicto?
¡ª ?En qu¨¦ condiciones podr¨¦ rescatar el capital invertido?
¡ª ?Se encuentran adheridos a alg¨²n fondo de garant¨ªa?
Mientras que las empresas autorizadas para prestar servicios de inversi¨®n (sociedades y agencias de valores, gestoras de carteras, Eafis, bancos y cajas) est¨¢n sometidas a las normas que regulan los mercados de valores y a controles por parte de los organismos supervisores, los chiringuitos act¨²an al margen de la legalidad. Esto supone que no est¨¢n adheridos al fondo de garant¨ªa de inversiones o de dep¨®sitos, por lo que el dinero de los ahorradores no est¨¢ protegido en caso de insolvencia. ¡°No existe un tipo concreto de v¨ªctima ya que a menudo se trata de estafas muy elaboradas y con apariencia de credibilidad en las que puede caer cualquiera: peque?os empresarios, particulares con cierto nivel de ahorro, profesionales liberales¡ Es f¨¢cil resultar vulnerable ante las promesas de enriquecimiento r¨¢pido y sin riesgo de los chiringuitos, que por muy bien construidas que est¨¦n siempre son falsas¡±, advierte la CNMV.
Patrones de actuaci¨®n
Los canales que utilizan los chiringuitos financieros para contactar con sus potenciales v¨ªctimas no son distintos de los que puede emplear cualquier entidad legalmente autorizada para difundir sus propuestas comerciales entre clientes o posibles clientes: tel¨¦fono, cartas, correo electr¨®nico o anuncios publicitarios. Para obtener los contactos recurren a bases de datos (a menudo obtenidas de forma fraudulenta) de las que extraen direcciones de personas que, por ejemplo, han suscrito un determinado producto financiero, reciben peri¨®dicamente una publicaci¨®n econ¨®mica o contestaron a alguna encuesta en la que reflejaron sus aficiones y situaci¨®n econ¨®mica familiar.
¡°Es habitual que las personas tomen sus decisiones de inversi¨®n bas¨¢ndose en recomendaciones de conocidos o familiares. Sabiendo esto, en ocasiones los chiringuitos pagan grandes rentabilidades a los primeros clientes, utilizando para ello su propio dinero o el de otros inversores en una estafa piramidal. As¨ª, la aparente eficacia de su gesti¨®n se difundir¨¢ de forma espont¨¢nea entre el c¨ªrculo de relaciones de esos clientes satisfechos¡±, describen desde la CNMV.
Qu¨¦ hacer si ya ha picado
1. Amenaza. Cuando la persona de contacto se vuelve inaccesible o no se atienden las solicitudes de reembolso, es aconsejable presionarlos para que devuelvan el dinero, amenaz¨¢ndolos si es necesario con acudir a las autoridades. Este aviso no siempre es efectivo, ya que la situaci¨®n de ilegalidad de los chiringuitos les permite desaparecer o cambiar de nombre con facilidad.
2. Aportaciones. En ocasiones su respuesta es que la inversi¨®n no ha ido como se esperaba y que es el momento de aportar m¨¢s dinero ante el inminente cambio de tendencia del mercado. No hay que hacerles caso.
3. Denuncia. Tanto si el inversor consigue que le devuelvan todo o parte del capital como si no es as¨ª, es muy importante que ponga los hechos en conocimiento de la CNMV y denuncie lo ocurrido a la polic¨ªa o al juzgado correspondiente.
Los chiringuitos financieros no aceptan un no por respuesta y utilizan diferentes t¨¦cnicas de persuasi¨®n para convencer a sus potenciales v¨ªctimas. Una estrategia t¨ªpica es la de las predicciones acertadas: hacen un gran n¨²mero de llamadas y a algunos ahorradores les dicen que la Bolsa bajar¨¢ y a los otros que subir¨¢. En los d¨ªas siguientes repetir¨¢n el proceso, pero solo con el grupo con el que han acertado para que finalmente un reducido grupo de ellos se d¨¦ cuenta de su infalibilidad. Tambi¨¦n suelen transmitir apariencia de respetabilidad y ¨¦xito (visten trajes caros y alquilan buenas oficinas); abusan de las explicaciones incomprensibles y del uso de tecnicismos; ofrecen grandes beneficios con pocos riesgos; insisten para que se tome una decisi¨®n r¨¢pida; y realizan una presi¨®n psicol¨®gica (pueden llegar a la descalificaci¨®n, cuestionando la inteligencia o habilidad del inversor para tomar una decisi¨®n).
¡°La mayor parte de las actitudes y argumentos empleados por los chiringuitos no se dar¨ªan en intermediarios autorizados ya que ¨¦stos se encuentran sujetos a estrictas normas de conducta. Deben de mantener adecuadamente informados a los clientes y los datos que aporten tienen que ser imparciales, claros y no enga?osos¡±, concluye el supervisor burs¨¢til.
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