Berl¨ªn y Roma maniobran para frenar las reglas de emisiones de veh¨ªculos
Alemania no ha contestado en tiempo al procedimiento sancionador abierto por el caso VW y reclama m¨¢s tiempo a Bruselas para estudiar la nueva normativa
Con el estallido de la Gran Recesi¨®n se sucedieron las promesas de refundaci¨®n del capitalismo, que se han quedado en agua de borrajas. El caso Volkswagen (el fraude en la medici¨®n de las emisiones contaminantes de coches) levant¨® en 2015 una polvareda parecida en el sector del autom¨®vil, de nuevo con magros resultados: Bruselas denuncia que Alemania e Italia maniobran para obstaculizar la nueva normativa antiemisiones que propone la Comisi¨®n, aprobada ya en la Euroc¨¢mara. Berl¨ªn se ha saltado incluso el plazo para responder a un procedimiento de infracci¨®n abierto por el brazo ejecutivo de la UE.
Volkswagen (VW) truc¨® durante a?os sus veh¨ªculos para rebajar de forma ficticia las emisiones contaminantes. Bruselas subraya que hay informes oficiales de varios pa¨ªses que confirman que otras marcas usaron argucias parecidas en connivencia con las autoridades, que miraban hacia otro lado. EE UU, que destap¨® ese esc¨¢ndalo y denunci¨® tambi¨¦n a Fiat, ha logrado que Volkswagen pague miles de millones. Pero Europa va a remolque: Bruselas pretende acelerar, pero se topa con la actitud defensiva varios pa¨ªses.
La Comisi¨®n Europea, visiblemente hastiada por las maquinaciones de varias capitales en favor de la industria, abri¨® procedimientos de infracci¨®n contra siete pa¨ªses a finales de a?o por no imponer sanciones pese a que hab¨ªa sobradas pruebas. Y propuso una nueva regulaci¨®n que le da m¨¢s competencias para evitar casos similares: Bruselas quiere un sistema m¨¢s independiente, poder investigar por s¨ª misma e incluso imponer directamente sanciones ¡ªhasta 30.000 euros por coche¡ª a los fabricantes, adem¨¢s de evaluar los coches no solo en laboratorio, sino cuando est¨¦n en circulaci¨®n. Un grupo de pa¨ªses, capitaneados por Alemania e Italia, maniobran para obstruir esa normativa.
La Comisi¨®n parece resignarse ¨²ltimamente a una Europa menguante ante el nulo apetito en las capitales por dar m¨¢s poder a Bruselas. El caso Volkswagen es una excepci¨®n. El brazo ejecutivo de la UE quiere arrogarse competencias nacionales en el control de emisiones, ante las relaciones incestuosas de algunos Estados con su industria. Algo parecido ha sucedido ya con el sector financiero. Pero el lobby del motor tiene grandes aliados: Alemania e Italia se oponen, junto con pa¨ªses como Suecia y la mayor¨ªa de los del Este; Francia y Espa?a est¨¢n a favor, seg¨²n los documentos de la Comisi¨®n, a los que ha tenido acceso este diario.
El caso alem¨¢n es el m¨¢s peliagudo. Bruselas abri¨® en su d¨ªa expediente a Alemania, y la comisaria Elzbieta Bienkowska acusa a Berl¨ªn ¡ªy a otros socios¡ª de una actitud que se traduce en "retraso tras retraso". El Gobierno de Angela Merkel no ha contestado en tiempo y forma al procedimiento abierto; hasta en ese extremo solicita ampliar el plazo para enviar su respuesta. No es la ¨²nica estrategia dilatoria: tambi¨¦n reclama a Bruselas m¨¢s tiempo para estudiar la normativa; no ve la necesidad de aprobar esas reglas con prisas, pese a que cada vez est¨¢ m¨¢s claro que Volkswagen no es un caso aislado. Berl¨ªn justifica, adem¨¢s, que las marcas germanas dispongan de un dispositivo para reducir las emisiones que funciona estupendamente en los tests de laboratorio, pero ya en carretera se desactiva por debajo de 17 grados para proteger el motor alegando que la ley europea avala esa excepci¨®n. "La Comisi¨®n est¨¢ perdiendo la paciencia", cierran las fuentes consultadas.
Nuevo procedimiento de infracci¨®n a Espa?a
Bruselas ha abierto un procedimiento de infracci¨®n a Espa?a por la falta de sanciones a Volkswagen y pidi¨® un estudio t¨¦cnico acerca de las emisiones de varias marcas. El ministro Luis de Guindos envi¨® el informe hace unos d¨ªas y respondi¨® alegando que el procedimiento de infracci¨®n espa?ol est¨¢ suspendido: el caso est¨¢ en los juzgados y el Gobierno no puede hacer m¨¢s por ahora. Guindos, eso s¨ª, admite que las sanciones a VW son "muy, muy reducidas". Espa?a es firme candidata a un segundo procedimiento de infracci¨®n, esta vez por no colaborar lo suficiente en las investigaciones: la Comisi¨®n "no considera completo" el informe t¨¦cnico espa?ol.
Madrid se comprometi¨® a examinar 30 modelos, pero se limit¨® a 17 alegando razones presupuestarias. Econom¨ªa alega que esos ensayos "tienen un coste elevado" y "muestran las mismas conclusiones que los del resto de pa¨ªses", que han detectado problemas en otras marcas, por lo que Espa?a admite t¨¢citamente que hay violaciones en otros fabricantes m¨¢s all¨¢ de VW. El Gobierno se niega a hacer p¨²blico el informe, a diferencia de pa¨ªses como Alemania o Reino Unido.
Bruselas no est¨¢ satisfecha con la labor de Espa?a y del resto de capitales y abre la puerta a nuevos expedientes ante las sospechas de que los Gobiernos no colaboran en la investigaci¨®n. En el caso espa?ol, los recelos son l¨®gicos: cuando estall¨® el esc¨¢ndalo, el Gobierno impuso medidas cautelares para suspender la venta de VW con motores trucados, pero dio marcha atr¨¢s por la presi¨®n del fabricante alem¨¢n, con miles de empleos en Espa?a.
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