Las gamberradas de tus hijos pueden costarte caro

Meros accidentes, y sobre todo gamberradas, de los hijos pueden obligar a los padres a responder civilmente. Las reclamaciones de los perjudicados llegan a los tribunales, alcanzando las condenas econ¨®micas a miles de euros en algunas ocasiones.

No siempre la culpa es de los padres, por supuesto; es necesario que exista una omisi¨®n de los deberes de vigilancia y control de los hijos menores de edad. Los progenitores deber¨¢n demostrar que obraron de manera diligente, conforme a las circunstancias concretas del caso y, en particular, de las personas (como, por ejemplo, en funci¨®n de la edad concreta que tengan los hijos), del tiempo y del lugar en que se producen los hechos.

Un simple juego de pelota puede parecer algo inofensivo, pero en ocasiones puede resultar catastr¨®fico. Por ejemplo, un caso que lleg¨® hasta el Tribunal Supremo, fue el de unos chicos de 17 a?os que jugaban al bal¨®n en un parque p¨²blico con un bal¨®n de cuero. La pelota impact¨® con fuerza contra una chica que estaba sentada en un banco del parque, con tan mala suerte que sufri¨® una lesi¨®n en un ojo ¨Cirreversible-, algo que cost¨® a los padres de los responsables la cantidad de 60.000 euros.

La t¨ªpica gamberrada ¨Cinocente o no- de unos ni?os de 10 a?os tuvo lugar en Alicante, cuando los menores se encontraban en un descampado de matorrales. Su ocurrencia fue la de quemar unos botes de pintura, prendiendo la maleza y provocando un incendio de grandes dimensiones, que incluso afect¨® a veh¨ªculos y a una vivienda cercana. Los sufridos padres fueron condenados a pagar casi 20.000 euros por los da?os causados.

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?Qui¨¦n no ha arrojado una piedra de peque?o? En un pueblo de Ciudad Real, varios menores que tiraban piedras a la puerta de la vivienda, dando golpes a la fachada, produjeron da?os que los padres tuvieron que resarcir. Fueron condenados a pagar a los due?os la cantidad de 1.200 euros que costaron las reparaciones.

Responsabilidad de los abuelos

Y, ?podemos culpar a los abuelos? Pues s¨ª, s¨ª que es posible, porque cuando los sufridos abuelos tienen a su cargo a los nietos, asumen el deber de cuidarlos y vigilarlos y puede incurrir en culpa en caso de no hacerlo y que surja alg¨²n percance. De un asunto como este trat¨® una sentencia de la Audiencia Provincial de Guadalajara, en el que se demand¨® a los abuelos porque los nietos provocaron da?os tambi¨¦n por arrojar piedras a una propiedad, causando da?os. Sin embargo, en esta ocasi¨®n fueron absueltos porque no se prob¨® que fuera el ni?o en cuesti¨®n el causante de los da?os.

La Audiencia Provincial de Huesca hace unos a?os tuvo la ocasi¨®n de examinar un caso bastante curioso: una menor de edad conduc¨ªa el deportivo de su novio (que s¨ª era mayor de edad) y estrell¨® el coche. El novio demand¨® a los padres, que fueron absueltos. Lo que dijo el tribunal es que si la novia abandon¨® por unos d¨ªas la casa de sus padres y se fue a vivir con su novio, el joven asumi¨® el papel de ¡°guardador¡±, luego el siniestro no pod¨ªa ser reprochado a los padres, sino al propio novio.