Las vi?as viajeras de Otazu
La bodega navarra exporta el 74% de su producci¨®n a 38 mercados y busca nuevas vides en Espa?a, Francia y M¨¦xico
Todos los vinos son fruto de la geograf¨ªa y el tiempo. Entre las nerviosas aguas del r¨ªo Arga y las sierras verticales como cipreses del Perd¨®n y el Sarbil, hace 500 a?os que crecen las vi?as. En estas tierras navarras, de inviernos levantiscos y primaveras calmadas, a 15 kil¨®metros de Pamplona, enra¨ªza sus vinos la bodega Otazu. El horizonte de sus vides recorre los se?or¨ªos de Eriete y Otazu.
Un paisaje de 106 hect¨¢reas de suelos arcillosos y calc¨¢reos donde un sol huidizo (llueve 120 d¨ªas al a?o) madura 35 hect¨¢reas de uva cabernet sauvignon, 28 de merlot, 25 de chardonnay y 18 de tempranillo. Ese mismo astro ilumina dos palacios (del siglo XV), un palomar (del XIV) y una iglesia rom¨¢nica (del XII), que atesora un soberbio retablo. De este raro coupage de historia antigua y naturaleza se obtienen 380.000 kilos de uva al a?o. Suficientes para infundir vida a 353.000 botellas. La mayor¨ªa ¡ªun 74%¡ª marcha al extranjero, sobre todo a Canad¨¢, M¨¦xico, Estados Unidos y Venezuela.
Sin embargo, bastante antes de que sucediera todo eso, en 1894, la plaga de la filoxera arras¨® las vi?as del valle de Etxauri, y en Otazu se par¨® el tiempo. Llegaron otros cultivos. Cuando en 1989 la familia hispanovenezolana Penso adquiere los terrenos a la empresa Ebro Agr¨ªcola, en la finca solo crec¨ªa remolacha azucarera. Quedaba en pie, eso s¨ª, una maltrecha bodega (1840) de estilo franc¨¦s con una capacidad de 200.000 litros en cubas de madera de roble. Pero ni asomo de vides. Sin embargo, rastrearon en los archivos y descubrieron que en esas umbr¨ªas y solanas se elaboraba vino desde el siglo XV. Eran suelos propicios a los racimos. Entre 1991 y 1994 replantaron 92 hect¨¢reas de vi?edo con las cuatro variedades esenciales que hoy arraigan en el se?or¨ªo, y miraron al futuro.
La primera cosecha lleg¨® en 1995; el primer vino, en 1998. Antes el arquitecto Javier Gaztelu hab¨ªa dise?ado ¡ªbajo la antigua bodega¡ª una nueva sala de barricas, con el recogimiento de una catedral, que prescind¨ªa de cualquier tipo de sistema de climatizaci¨®n. Le bastaba el tr¨¢nsito del aire y la profundidad en la tierra. ¡°Quer¨ªamos hacer caldos ¨²nicos, de gama alta, que respetaran el terru?o y que, adem¨¢s, nos gustaran. No solo era una inversi¨®n, sino, sobre todo, un compromiso con el entorno y el cuidado del patrimonio¡±, resume Guillermo Penso, director general de Bodega Otazu.
El reloj va descontando su infinita sucesi¨®n de minutos. En 2012 Otazu incorpora al responsable t¨¦cnico Jos¨¦ Luis Ruiz y tambi¨¦n a los asesores Marcelo Pellereti y Mikael Laizet. Estos dos ¨²ltimos forman parte del equipo del bordel¨¦s Michel Rolland. Quien quiz¨¢ sea el en¨®logo m¨¢s influyente del mundo. Desde luego es el m¨¢s viajero. Igual elabora en Mendoza (Argentina) que en Toro (Zamora). Bajo el reflejo de esta ambici¨®n internacional se mezclan las voces. ¡°En la finca trabajan 25 personas de siete nacionalidades distintas y vendemos a 38 mercados. Hace cinco a?os eran solo una docena de destinos¡±, describe Guillermo Penso.
En un sector superpoblado como el espa?ol, la suerte se decide ah¨ª fuera. Hace falta calidad, volumen y crecimiento. Durante el pr¨®ximo lustro se plantar¨¢n 8 hect¨¢reas al a?o, hasta alcanzar las 146 en el verano de 2022. Por primera vez prenden la cabernet franc y la pinot noir, y se recuperan uvas aut¨®ctonas para elaborar vinos monovarietales. Tambi¨¦n lanzar¨¢n en 2018 un espumoso que compartir¨¢ guarda con las ense?as reconocidas de la casa. Caldos que completan el cat¨¢logo de la bodega y que oscilan entre las producciones m¨¢s altas y las m¨¢s restringidas. Entre las 155.000 botellas de Otazu Premium Cuv¨¦e y las 900 de Vitral, un vino del que se elaboran solo dos barricas de roble nuevo franc¨¦s con lo m¨¢s escogido del terru?o. Pero el ¨¢lgebra de la producci¨®n recorre otros nombres y la misma geograf¨ªa. Apunten. Pago de Otazu Chardonnay con Crianza (5.500), Otazu Altar (6.000), Otazu Ros¨¦ (11.000), Se?or¨ªo de Otazu (20.000), Otazu Rosado (32.000) y Otazu Chardonnay (80.000). Una carta diversificada que demuestra que el gusto por el vino se ha fracturado en el mundo tanto como sus clientes y mercados.
Plan de expansi¨®n
Todo ese crucigrama de n¨²meros se resuelve en una facturaci¨®n este a?o de 2,6 millones de euros, unas inversiones a corto plazo en la bodega de cinco millones, el empuje en las ventas del 18% y un plan de crecimiento org¨¢nico e inorg¨¢nico que viaja m¨¢s all¨¢ de la Pe?a de Etxauri. La familia Penso busca nuevas bodegas en las regiones francesas de Champagne y Sauterners, en dos denominaciones de origen espa?olas (no precisan la localizaci¨®n) y tambi¨¦n en M¨¦xico. Como apoyo a esa estrategia exterior, en noviembre del a?o pasado abr¨ªan una tienda con sus vinos en Guangzhou (China) a trav¨¦s de un concepto que franquiciar¨¢n en Malasia.
Ese es el cuaderno de bit¨¢cora de la aventura exterior de Otazu. La bodega con cepas de uva tinta situada m¨¢s al norte de la geograf¨ªa que prepara, en este territorio de los r¨¦cords, el que quiz¨¢ sea el vino de mayor precio de Espa?a. Una botella cuyo dise?o, estuche y etiquetado han sido concebidos por el maestro venezolano del arte cin¨¦tico Carlos Cruz-Diez. El prototipo ha tardado varios a?os en terminarse, la edici¨®n ser¨¢ limitada (a¨²n no se ha decidido la tirada exacta) y su valor superar¨¢ los 3.500 euros. Una propuesta para coleccionistas en una bodega que atesora decenas de obras de arte contempor¨¢neo. Algo l¨®gico, pues el arte y el vino tratan de lo mismo: la vida.
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